III. Día de chicas

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Capítulo 3: Día de Chicas

Isamu sonrió mientras tenía un día de chicas con Levy, ciertamente fueron a comprar algo de ropa y ver alguna obra de teatro, también leyeron en conjunto bajo un árbol en el parque, comieron la comida que querían, jugaron entre ellas juegos que no...

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Isamu sonrió mientras tenía un día de chicas con Levy, ciertamente fueron a comprar algo de ropa y ver alguna obra de teatro, también leyeron en conjunto bajo un árbol en el parque, comieron la comida que querían, jugaron entre ellas juegos que no jugaban desde niñas y finalmente fueron a la casa de la azabache para hacer una pijamada.

Ambas habían sido tan unidas desde que se conocieron, que la azabache tenía una habitación decorada especialmente para Levy, con libros, cosas que le gustaban y ropa de la peliazul, la cual se iba a quedar algunos días, en especial la semana de pijamada que tenían planeadas todos los meses, juegos de mesas, hasta infantiles, a veces haciendo payasadas u otras veces consolándose por cualquier cosa que les pareciera triste.

Levy era muy protectora con Isamu y lo mismo sucedía con la azabache, por lo que si veían lágrimas en los ojos de la contrario saltarían de su estado pasivo a uno agresivo, Levy aún recuerda cuando las estaban molestando a ambas cuando Jet y Doy no estaban cerca, eran niñas pequeñas, pero en el momento en que los niños le pusieron una mano encima a ella, Isamu los golpeó contra la pared hasta hacerlos pulpa y su magia destrozó parte de los suelos por la presión, nunca más volvieron a ver a esos niños ya que les temían.

—¿Te acuerdas cuando éramos pequeñas? —soltó una pequeña risita Levy— Si se metían conmigo o alguno de nuestros amigos eran una chica de sangre caliente, aunque la mayoría de las veces eras tranquila.

—Uwweee... —Isamu se sonrojó hasta las orejas—. N-no me lo recuerdes —habló abochornada.

—Oh vamos, si eras muy linda enojada, ¡Parecías toda una guerrera! Eras como mi caballero de armadura dorada —bromeó Levy haciendo que el sonrojo de la chica se profundizara aún más.

—Y tu mi jinete en su blanco corcel —guiñó un ojo avergonzada la azabache—. ¿Te acuerdas a los doce cuando me esas chicas me insultaron?

—¡Ni me lo recuerdes! ¡Las volvería a agarrar por el pelo y golpearlas contra la mesa! —habló enojada— ¡Peor aún! ¡Las llevaría a Erza-chan y Mira-chan!

Isamu y Levy siguieron hablando durante casi toda la noche hasta que se durmieron juntas en la habitación de la azabache, Levy cómodamente apoyó su cabeza en los pechos de su amiga y la abrazó como si fuese un gran peluche mientras que Isamu la abrazaba protectoramente y usándola como peluche de cuerpo completo.

Ambas durmieron hasta tarde en la mañana y cuando se levantaron, listas para salir fueron a una cafetería a desayunar un dulce pastel junto con un suave té para Levy y un potente café con leche para Isamu la cual suspiraba de placer por la bebida caliente.

La peliazul sonrió divertida y manchó la nariz de su amiga con pastel y la azabache le siguió el juego, haciendo que ambas probaron el pastel de la otra, sintiendo un rico sabor.

—A la próxima dime que pida del pastel que pediste, tiene muy buen sabor —habló satisfecha con el buen sabor del pastel, Levy.

—El tuyo también, me gustó en especial el glaseado —habló Isamu sonriendo y se metió una dona a la boca para luego tomar un poco de café.

—Las donas de este lugar también son muy buenas —asintió Levy robando de la comida de la azabache la cual asintió con una sonrisa placentera.

—Ah~ comería de esta pastelería para toda la vida, pero si vas al gremio con comida rica va a terminar en el suelo —habló lastimeramente la azabache.

—Ni hablar de llevarlo al gremio, ¿Por qué crees que Erza-chan se enoja tanto? Su pobre pastel de fresa —negó suavemente Levy.

—Si fuera Erza-chan me pondría a llorar.

—Erza-chan elige matarlos.

—Touché.

Ambas se miraron y soltaron una pequeña risita divertida antes de chocar los cinco y pagar la cuenta para caminar al gremio, Levy apoyó su cabeza en el hombro de la azabache la cual apoyó su cabeza en la cabeza de la peliazul y ambas caminaron de esa forma hasta el gremio.

—Waa Levy-chan se ve muy feliz hoy —habló Droy emocionado mirando la gran sonrisa que tenía Levy.

—Apuesto a que ayer tuvieron una noche de chicas —se burló Jet.

—¡Adivinaron correctamente! —sonrió Isamu mientras Levy le abrazaba el brazo.

—Es obvio, siempre que tienen esas largas noches de chica Levy-chan siempre está radiante al día siguiente —asintió Jet y Droy le secundó.

Las dos chicas empezaron a hablar de libros mientras que los dos hombres estaban discutiendo que tan fan eran de Levy y lo linda que era junto con su opinión de esas "noches de chica revitalizadoras" a las que asistían las dos chicas, luego signos de interrogación escaparon de sus cabezas pensando en que es lo que harían esos días de chicas en donde los hombres estaban totalmente prohibidos, al igual que lo que hacían en las pijamadas.

Isamu hizo labios de patito cuando Levy se rio de ella por sus teorías del libro que estaban leyendo en conjunto, el grupo estaba animado y decidieron tomar una pequeña misión en magnolia para que no se fueran durante mucho tiempo, por lo que terminaron terriblemente cansados después de cuidar a cuatro niños mientras los padres tenían su aniversario.

Las dos mujeres cuidaron espléndidamente a los gemelos bebés y los dos hombres tuvieron que correr por toda la casa intentando controlar a los dos niños mayores los cuales solo hacían travesuras y no les hacían caso en nada, Jet y Droy estaban que lloraban sangre hasta que Levy regañó suavemente a los niños y ellos estuvieron quietos mientras que Isamu cocinaba el almuerzo.

—Dios, no vuelvo a cuidar niños en la vida —se quejó Droy.

—Te apoyo —asintió de acuerdo Jet.

—Vamos, vamos, no fue tan malo —sonrió suavemente Isamu.

—Es cierto, solo tenías que hablarles bien y decirles cosas que entendieran —concordó Levy.

—¡Esos niños solo les hicieron caso a ustedes! —gimió quejumbrosamente Droy.

—¿Quizás Levy-chan es tan genial que puede controlar demonios? —preguntó seriamente Jet y rápidamente ambos hombres entablaron un debate de Levy, a lo que las mujeres soltaron risitas.

—Wa~ igual estoy cansada, me voy a mi casa, cargar niños es pesado —suspiró estirándose la peliazul.

—Yo estoy bien, creo que volveré al gremio —habló Isamu.

—Nos vemos mañana —hablaron el trio e Isami se despidió con una sonrisita.

—Nos vemos mañana —hablaron el trio e Isami se despidió con una sonrisita

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Felicidad [Gajeel Redfox]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora