Garden of Paradise [Jikook]

♾CAPITULO XLVII♾

¡FELIZ CUMPLEAÑOS NAMJOON! MARATÓN 1/?

POV. JIMIN

No haberse levantado un mes de la cama traía sus consecuencias pues mientras camina hacia el cuarto de su padre sentía como en cualquier momento se caería de bruces pues sus piernas estaban débiles después de tanto tiempo acostado sin hacer nada.

Se dió cuenta que jungkook tenía razón, por las ventanas del castillo podía escuchar como los lamentos de su pueblo eran cada vez más altos, por un momento había sentido la necesidad de salir y mostrarse para terminar con el sufrimiento pero primero debía terminar el de su amado padre porque desde los pasillos dónde se encontraba podía escuchar las cosas estrellarse contra las paredes, los gritos y sollozos que emitía su padre. Camino más rápido, debía terminar con todo eso de una vez por todas porque mientras más pasaba el tiempo el dolor aumentaba.

En su camino no pudo evitar alegrarse por qué jungkook estuviera aquí quiso sentir enojo, irá porque lo había abandonado y dejado casí al borde de la muerte pero estaba cansado de que nunca podrían ser felices, ya no más. No quería problemas ni peleas porque después de tanto tiempo quería al menos disfrutar un poco, su alfa estaba de acuerdo pues ambos a pesar del dolor nunca dejaron de pensar ni de amar a Jungkook.

Al llegar a la habitación de su padre hubiese querido tocar y pedir permiso para pasar pero sus ojos se abrieron como platos al ver un hoyo en la puerta con llamas aún esfumandose, nunca había creído que su padre actuaría así ante su partida siempre lo vio como un hombre sabía pero al parecer la muerte de un ser amado era tan desastrosa que volvía loco a cualquiera.

– P-papá – dije entrando lentamente asustado por el estado de mi progenitor – Papá – volví a decir pero está vez un poco más fuerte, carraspeando ante el ardor de mi garganta.

Seung se volteo como un animal rabioso, como un ave defendiendo a sus crias. Su cuerpo estaba totalmente cubierto en llamas rojizas y naranjas y sus ojos ya no eran color marrón, no, ahora tenían un color cobrizo que lo hacía ver más escalofriante. Tanta era su ceguera que salto contra Jimin sin pensarlo y solo dejándose llevar por su animal interior que gritaba y chillaba, volviendo lo loco, por la perdida de su único hijo. Su pico quedó a solo centímetros del cuello de Jimin que a pesar de que parecía calmado en sus adentros estaba sorprendido y algo asustado por su padre aunque sabía que pronto se le pasaría no quiso mostrar miedo porque sería desastroso  para el corazón de Seung.

El amor a veces hacia cosas que parecían mágicas porque no importó que hace unos segundo estuviera a nada de perder la cordura, no, porque ahora se encontraba envolviendo con sus alas a Jimin, a su bebé. Más lágrimas salieron de sus ojos pero está vez de felicidad, de alivio. No hizo caso a su alfa en su interior que exigía revisar a su hijo, que exigía una explicación al verlo tan sano cuando hace unos momentos estaba dando sus últimos suspiros. Quería explicaciones, era cierto, pero al menos en ese momento no importó porque quería seguir abrazando a su hijo creyendo que solo era una ilusión de su mente que aún no aceptaba la muerte de su hijo.

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Los minutos pasaron, el tic toc en el reloj parecía cada vez más irritante y la culpa y soledad lo estaban carcomiendo por completo así que ya cansado de esperar a Jimin se levantó de la cama y anduvo de puerta en puerta, abriéndolas para poder encontrar la habitación del rey. Se encontró a algunos guardias que lo detuvieron pero al reconocerlo simplemente se apartaron, ahora no sabía si por miedo o por respeto pero fue lo que menos le importó cuando al llegar a las puertas de la habitación lo único que encontró fue que estaban reducidas a nada más que ceniza y el cuarto estaba completamente desecho pero lo que mas le llamo la atención fue ver a Jimin y a su padre acostados en la cama mientras Jimin arrullaba a su padre, después de todo las emociones lo habían hecho colapsar. Y mientras seguía viendo como Jimin soltaba algunas lágrimas sin dejar de arrullar a su padre se permitió imaginar una vida así y una pequeña chispa de esperanza nació en el al pensar que Jimin sería un buen padre, inconscientemente sus manos fueron a parar a su abdomen plano dónde crecía el fruto de dos almas unidas por una leyenda.