Capítulo 3

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Mírame a mí que estoy frente a ti

—Míralo—comentó Diana, ella y Felix se encontraban en las gradas de la cancha de fútbol mientras miraban (bueno, sólo Diana), a Fabricio entrenar—. Es tan guapo, y es súper amable y divertido, ¿no es un excelente partido?

Felix sonrió de forma forzada, no sabía cómo había accedido a estar con ella mirando al chico que le gustaba cuando ella podría estar mirándolo a él. Vio a Jensen llegar a la cancha mientras se colocaba la playera del equipo, se rió porque sabía que siempre llegaba tarde.

—Chicos, ¿qué hacen aquí? —preguntó Miles llegando a su lado.

—Venimos a...

—Apoyar a Jensen—dijo Diana interrumpiendo a Felix, colocó una mano en la pierna del chico y este se tensó—. Ya sabes, necesitamos que el capitán del equipo tenga una buena barra, incluso cuando sólo es práctica—rió ella, Miles la miró extrañado por su comportamiento—. ¿Tú que haces aquí?

—Jensen me llevará a casa hoy—dijo—, mi hermana no puede pasar a buscarme entonces le pedí el favor—explicó y se recostó en la grada.

Diana asintió para mirar nuevamente a la cancha, su mirada se enfocó en Fabricio quién estaba conversando con uno de los chicos del equipo mientras hacía los ejercicios de estiramiento. Miles se acercó un poco a Felix y le susurró al oído.

—No está aquí por Jensen—miró a los chicos del equipo de fútbol—. Ella viene a ver a alguien del equipo.

—Puede ser—mencionó Felix, Miles bufó.

—Uhh, mal para ti—mencionó bajo, Felix lo codeó para que dejara de hablar, Diana podría escucharlos en cualquier momento.

Jensen volteó a verlos y los saludó con la mano, Miles y Felix le devolvieron el saludo, el chico se fijó en Felix y luego su mirada se dirigió a Diana y la siguió hasta dar con el foco de la atención de la chica: Fabricio.

Supo al instante por qué Felix y ella estaban ahí.

Escuchó el silbato del entrenador.

—Los quiero en dos equipos—comentó el entrenador—. Tienen cinco minutos para iniciar.

Diana miró a Fabricio y este caminó junto al chico con el que estaba conversando al lado de Jensen, lo más probable sería que eran del mismo equipo.

— ¡Vamos! —gritó ella desde la grada, Miles y Felix la miraron y ella sonrió—. ¡Gana Jensen! —apoyó ella, Jensen sonrió divertido.

—Esto es tan raro—mencionó Miles.

Felix sólo rodó los ojos y se quedó mirando a Fabricio, ¿qué tenía él de interesante?

›››

—Venga Felix, te llevo también a tu casa—mencionó Jensen, Diana se había marchado hace unos minutos ya que su hermano mayor la había pasado buscando. Felix le sonrió a su amigo y los tres caminaron hacia el auto del pelinegro.

—Deberíamos pasar a comer algo, tengo tanta hambre—dijo Miles, Jensen negó.

—Tengo cosas que hacer en casa—comentó y miró a su mejor amigo—. Te dejaré en tu casa primero.

Miles frunció el ceño.

— ¿Por qué? Mi casa está más cerca de la tuya que la de Felix—dijo—. Es más fácil si lo dejas a él y luego a mí.

—Sí, pero...tengo que ir a comprar algo en la farmacia para mi mamá y luego voy a casa—explicó—. La farmacia está más cerca de la casa de Felix.

La primera vez de muchasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora