Garden of Paradise [Jikook]

♾CAPITULO XLVIII♾

*Los años serán meses así que si son 40 años en realidad son 4 meses y un año es igual a cinco dias. El tiempo pasa demasiado rápido es por ese que se tiene ese conteo*.

Maratón 2/5
Tiempo después...

JIMIN

A veces la vida no es tan fácil como parece y el mismo destino siempre coloca pruebas para saber si verdaderamente merecen estar juntos o es solo un amor pasajero. Algunos no lo logran porque su amor no es fuerte y las pruebas con el tiempo son más difíciles, más complicadas de superar.

Era así como se sentía Jimin, un juego del amor que debía superar, pero...¿Cómo se escoge entre un hijo y tu alma gemela? Porque el no sabía cómo hacerlo y eso solo lo volvía loco porque mientras las horas pasaban, los días y años avanzaban la vida de Jungkook se desvanecía.

Habían pasado más de 40 años desde que se había enterado que iba a ser padre y desde que su propia vida se había convertido en un bucle sin salida. Tanto tiempo y aún no encontraba solución para salvar a los dos porque a ambos los amaba pero los dioses y la misma vida eran tan crueles que lo hacían escoger entre las dos personas que más amaba.

Su pueblo estaba feliz porque tendrían un heredero más pronto de lo esperado, hubieron fiestas y alabanzas a Jungkook pero porque ninguno sabía la verdad, porque nadie debía saber la maldición que llevaba el gran don de ser el fénix blanco...

Tantas noches llorando no sirvieron de nada. Tantos brujos de todos lados que habían venido pero ninguno había logrado quitar la maldición o darle alguna esperanza y después de tantos años de rezos y desdichas el dolor en su corazón solo se fortalecía y la vida de jungkook, su amado, se iba.

Hubiese querido que todo fuera diferente, que el vínculo con Jungkook se completará pero estando embarazo jamás podrían hacerlo y después de lo peligroso que era le dolía no poder comunicarse con Jungkook.

Entre sus pensamientos seguía caminando a la habitación donde lo aguardaba Jungkook que desde hace   un año había pasado en cama ya que la debilidad de sus huesos y cuerpo le imposibilitaba caminar, estaba muy débil.

– ¿Amor? – pregunto al instante en que abrió las puertas

Por un momento su rostro se llenó de preocupación cuando al entrar a la habitación Jungkook no estaba en su cama pero se tranquilizó cuando la puerta del baño se abrió y de ahí salió su muy embarazado prometido con una pequeña mueca que se tranformo en una sonrisa al verlo.

– Hola –  fue lo primero que dijo Jungkook mientras su mano sobaba su vientre – ¿Mucho trabajo? –

– Si, pero lo he terminado ya – le respondió caminando a su lado para ayudarlo a ir a la cama – ¿Y tú, que has hecho? –

– Oh, ya sabes cosas de suma importancia – bromeó, inclinándose a la mesita de noche par sacar un par de zapatitos – como esto por ejemplo – mostró los zapatitos amarillos orgulloso de su trabajo.

Jimin sintió como un nudo se instalo en su garganta al verlos, eran tan pequeñitos y lindos pero su bebé estaba matando al amor de su vida. Trato de sonreír pero fallo cuando vio como la felicidad de Jungkook disminuyó y lentamente fue guardando el par de zapatitos. Intento enmendarlo tomando los en sus manos y admirandolos, estaban muy bien hechos y sabía cuánto le había costado a Jungkook hacerlos pero simplemente no podía, aún no podía decidir.

– E-están hermosos Kookie – sonrió nervioso queriendo que Jungkook olvidará todos los problemas

– No, lo siento – Jungkook parecía herido pero no por las mismas razones, no, sino porque sabía que Jimin aún no aceptaba al bebé que llevaba en su vientre, sabía que Jimin aun buscaba maneras de salvarlo pero el ya se había resignado, prefería salvar a su bebé que salvarse el, siempre sería así.