Capítulo 18

381 67 36
                                    

Cuando Felix conoció a Jensen

El chico volteó a verlo y dio un pequeño salto sobresaltándose de que Felix estuviese ahí junto a él; en la semana que llevaba en el Instituto, no se habían hablado, ni siquiera una mirada le había dado, por lo que le causaba mucha curiosidad y nervios que él estuviese ahí con él.

—Hola—respondió Jensen bajo, miró hacia su lado derecho creyendo todavía que Felix no hablaba con él.

—Me llamo Felix—dijo con una sonrisa tímida, ni de cerca a la seguridad que tenía cuando se le acercó.

Le parecía tonto sentirse así, era Jensen, lo conocía ya y le tenía la confianza suficiente como para no tener que tartamudear ni actuar con miedo y vergüenza. ¿Qué tenía ese Jensen que fuese diferente al que él conocía?

«Lo sé»—pensó Jensen, para luego tomar su mano y saludarlo.

—Es un gusto, Felix—murmuró—, yo me llamo Jensen. Estamos juntos en algunas clases—se apresuró a decir aunque se arrepintió al momento, parecía como si hubiese estado prestándole mucha atención—que era así—, pero no quería que lo supiese. Felix asintió y señaló la silla al lado del pelinegro.

— ¿Puedo? —Jensen asintió, debía confesar que le encantaba a idea de que Felix llegase a él primero y no como lo había planeado.

Jensen había llegado temprano a la fiesta y estuvo todo el rato buscando a Felix. Toda su semana fue un constante fracaso para acercarse al chico y se prometió a él mismo que haría algún movimiento con él en el baile. Quería conocerlo; le pareció bastante lindo desde el primer momento en que lo vio pero no estaba muy seguro de cómo podría sentirse él si se le acercaba y coqueteaba tan rápido. Tenía que ir poco a poco descubriendo qué era lo que le gustaba a Felix.

—Esta es la primera vez que vengo a un baile—confesó Felix, Jensen volteó a mirarlo.

¿Qué debía responderle? Tampoco era como si ese baile fuese la gran sensación como para alardear de él y prometerle la mejor noche de su vida escolar.

— ¿No hacían bailes en Leosville?

—Sí, pero nunca iba—rió—. Mi mamá me obligó a venir porque le había prometido a mi hermana que la acompañaría. Pensé que lo olvidaría pero heme aquí.

—No será tan malo, lo prometo—dijo dándole ánimos.

—Tan malo—alzó una ceja Felix, Jensen negó riendo por lo que le había dicho. Había prácticamente admitido que sería una mala experiencia.

Bueno, tan equivocado no estaba; un vomito que se repetía miles de veces sobre tus zapatos no era una experiencia muy placentera.

—Pues las personas dicen que la primera vez que haces algo siempre es un desastre—intentó acomodar su comentario. Felix creyó que Jensen se veía tierno intentando darle ánimos.

— ¿Y tienes hermanos?

—Tengo una hermana menor, es una bebé—dijo y se acomodó en su silla—. Mis padres divorciaron cuando tenía como siete años y mi papá volvió a casarse hace poco; de ahí mi hermana.

—Oh, que interesante—realmente ya sabía esa información pero creyó que sería bueno hablar un poco más sobre ellos para que pudiesen ser amigos en el futuro.

Faltaba que Miles llegase, pero ya no sabía cuándo pasaría debido a que había cambiado todo el inicio de su noche.

—No tanto—se encogió de hombros—, aunque la esposa de mi papá me agrada, le gusta tejes y me teje muchos suéteres—rió—. Ella tiene dos hijas mayores que yo pero están fuera del país.

—Yo sólo tengo a Fátima—mencionó Felix—; la gente dice que sería genial tener un hermano gemelo pero créeme que no, no es muy emocionante tener a dos versiones de ti, más si una es hombre y otra es mujer.

—Bueno, yo soy bisexual, así que sería para mí lo mejor ambos mundos—rió sin darse cuenta de que su comentario podía interpretarse de tantas maneras, maneras que Felix no podía sacar de su cabeza

Como la realidad pasada en donde él era novio de Fátima. ¿Ahí también era lo mejor de ambos mundos? Un sentimiento de celos apareció en su cuerpo y se obligó a quitarse esa idea. El Jensen de esa realidad no era el mismo Jensen que tenía a su lado y mucho menos el Jensen de su realidad; eran tres personas distintas que por cosas extrañas, tenían la misma cara, el mismo cuerpo y causaban as mismas emociones en él.

Se había quedado en silencio que preocupó a su compañero. Jensen tocó el hombro del muchacho esperando llamar su atención.

—Emm, ¿quieres bailar? —preguntó tímido ante la respuesta.

Felix sintió un calor en su pecho y una sonrisa apareció en su rostro. Qué importaba los otros Jensen de las otras realidades, en ese momento estaba con un Jensen diferente.

—Sí—dijo, Jensen se levantó de la silla y le tendió la mano a Felix para llevarlo a la pista.

Felix miró su mano, estaba estirada frente a sus ojos; con lentitud acercó su mano a la de él y la tomó. Una corriente recorrió su cuerpo pero intentó ignorar el efecto que Jensen estaba causándole.

Jensen lo llevó hasta la pista de baile, una canción de Halsey sonaba y el chico se apresuró para tomar a Felix de la cintura y bailar frente a él. Felix no sabía bailar o al menos no sabía bailar con Jensen frente a él, muy cerca de su cuerpo y con su mano posada en su cintura.

¿Por qué no le había dicho nada?

¿Estaba bien que lo hiciera?

¿Por qué no le molestaba que lo hiciera?

—Tienes dos pies izquierdos—le dijo Jensen haciendo que regresara al momento, lo miró y notó la sonrisa cómplice que llevaba.

Definitivamente era una faceta de Jensen que desconocía, pero que no le molestaba en absoluto. Deseaba saber lo que pensaría el Jensen de su realidad si llegase a saber cómo su clon de otra realidad se comportaba con él.

—Soy muy malo bailando—confesó siguiéndole el juego.

—Tranquilo, yo te enseño—la música cambió a una más movida y todos en la pista comenzaron a saltar siguiendo la coreografía—. Esta es fácil, sólo imítame—rió y se puso a dar saltos igual que el resto.

Felix asintió y saltó también, Jensen tomó su mano y saltó a su lado hasta que apareció el coro de la canción y los movimientos eran diferentes. Tomó a Felix y le dio una vuelta para luego reírse de la expresión de sorpresa que tenía, se veía tan lindo. Como si pudiese en ese momento tomarlo de los cachetes y plantarle un beso en los labios.

El muchacho siguió los movimientos de Jensen y supo que, aunque estaba haciendo el ridículo en ese momento, no importaba porque todos a su alrededor andaban en lo suyo y tenía a Jensen a su lado.

— ¡Te mueves bien! —dijo Jensen y Felix asintió, se estaba divirtiendo.

Sin embargo, algo hizo que Felix se detuviera en medio de la pista. Sus ojos se clavaron en la chica que bailaba a unos metros de él, fue como si lso reflectores se hubiesen fijado solo en ella y fuese lo único que pudiese ver.

Ahí, en ese momento, recordó lo que estaba haciendo en ese baile.

Diana D'Alessio estaba frente a él y recordó el porqué de todas esas veces que intentó acomodar ese día del baile.

----------------------------------------

"Gracias Genesis por darme un capítulo tan Fensen y luego arruinarlo con Diana" Je, de nada, besos.


La primera vez de muchasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora