34. Difamación I

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La fiesta de inauguración del Hestia Castle, fue uno de los acontecimientos sociales más importantes de Florida esa semana. Al evento asistieron docenas de eminentes y poderosos clientes satisfechos de ambas empresas.

En la apertura, Oscar subió al escenario vestido con un fabuloso conjunto de tonos violeta y discretas plumas a tono. Quienes lo criticaban podían decir lo que fuera, a él no le molestaba en lo absoluto, porque nadie podía negarse a aceptar que era excelente en su área y que su compañía se había convertido en una de las más importantes del mundo.

Aunque su sueño era hacer de su empresa un imperio autónomo sin tener que apoyarse en la reputación de otros, más que un sacrificio esa fusión entre Wind y Hestia, era un acierto que muchos en su campo le envidiaban.

Del otro lado del escenario se acercó Cole en representación de Hestia Proyects, se veía espléndido de esmoquin blanco. «Me lo como grrr» Oscar le hizo disimuladamente un gesto de tigresa que Alexa entendió perfectamente con aquellas palabras y sonrió; se encontraba entre la multitud luciendo un hermoso vestido azul oscuro, con detalles de luz en piedras muy adecuado para la ocasión. La noche era maravillosa y las cosas por fin estaban saliendo bien.

-Nos complace presentar ante nuestros estimados clientes y la sociedad de Florida este proyecto conjunto que hemos estado preparando desde hace más de un año. -comenzó diciendo Oscar.
-En honor al fiel servicio de ambas compañías hemos designado a dos de nuestros mejores prospectos, líderes en sus respectivos campos de trabajo. -continuó Cole y así se fueron alternando las frases durante su intervención.
-Por favor, den la bienvenida a Alexa Brave de Wind Castle y James Kendrick de Hestia Proyects. -no se hicieron esperar los aplausos, la emoción era genuina ya que la mayoría de los invitados habían trabajado con ellos directamente.

Alexa y James subieron al escenario a recibir formalmente sus respectivas nuevas responsabilidades. Era la primera vez, luego de su partida, que Alexa y Cole se encontraban; eso unido a la tensión del momento, la hizo más consciente de lo que aquello significaba.

Ella sintió cómo algo empezaba a revolverse en su interior, su ritmo cardíaco y su respiración empezaron a acelerarse. Mientras más se acercaba, más fuertes eran las sacudidas que tenía. Cuando finalmente estuvieron frente a frente él la saludó con un beso en la mejilla mientras ella se petrificaba, al sentir su roce una fuerte descarga se deslizó por su cuerpo haciéndola temblar. Imágenes de ellos teniendo sexo se agolparon en su mente, exhaló al impactarse en la fantasia y su respiración se detuvo.

-Señorita Brave. -escuchó la voz de Kendrick, que la animaba a tomar la palabra en el micrófono, sacándola de ese trance. ¿Cómo lograba Cole Dunn alborotar esa química tan peligrosa sobre ella? Alexa se obligó a ignorar a Cole y prestar toda su atención a lo que estaba pasando.

Cada uno dijo algunas palabras de agradecimiento y compromiso. Luego cortaron un listón dorado símbolo de la inauguración de la nueva empresa y se tomaron fotografías para la prensa.

Cuando bajaron del escenario Alexa necesitaba un trago... o varios. Se sintió tentada por el champagne y fue a conseguir una copa. Kendrick iba tras ella intentando tener un acercamiento con su nueva pareja laboral.

-James...- lo abordó Georgia cuando lo vio bajar del escenario, interponiéndose en su camino. Se había puesto un vestido color rosa pálido. A James le gustaban sus mujeres muy femeninas y sumisas, así que esperaba agradarlo mostrándose lo más delicada que pudiera- ¿podemos hablar?
-Claro, vayamos a un lugar más tranquilo. -conociéndola, él a lo que le temía era a que ella hiciera una escena delante de los invitados.

Ambos se apartaron de la multitud, Georgia lo seguía hasta que llegaron a un salón vacío con hermosos candelabros victorianos de luz amarilla artificial y ventanas de pequeños cuadros de cristal. Una vez solos, Georgia no perdió el tiempo.
-Debe ser una sorpresa para ti que yo esté aquí, Alexa logró que también me transfirieran.
-¡Ah sí!, que bien por ti. -respondió él con una total falta de interés.
-Por nosotros... Que bien, por nosotros...
-No hay un nosotros, tú y yo terminamos en Manhattan, ¿lo olvidas? Estuviste acostándote con un bailarín de quinta.
-¡Lo sé y lo siento! pero, podemos volver a intentarlo, prometo... -se aferró de su antebrazo pero él se giró dándole la espalda.- prometo que no volverá a pasar, prometo que seré y haré lo que tú quieras. No puedo perderte James, estamos destinados a estar juntos...
-¿Destinados? ¿No lo entiendes? -James miró hacia el salón y vio en la distancia a su nueva compañera de trabajo. Georgia era agua pasada y un nuevo horizonte se abría ante él.- tú y yo no volveremos, es inútil aferrarse al pasado y a una fantasía, Alexa...

Los ojos de Georgia se abrieron de par en par evidenciando su asombro y su furia iracunda, luego soltó una risotada.

-¡Me llamaste Alexa!, tu... ¿Me llamaste por su nombre?
-Fue un error, la vi a la distancia y mi mente me traicionó...
-¿Crees que tienes oportunidad con Alexa Brave? Que lástima por ti, eres un iluso. -se reía de él al mismo tiempo que lloraba de forma amarga.
-Nunca he estado interesado en Alexa Brave, pero en dicho caso, ¿Crees que no soy suficientemente bueno para ella? Eso lo veremos...
-Suenas muy seguro, solo hay un pequeñísimo e insignificante detalle...
-¿Y eso que puede ser? -preguntó él divertido cruzándose de brazos.
- Pues... que Alexa es Gay... -usó nuevamente esa carta, al parecer resultaba muy chocante para las personas cuando lo decía, lo miró triunfante, ahora James abandonaría aquella estupidez y se concentraría en ella.
-¿Dijiste que Alexa es gay? No, eso no es posible. -intervino Cole que entraba en ese mismo momento y la había escuchado.

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