10 | ¿Y si no me quiere?

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—¿Cómo te has estado sintiendo? —La tía Nati estaba revisando mis marcas que no habían cambiado nada en estos días

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—¿Cómo te has estado sintiendo? —La tía Nati estaba revisando mis marcas que no habían cambiado nada en estos días.

—Igual, no me han dado ataques, sí he tenido uno que otro dolor, pero pequeños.

—Mm, quizá esté mejorando y no incrementando como ya había dicho. —Tenía su mano en su barbilla, era un gesto que hacía cuando evaluaba la situación.

—Eso espero, no podría sobrevivir si los dolores llegaran a incrementar —dije recordando la vez donde Alex me tocó la cicatriz.

—Pero no podemos descuidarnos, el dolor podría regresar en cualquier momento, y hasta no encontrar la forma de controlarlo tendrás que seguir vigilada y reposando.

—Ya me duele más el cuerpo de estar acostada. —Me quejé haciendo un puchero.

—Bueno tendrás tu tiempo para ir a caminar, tal vez alrededor de la mansión, es cierto que también ocupas mantenerte fuerte.

—¡Por fin! —dije levantando los brazos. Luego voltee mi mirada a Ariana—. Sí escuchaste ¿no?

—Sí, sí escuche —dijo dándome una cálida sonrisa.

—Ah, bueno, igual ¿podría decirle eso también a mamá? —La tía Nati también se río, ¡vaya! Andaba de buen humor.

—Sí, también les informaré a tus padres de eso cuando les diga el avance.

—¿No sabe cuándo se quitaran esas cicatrices? —pregunté observándolas con malestar.

—No podría tener la certeza, ya ha pasado tiempo y no han cambiado nada. —Suspiré. 

Intentaba parar las miles de preguntas en mi cabeza porque sabía que me llevaría a un camino oscuro.

—¿Ha descubierto algo más sobre qué tiene que ver mi mate en todo esto? —Realmente no estaba tan segura de querer saber la respuesta a esa pregunta pero era necesario hacerla.

—No, creo que la respuesta esta en los símbolos de los brazos, pero no he encontrado registro de ellos en ningún lado.

—¿Entonces?

—Creo que nuestra única opción es esperar a su cumpleaños, es en un par de semanas, si tu mate aparece en la fiesta probablemente tendremos varias respuestas con él.

De verdad esperaba que sí, pero al mismo tiempo odiaba que estuviera involucrado, no podríamos tener una historia normal de pareja.

La tía Nati se fue de mi habitación después de terminar de checarme.

—Entonces, ¿qué quieres hacer ahora? —preguntó Ariana.

—Levantarme y salir corriendo — dije totalmente seria. Ariana frunció el ceño y después sonrió.

—Te dijeron caminar, no correr —La mire unos segundos.

—Pero eso quiero hacer, quisiera poder correr lejos de ahí y que mis problemas no me siguieran —dije mirando el techo.

Maldición FraternalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora