Living proof-winterSpider

Steve Rogers

-Recuerda lo que te dije, casual, nos conocimos en un viaje a virginia y hemos hablado por cartas...ah por cierto.-volteo recordando algo importante.- No...te pongas muy al descubierto, ya sabes el ángel y todo tu "mundo".

-Mmm de acuerdo.-contesto algo inseguro, la chaqueta le molestaba y los zapatos le apretaban.  

-Hey.-le llamo, tomo su mano captando toda la atención del ángel.-¿que dije? estoy aquí, te sacare de cualquier aprieto que tengas ademas esto no...

No pudo terminar porque le dolía admitir, esto no era real.

Peter se puso de puntas para besar la tersa piel en la mejilla del soldado en un acto sorpresivo y confortable para su alma desdichada. Dejo pasar el sonrojo en su rostro y lo acelerado de su corazón. lo tomo por los hombros yendo por el camino que los llevaría al hogar de su mejor amigo. Fue complicado como era de esperarse, al menos para Barnes, el pequeño angelito observaba todo de cerca, tocando todo aun si le decías que no su curiosidad era como la de un gato, un lindo y tierno gatito a los ojos de James y de las personas conglomeradas en las calles, puestos y avenidas. James confirmo algo, Peter era muy ingenuo e inocente. Las personas lo observaban como un bicho raro salido del espacio exterior, acepción de las abuelitas que lo veían como el nieto soñado para ellas.

Dulce, tierno, inocente y amable. Bucky nunca había conocido alguien con esas características juntas. Mucho menos en un hombre, en un tiempo donde el hombre es símbolo de fuerza, arrogancia, poder y soberbia; si eras un tipo amable, pacifico, cálido y tierno como Peter eras un hombre débil.

Nunca entendió aquel razonamiento del todo, a pesar de ser criado bajo la sombra de su padre, un militar honorificado y sumamente estricto. Fue por ello -ademas de su pasión por la lucha en busca de paz- que decidió unirse al ejercito. Recordaba ese día, el día que lo asignaron a la 107. En su memoria todavía habitaba la satisfacción que sintió al momento, como también lo triste que estaba al tener que marcharse de su tierra, su amada Brooklyn y a su mas fiel amigo, su hermano de alma y corazón, Steve.

De todas las personas que logro conocer Steve es el único con el alma de un guerrero, un corazón noble y gran fortaleza espiritual. El lo admiraba, el pasado del rubio estaba lleno de problemas y cierto sufrimiento, entre las complicaciones de salud en Steve que empeoraban con el tiempo, la fea situación económica en la que se veían y si no podía ser peor...la muerte de Sara, la hermosa mujer rubia madre de Steve...Sara era otro bello ángel, toda una mujer luchadora que saco su hijo adelante después de la muerte de su esposo, una valiente enfermera que murió cumpliendo con su deber; como dolió, el pequeño Steve quedo solo, bueno, no del todo, ellos se tenían mutuamente.

Hasta el final de la linea.

(...)

Tocaron la puerta, Bucky estaba calmado, Peter por su parte tenia un poco de nervios pero no lo suficiente como para no entusiasmarse con la idea de que el chico de cabello dorado bonito -como le decía a veces- lo viera y compartiera con el, así como James y el lo hacían. Quizás haría un nuevo amigo, y harían la típicas actividades de humanos como ellos, charlarían los tres mientras paseaban por un parque donde se sentarían en un banco frente al rió hudson y le darían de comer a una familia de patitos. Inconscientemente sonrió aun mas grande con el rubor corriendole por las orejas.

James quien se había percatado de cada gesto del pequeñín quedo maravillado con la obra de arte frente a sus ojos.

Bonito-pensó.

-¿Que es bonito?

O tal vez no lo pensó.

Comenzó a balbucear algo inentendible para el castaño hasta que el sonido de pasos y de la puerta abriéndose lo salvo de hacer el ridículo.