Felicidad [Gajeel Redfox]

XVII. Tenroujima part.4

Capítulo 17:
Aún existen...

Isamu sonrió mientras miraba a las personas de su gremio disfrutar a pesar de sus heridas, fue muy divertido ver como todos sonreían y Laxus de alguna manera había entrado en el juego, haciendo que el equipo Raijinshuu casi estuviera en las nubes, en especial cuando Evergreen exclamó que Elfman le había hecho cosas y Laxus le miró fijamente para luego darla una palmada en el hombro mientras asentía con los ojos cerrados en una versión de... "Mis más sentidos de pésame".

El rostro de la azabache se oscureció al ver cuando Gajeel que estaba casi completamente curado hacía una fila para "tratarse" con Erza la cual poseía un atuendo de enfermera sexy y empleaba un tono de voz seductor, Isamu no fue la única afectada y Juvia hizo lo mismo exclamando del nombre de Gray.

La chica miró fijamente a Gajeel el cual sintió que le estaban apuñalando con la mirada y volteó para encontrarse con un escuadrón de chicas celosas, sintió como un pequeño sudor recorría su espalda y se preguntó si era buena idea tratarse con Erza.

-Gah... -la mandíbula del azabache cayó al suelo cuando vio como el escuadrón de chicas se quitaba la ropa quedando en trajes de baño, ¿Su Isamu dejándose expuesta? ¿Qué clase de brujería era esa?

-¡Chicos~! Si necesitan ser atendidos también estamos nosotros~ -habló dulcemente Levy mientras mostraba pastillas para quitar el dolor muscular, ¡No iba a perder contra pechos grandes cuando había a su lago otros más grandes!

-¡S-si! Wendy-chan y yo podemos sanar sus heridas con magia curativa -asintió bruscamente Isamu mostrando burbujas.

-¡No la miren pervertidos! -gritó Gajeel abrazando a la azabache mientras la intentaba cubrir con sus brazos.

-Mmm... sabía que te escondías, pero no tanto -asintió Laxus al principio de la fila.

-¡No mires chispita! -gruñó el azabache, pero sintió como lo corrían para un lado y miró como burbujas rodeaban al rubio.

-Tan refrescante como siempre -asintió complacido Laxus ignorando al azabache.

-¡Uh! ¡Yo también quiero intentar! -exclamó Natsu mirando las burbujas.

Una vez todos recuperados, empezaron una nueva pelea grupal, por su puesto, siendo encabezada por Gajeel y sus celos mientras que Natsu le seguía y terminaron hiriéndose de nuevo, sí, ese definitivamente era el gremio de Fairy Tail que conocía, peleándose por cualquier cosa después de unir sus fuerzas para derrotar a un gran y poderoso enemigo.

Las chicas miraron con tranquilidad mientras que los chicos seguían discutiendo sobre los exámenes de clase S o al menos Natsu que no paró hasta que el maestro lo estampó contra un árbol y se rindió, lo que provocó algunas risitas al ver como el pelirrosa estaba completamente acabado de un solo golpe.

La paz reinaba mientras que todos disfrutaban a su manera y hablaban de cualquier cosa, Lucy y Cana fueron a darse un baño, mientras que Gildarts y Natsu fueron a pesar, a su vez, el equipo Raijinshuu reconectaba lazos distantes enterándose de las vidas de los miembros y Laxus molestaba a Lisanna preguntándole si era la verdadera.

Isamu y Levy estaban abrazadas mientras hablaban de libros que se recomendaban y qué películas iban a ver en su semana de chicas, todo era armonioso y tranquilo, era una paz tan relajante y llena de sonrisas que calentaba el corazón de cada uno, conectándolos con un lazo que jamás se podría romper, quemar o desintegrar.

Todos estaban felices compartiendo como uno solo.

Como miembros de Fairy Tail.

O al menos eso sucedía hasta que un feroz rugido resonó en toda la isla, haciendo temblar la tierra, alejar a los animales y agitar el viento, el rugido de un dragón resonó en la isla Tenrou.

Y luego le siguió otro para la incredulidad de los magos.

Y entonces, para la conmoción de todos, en el cielo apareció una gran sombra abriéndose paso de entre las nubes, rebelando largas y gruesas alas negruzcas con detalles turquesas, una gran garra oscura como la brea, pequeños ojos redondos de color blanquecino y una boca que rebeló afilados y puntiagudos dientes a la vez que daba un escalofriante rugido.

La cola gigante y escamosa se contorsionó, alejando las nubes a la distancia y dejando a la vista su completa figura dominante, aterradora.

Los Dragons Slayer estaban conmocionados, confundido, en shock y algo emocionados, tenían tantas emociones dentro de sí, por fin veían a otro dragón desde que sus mentores, sus padres, desaparecieron ese terrible día.

-El dragón negro del apocalipsis... ¿Es el llamado Acnologia? -habló firmemente, con un tono dudoso e incrédulo, el maestro Makarov a su vez que veía el imponente dragón sobrepasarlos.

-Si... no hay duda -habló Gildarts seriamente, a su vez que veía fijamente al cielo con una cara endurecida.

-Los dragones aún existen... -habló Lucy en shock.

-¡Tú! ¡¿Sabes dónde está Igneel?! -gritó Natsu- ¡¿Y también Grandine y Metalicana?!

-¡Ya detente, Natsu! -gritó alterado Gildarts- ¡No lo provoques! Sé que te dije como conseguí este brazo... ¡No! ¡La manera en que todo mi cuerpo se puso así!

-Kgh... kgh... -Natsu apretó sus dientes, mirando al suelo con una expresión difícil de describir, tenía tantos sentimientos encerrados dentro que era como si una tormenta se desatase en su interior.

El dragón bajó, lanzando todo su cuerpo contra la isla.

-¡Está bajando! -gritó Freed.

-¡Éste no es el tipo de dragón que Natsu y los demás aman! -gritó Happy- ¡Este es maligno!

-Sí... tienes razón -habló Gildarts en el momento en que el dragón aterrizó completamente en la isla- ¡Este bastardo es un enemigo de la humanidad!

-¿Entonces vamos a pelear contra eso? -preguntó levemente alterado, Natsu.

-No, estás completamente equivocado, Natsu -habló de manera firme Gildarts-. No se trata de ganar o perder contra esta cosa... sino de cómo vamos a escapar de él... no, en realidad, ¿Cómo lograremos sobrevivir?

Los ojos de Natsu se abrieron completamente perdiendo el brillo en shock.

-¡¿Estás diciendo que esa cosa va a matarnos a todos?!

Un gran rugido escapó de las fauces del dragón portador del apocalipsis.

-¡Oh no! ¡Todos corran! -gritó Gildarts con urgencia.