MY PRETTY LADY |G.B.|

II

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Enero

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-¡Vamos, arriba!- grito Bash haciendo que Gilbert y Sonia se despertaran en la sala.- Buenos días tortolitos.- comento mientras los veía dormilientos en el sofá.

-Buenos días a ti también.- contestó un tanto sarcástico Gilbert mientras se levantaba.

-¿Que hora es?- pregunto Sonia mientras se acomodaba su cabello.

-Son las 7 de la mañana, chicos.- le respondió Mary mientras cargaba a Delphine, quien apenas vio a Sonia extendió sus manos.

-Hola, lindura.- dijo Sonia yendo a cargar a la bebé.

-Si, en verdad te prefiere sobre Gilbert y Bash.- dijo Mary.- No me sorprendería que te llegara a querer más que a mi.- siguió hablando mientras entraban a la cocina.

-Eso nunca, eres la madre.- contesto Sonia mientes se sentaba en la mesa.

-¿Que quieres comer?- le preguntó Gilbert a su amiga.

-Lo que sea, no soy quisquillosa.- le contesto con una sonrisa. Gilbert le respondió la sonrisa y se puso manos a la obra, el desayuno era algo simple, té con tostadas y avena.

-¿A que hora veríamos a Anne?- pregunto el chico con la boca llena de comida, en definitiva era algo incorregible.

-Traga, Gilbert.- dijo Sonia mientras le pasaba la bebe a Mary.- Bien, a las 9 hay que estar en la estación.

-Por lo que hay que apurarse.- comento el chico mientras levantaba su plató.- Vamos, vamos.- Sonia reía al ver como el chico comía apurado su avena y se tomaba su té sin importarle que tan caliente estaba.

-¡Ya va, Gilbert!- le respondió riéndose.

-Calmate, Blythe.- dijo Bash.

-No se ustedes, pero no quiero que Anne me mate.- comento Gilbert haciendo reír a todos en la mesa.

-Listo, ya estoy.- le respondió Sonia cuando ya había terminado su comida.- ¿Nos vamos?- dijo y Gilbert asintió.- ¡Adiós!

El par de amigos emprendió viaje hacia la estación de tren de Avonlea con carcajadas y chistes. Era costumbre entre ellos que Sonia se quedara a dormir en la casa de Gilbert de viernes a sábados, ya que ambos iban a Charlottetown a la mañana, por lo que era una oportunidad más de pasar más tiempo juntos. Cuando llegaron a la estación de tren no solo estaban Anne, Marilla y Matthew en esta, sino que estaba bastante transitada esa mañana.

-No te metas en problemas, ¿sí?- dijo Marilla, llevaba regañando y mandoñando a la pelirroja desde hacía un buen rato.- Por favor, cuiden de ella hasta que llegue a lo de Josephine.- dijo mirando a los chicos, quienes "muy seriamente" asistieron.

-Gracias por esto chicos.- dijo Matthew.

-No es problema.- dijo Sonia entregandole una sonrisa. Los tres subieron a el tren y se sentaron, Anne de un lado y Gilbert con Sonia del otro.- Le voy a entregar los tickets a el guardia, ahora vuelvo.- Sonia se levantó de su asiento y se dirigió a el hombre encargado de que todo saliera como lo esperado.- Señor.- lo llamó.

-¿Si, señorita?- le respondió cuando se dio la vuelta.

-Estos son los boletos, de los asientos de allá.- dijo mientras señalaba en donde Gilbert y Anne se encontraban.

-Muchas gracias.- comento el hombre mientras los tomaba.- Se puede ir a sentar.

Sonia volvió a dirigirse hacia donde estaban sus amigos, pero el ambiente amigable y chistoso que había cuando se fue se esfumó. La cara de Anne era de pena y culpa, mientras que la de Gilbert era de enojo y molestia; podía suponer que Anne hablo de más haciendo molestar a su amigo.