Garden of Paradise [Jikook]

♾CAPITULO I♾

Hace años, cuando la guerra entre cambiaformas y humanos iniciaba, el fénix más hermoso descansaba en su nido escondido entre los más bellos rosales cuidando de un huevo, su primer hijo pero los cazadores encontraron su nido e intentaron llevarse el huevo para venderlo o tenerlo en exhibición. La madre intento todo a su alcance para salvar a su único retoño fruto del amor que se tenían ella y esposo.

Los humanos al ver que ese estúpido pájaro no dejaría que se llevarán a su huevo se retiraron y solo cuando el fénix bajo la guardia quemaron el rosal donde se hallaba escondido su nido, consumiendo rápidamente todo, Sun Hee, la madre del huevito sin saber que hacer y antes de morir consumida por las llamas le pidió al sol que cuidara de su bebé, que no dejara que nada malo le pasará a el ni a su esposo.

El sol, que hasta ese momento había visto lo que las avariciosas manos del humano habían causado le concedio el último deseo que pedía esa madre para salvar a su hijo. Otorgándoles a todos los fénix el color y las llamas que ahora portaban cada uno de ellos para poder defenderse de la injusticia de los humanos pero al bebé que aún residía en el huevo le concedió algo más, algo jamás visto por nadie.

Cuando el bebé nació nadie sospechaba nada y solo cuando a los cinco años cambio a su forma animal pudieron apreciar que, sus plumas, eran tan blancas como la nieve pero que, en las puntas tenían un color entre azulado y morado. Su padre por miedo a que los humanos lo intentarán cazar por su rareza se lo llevó a un lugar que nadie sabe y desde ese momento todos los habitantes decían que esa historia era solo una leyenda porque nadie más los volvió a ver desde ese dia pasando a ser, la leyenda del fénix blanco...

Pero que equivocados estaban al creer que era una leyenda y eso estaban por verlo...

–¿Y que pasó luego, papá? –Dijo un pequeño niño de ciento diez años mientras descansaba sus piernas en el regazo de su padre y se recostaba en su pecho ansioso por saber más de la leyenda del fénix blanco.

–No lo sé mi pequeño Minie, nadie lo ha visto– Dijo su padre mientras acariciaba sus cabellos intentando que se quedará dormido.

–Pero, ¡papá!, quiero saber más sobre esa historia –Dijo el pequeño jimin intentando no quedarse dormido para seguir escuchando las historias de su padre.

–Duerme corazón, mañana seguiré contándote las historias del reino –Dijo el padre del pequeño mientras se levantaba de su silla y acostaba en la cama a su pequeño bebé.

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Habían pasado siglos desde aquella guerra en donde los cambiaformas casí llegaban a la extinción pero que, gracias al esfuerzo de cada guerrero, se había hecho justicia ganando la batalla contra la raza humana.

Los humanos casi habían destruido el planeta, pero cuando llegaron a su extinción pudimos empezar a trabajar arduamente por años para reestructurar todo lo que creíamos perdido.

Ahora en el año 2425 todos los cambiaformas vivíamos en una sola manada protegiendonos y ayudándonos unos a otros para prosperar juntos sin dejar a nadie atrás ni juzgar solo porque sean diferentes.

El lugar donde la manada se establecía era denominado garden of Paradise por su abundante cosecha, los lagos, montañas y colinas que lo rodeaban. Cada especie de cambiaforma se establecía en un colina formando pequeños pueblos que eran guiados por la línea de sangre de aquel fénix vencedor de la batalla por el título de rey.

Después de la guerra, cada año se hacía una celebración en nombre de aquellos que dejaron su vida en esa batalla con el afan de proteger a los suyos y a su pueblo. El once de noviembre de cada año se iniciaba la celebración durante tres días seguidos en donde los solteros aprovechaban para encontrar a su pareja de vida y los que ya la tenían aprovechaban para pasar juntos y reafirmar el amor que se tenían.

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El pequeño Jimin no entendía porque su abuelita no lo dejaba salir si el escuchaba la celebración que se llevaba fuera del castillo pero sus padres le dijeron que no podía salir hasta que cumpliera sus 150 años y para eso faltaba demasiado así que escabuyendose de su abuela salió por la parte de atrás del castillo dirigiéndose al pequeño bosque al que siempre iba cuando quería estar solo.

Al llegar se sentó en una roca cerca de la laguna observando el reflejo de la luna y cantando la canción que le había enseñado su madre pero mientras jugaba con unas piedritas pudo escuchar una pequeña risita que venía desde el fondo del bosque.

Su padre le había dicho que no podía entrar en esa parte del bosque pero como todo niño curioso se armó de valor y entro encontrándose con un pequeño niño que jugaba con un animalito.

–Hola, ¿Que haces aquí? –Pregunto curioso de saber el porqué el niño estaba solo en el bosque.

–Mi padre me dijo que me quedara aquí mientras el iba a buscar algunas cosas ¿Porque? –Dijo el pequeño niño distraído con el animalito entre sus piernas.

–¿Y no te pudo dejar en otro lado?, Mis padres me dicen que jamás debo entrar a este lado del bosque – dijo Jimin confundido por el descuido del padre del niño.

–Pero en este lado del bosque hay animalitos muy lindos–Dijo mientras levantaba al animalito entre sus manos para mostrárselo – Además mi papá siempre me deja aquí porque dice que el va a ir a visitar a mi mami y que cuando ya esté grande puedo ir a verla yo también –Dijo el pequeño niño sin dejar de observarlo con sus ojitos inocentes esperando su respuesta.

–¿Enserio? Pues yo...–Jimin de quedó callado cuando escucho los gritos de su abuela, buscándolo.

–Lo siento me tengo que ir, mi abuela se volverá loca si se da cuenta donde me he metido– Dijo Jimin para luego despedirse del niño agitando la mano y emprendiendo su camino de regreso.

–¡Pero no me has dicho tu nombre!–Grito el pequeño jungkook sin saber que decirle al niño bonito para que se quedará.

–¡Dime minie!–Dijo aquel niño para luego desaparecer entre los frondosos árboles.

–¿Minie? –Dijo jungkook confundido por el nombre tan raro que tenía el niño.

Cuando observó que el niño no volvería volvió a jugar con el animalito a la espera de su padre para luego irse sin volver hasta el siguiente año. Jungkook se estaba aburriendo de estar ahí  pero no quería desobedecer a su padre y salir de ese lugar pero la curiosidad lo estaba mandando así que a pasos lentos se dirigió al camino que había seguido Minie pero no camino ni dos pasos cuando una figura alta lo interceptó, cargandolo y sin dejarlo averiguar que había después del bosque.

–Jungkook, que te dije cuando te deje aqui–El hombre lo miraba severo mientras lo bajaba de sus brazos.

–Que no debía salir de este lugar hasta que tu volvieras– dijo jungkook agachando la cabeza sintiéndose regañado por su progenitor.

–Entonces no lo hagas porque si sales no te vuelvo a traer jamás –Dijo su padre para luego abrazarlo derramando algunas lágrimas en el proceso – Solo, no quiero que te pase nada–Dijo el hombre volviendo a cargar a su hijo y llevárselo sin mirar atrás.

–Adios minie– dijo jungkook volteando se y viendo a su padre ya convertido en un fénix así que no le quedo de otra que seguirlo y cambiar al fénix que todo creían, era una leyenda...