24. Confrontación

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Cole fue a toda prisa hacia el ascensor esquivando la gente a su paso, preguntándose si había pasado esos quince años soñando con un imposible. Estaba siendo impulsivo, lo sabía, pero no aguantaría un día más esa incógnita o se volvería loco, tenía que saberlo ahora, necesitaba enfrentar a Alexa de una vez por todas, necesitaba saberlo ya.

Las puertas se abrieron y entre la gente que lo abordaba vio a Georgia, era una de las mejores amigas de Alexa, si alguien podría saber algo era ella.

—Señor Dunn.
—Bienvenida otra vez, ¿tienes algo para mi?
—¡Oh... sí!, —él parecía apurado a lo que ella reaccionó algo nerviosa.— aquí tiene. —Cole tomó los documentos, mientras le hacía señas a los que iban a abordar para que esperaran el siguiente y dejó que las puertas se cerraran con ellos dos dentro.

—Muy buen trabajo  —señaló ojeando los papeles.— Lamento que te hicieran traermelos personalmente acabando de llegar.
—No, no hay ningún problema, Alexa estaba ocupada y realmente no me pesa.
—No tienes que maquillarlo, sé que Alexa haría lo imposible para evitar verme.
—Pues... —Cole río tratando de romper la tensión.
—Tranquila, no estoy disgustado. Es solo que no tengo suerte con Alexa. Tal vez no soy su tipo, ¿Sabes qué tipo de hombre le gusta?
—Pues... Alexa es un poco extraña, nunca le he conocido un novio, siempre trabajando, ¿Quién puede vivir así?. —Cole sintió un cubo de agua fría caer sobre él, mientras ella seguía parloteando.— Sé que usted le propuso salir y ella lo rechazó. Yo diría que es demasiado rara... no sé si me entiende.

En ese momento el ascensor paró y las puertas se abrieron. Cole ya se había transformado por dentro, caminó fuera del edificio, Alexa lo esperaba en el frente; por primera vez sonrió cuando lo vio. Lucía tan bella y radiante, pero él ya sabía su oscuro secreto.

—Eso fue rápido, pensé que tendría que esperar. —Georgia pasó junto a ellos de vuelta al trabajo, tratando de evitar la mirada de Alexa. De inmediato se dio cuenta de que algo andaba mal.
—¿Fue divertido?
—¿A que te refieres? —ella estaba ajena a lo que él decía.
—Jugar conmigo, besándome y dándome esperanzas, cuando sabes muy bien lo que eres.
—No entiendo, ¿Qué? —cientos de cosas pasaban por su mente intentando comprender.
—Ahora todo tiene sentido, tu forma de tratarme, cómo me rechazaste cuando te invité a salir, ¡no sé cómo no me di cuenta antes!
—Espera, tu crees que yo, soy... —la ira y el enojo empezaron a apoderarse de ella, ¿Acaso se había vuelto loco?
—¿Vas a negarlo? —Alexa siempre fue una ferviente luchadora en contra de todo tipo de discriminación, así había conocido a su jefe y ahora mejor amigo, Oscar, cuando estaban en la universidad fue atacado no solo por ser gay, sino también por su sobre peso, color de piel e incluso por su ascendencia étnica latina, en cierta ocasión Óscar fue golpeado de tal forma que casi lo matan; por lo que no tenía paciencia para manejar cualquier señal de intolerancia disfrazada de «no soy homofóbico/a, pero lo tolero», en fin... La hipocresía; eso unido a aquel hombre exigiéndole una explicación como si tuviera el derecho de juzgarla, fuera aquello cierto o no, activaron algo en su interior. ¿Cole Dunn quería saber lo que era? Entonces se lo diría.

— Sabes qué, tienes razón... Sí, soy lesbiana, ¿Contento?

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