Igual sucedieron las cosas.
Felix miro a Diana desde la mesa en donde se encontraba, estaba sentado junto a Miles y Maia, aunque en realidad no estaba muy metido en la conversación de ambos. Miró hacia Jensen que estaba en la mesa de la comida y notó que él también lo miraba. Felix quitó la mirada rápido y tomó del ponche que tenía en la mano.
—Con cuidado, Felix, te vas a ahogar—dijo Maia al verlo, Miles dirigió su mirada a él.
— ¿Qué pasó? —preguntó Miles.
—Se está tomando todo el ponche de golpe—respondió ella, Felix se encogió de hombros.
—Estoy bien—les dijo. Miró a Jensen y se dio cuenta de que él caminaba hacia ellos.
—Hey chicos—dijo Jensen sentándose al lado de Felix, le colocó un cupcake frente a él—. ¿Te gustan?
—Sí, gracias—le dijo, Jensen le sonrió y sacó su teléfono para revisar sus mensajes.
Felix tomó el cupcake y notó que Miles lo miró con una sonrisa divertida. Éste lo miró con duda y Miles sólo negó para dirigir su atención a su novia.
—Oye Felix, ¿quieres salir un rato? —preguntó Jensen apoyando su rostro con su mano—.Hay mucho ruido aquí—le dijo.
—Claro—dijo y pensó en la posibilidad de decirle a Jensen lo que ocurría. Él podría ayudarlo a tener una mejor idea.
Ambos se levantaron y caminaron hasta el pasillo del instituto. Ahí podía ver algunos de los estudiantes pero ninguna cara conocida, por la hora que tenía, todavía Diana no saldría ebria al pasillo.
— ¿Y qué te ha parecido el Instituto? —preguntó Jensen sentándose en el suelo del pasillo. Felix se sentó junto a él.
—Es agradable, pero llevo sólo una semana—le dijo, Jensen asintió entendiendo su punto.
—Las personas son amables, al menos los de nuestro salón—mencionó—. Y son de mente muy abierta, cosa que agradezco—le dijo—. Todavía hay alguno que otro que tiene cierto prejuicio pero es entendible.
— ¿A qué te refieres?
—Me gustan los chicos, Felix—confesó con tranquilidad. Felix pensó en las veces que ha tenido que aclararlo para que lo dijera sin miedo—, Bueno, me gustan las chicas también pero las personas no te miran raro cuando lo dices.
—Sí, puedo entenderte—le dijo. Jensen lo miró curioso.
— ¿También te gustan los chicos?
—No, yo...—pensó, en realidad no estaba seguro de esa respuesta. Nunca se había detenido a pensar en esa posibilidad—. No sé, nunca lo he pensado.
—Oh—dijo Jensen y miró hacia otro lado.
Felix suspiró sin saber qué más decirle. Miró el perfil del chico y su mirada cayó en sus labios y nuevamente el recuerdo de haberlo besado apareció en su mente. Se obligó a voltear la mirada.
—Jensen, tengo que decirte algo que posiblemente no me creas a principio—le dijo. Jensen alzó una ceja curioso y esperó a que él continuara hablando—. Esta es la cuarta vez que vivo este día.
— ¿Disculpa? —preguntó creyendo haber escuchado mal.
—No sé qué sucedió pero he tenido que viajar hasta este día varias veces—le dijo—, es la tercera vez que regreso y la cuarta vez que lo vivo. Y he estado en diferentes realidades luego de ello.
—Okay, Felix, no te quiero tachar de raro pero eres raro.
—Por favor, tú me creíste la última vez y me trajiste a este lugar nuevamente.
— ¿Cómo hice para traerte?
—Me besaste—confesó. Miró la hora en su reloj—. Diana saldrá al pasillo en menos de dos minutos, estará borracha y se sentará al lado de la entrada del salón de biología.
Jensen no podía creerle tan rápido porque simplemente lo que le decía era casi imposible. Había visto muchas series y películas que trataban esos temas pero todo era ciencia ficción, nada era real.
—El día se acabará y me lanzará a una nueva realidad cuando lleve a Diana a su casa y ella me vomite encima—le dijo.
No tenía sentido nada lo que Felix decía pero Jensen no tuvo mucho tiempo para negarlo porque apareció Diana en el pasillo. Jensen la miró impresionado por lo que le había dicho el chico y la miró tambalearse hasta llegar a la puerta de biología y sentarse al lado de ella. Apoyó su cabeza en la pared y suspiró.
Jensen se iba a levantar cuando Felix tomó su mano.
— ¿Me crees ahora?
—Pudo ser sólo una coincidencia.
Felix negó y se levantó del suelo.
—Te veré en la nueva realidad.
›››
— ¿Nunca has pensado que las estrellas son como la purpurina? —preguntó Diana apuntando al cielo—. Una gigante pista de purpurina—rió. Vio un pequeño charco de agua y caminó hacia él para saltar.
Felix la frenó.
—No, te vas a mojar—le dijo.
—Que amargado—le dijo—. Así no me agradas—tomó la mano del chico al sentirse un poco mareada.
—Vamos con cuidado, cuando llegues a tu casa tienes que descansar—habló caminando lento con ella. A pesar de ser medianoche, podía ver a algunas personas en la calle, posiblemente los que salían tarde del trabajo—. No puedo creer que te hayas negado a tomar el taxi.
—Podía vomitar, que asco—le dijo ella e hizo e imitó el sonido del vómito. Felix frunció el ceño—. ¿Estás con Jensen?
—No, somos amigos—le dijo.
—Él me miraba como si quisiera alejarme de ti—murmuró—. ¿No tienen nada?
—Acabo de conocerlo—habló—. No estoy interesado en él. No me gustan los chicos.
— ¿Y las chicas?
—Sólo si eres tú—confesó, Diana lo miró y abrió los ojos de forma exagerada.
—Wow wow wow—repitió varias veces—. Ya casi llegamos a mi casa—suspiró—, ¿estás triste porque debes dejarme?
—Quiero que estés bien en tu casa.
—Eres tan lindo—sonrió—. No te he dado mi número, dame tu teléfono.
Felix sacó su teléfono del bolsillo y se lo entregó ya desbloqueado. Diana sonrió y anotó su número.
—Mira cómo me anoté—rió entregándole el celular.
—Diana la más hermosa y un corazón—leyó y Diana volvió a reir—. Dejaré este si tú me colocas un corazón también.
—Es un trato, Felix—le dijo y se detuvo—. Es por esta calle—lo llevó hacia su casa.
Felix caminó con ella hasta la puerta. Diana lo abrazó tomándolo por sorpresa porque eso no había sucedido en ninguna de las otras veces.
—Gracias por acompañarme—le dijo y besó su mejilla.
—Está bien, anda entra—Diana se alejó y lo miró—. Por favor, no olvides esto, ¿si?
—No lo haré—dijo y se llevó la mano a la boca mareada.
—Diana, ¿te sientes...
Y no pudo terminar la pregunta porque el vómito cayó sobre él por cuarta vez.
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La primera vez de muchas
Teen FictionElla. Diana D'Alessio. Su mejor amiga. Quizás si la hubiese conocido de otra forma la historia sería otra, pero no, la había conocido en la peor forma posible, en la única forma que podías tener un paso directo a la amistad y no podías hacer nada pa...