♾CAPITULO XLIII♾

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POV. JIMIN

En la mañana despertó queriendo que fuera como en los libros clichés, con el sol alumbrando en sus rostros, sus cuerpos abrazados dándose calor, ambos entre sábanas, hubiese querido que ambos despertarán tímidos al verse tan juntos, hubiese sido una mañana hermosa.

Lastimosamente la realidad no es lo que parece pues cuando despertó no había nadie en su cama, está a fría y solitaria, las cortinas de las ventanas estaban corridas lo que no dejaba entrar la luz solar y su corazón estaba cada vez más marchito.

Lágrimas empezaron a caer de su rostro al darse cuenta que todo lo había soñado, otra vez. Tantas noches de amargura y hasta ayer había creído que al fin la realidad era tan hermosa y que el destino se había puesto de su lado, pero no, a veces el sueño es tan hermoso pero debes despertar.

Su ave chillaba de dolor en su interior, tal y como llevaba haciéndolo desde hace un mes desde su partida. Sí, Jungkook se había ido sin dar marcha atrás, le había roto el corazón sin remordimiento a pesar de que muy en el fondo sabía que se lo merecía, lo sabía y por eso dolía tanto.

Aún recordaba su aroma, su piel suave, sus dulces gemidos pero sabía que todo había sido un error, un grave error y su corazón pago las consecuencias. Ninguno lo tenía previsto, sus animales habían tomado el control dejándolos en el olvido, ambos lo querían pero sabían que no podrían, así no, pero eso a sus animales no les importó, ellos olvidaron los errores del pasado y querían estar juntos, amándose como el fuego ardiente del sol.

Aquella vez fue un día caótico, el peor de todos. sus ojos ardian rojos de rabia recordando ese momento en que Jungkook le había dado su merecido, no lo culpaba, en serio que no pero en ese momento no había pensado, solo...solo quería volver a verlo.

El Vinum rubrum hizo que ambos se destruyeran, bajo sus efectos ninguno pensó en consecuencias, nadie dijo nada, nadie lo impidió porque no importaba lo mucho que hubieran avanzado, no importaba lo geniales que eran porque al final siempre habría maldad, siempre habrían malas lenguas y siempre estaría aquel dicho "si no me afecta no debe de importarme". Al parecer la guerra que hubo solo hizo que reflexionarán en ese momento, después, todos lo olvidaron.

Tres toques a su puerta interrumpieron su hundida en la miseria, no respondió, no quería y sabía que después de algunas insistencias se irían, siempre era así. Después de algunos otros golpes el silencio volvió a reinar, la oscuridad lo consumía y el dolor lo mataba lentamente.

Su cuerpo ya no brillaba, las llamas que caracterizaban a los fénix se habían esfumado, el putrefacto era lo único que se podía distinguir en esa habitación y su corazón lentamente dejaba de latir. Si estuviera convertido su plumaje estaría gris pero ya ni para eso tenía fuerzas, todas se habían ido junto con Jungkook.

Sus ganas de vivir, de reinar, de formar una familia ahora ya no eran sueños, eran pesadillas, pesadillas que lo atormentaban todas las noches haciéndole imposible conciliar el sueño. Sus ojeras eran grandes, su cuerpo tenía marcas venosas que empezaban desde sus pies y lentamente se extendía por su piel pero sin llegar a cubrirlo, aún seguía vivo así que todavía no podía ser.

Su alfa había perdido su fuerza y valentía pues sabía que el final se acercaba, ya no había nada por lo que luchar, después de Jungkook no había nada. Aún podía oír su última risa, su tacto liso y eso hacia que quisiera morir ya, no quería recordar, no quería, ya no más sufrimiento porque no importaba cuanto quisiera que estuviera aquí, Jungkook jamás volvería, ese día se lo había dejado en claro, no regresaría.

Más lágrimas con gotas de sangre escurrieron de sus ojos, lastimando le la piel y terminando en sus labios. Tal vez si en un inicio hubiera sido diferente, tal vez si no hubiera pasado, si no lo hubiera rechazado, solo si tal vez...

Ya no Jimin, quiero ser mucho más que un perdón –

– P-pero...te amo – le había rogado pero ninguna de sus súplicas fue escuchada.

Lágrimas habían salido de los ojos de Jungkook sin permiso haciéndolo más difícil – Y-yo también lo hago pero así no, me lastimaste mucho y no quiero volver a lo mismo, no ahora –

– No te dejare ir –

– Claro que lo harás, después de tantas traiciones no permitiré una más –

– ¡Jungkook! –

– Solo, ya no quiero sufrir... –

Cada vez se recriminaba más, cuando lo recordaba solo lo hacía sentirse peor, solo lo hacía querer matarse para dejar de una vez de sentir, dejar de ser tan impulsivo. Por su culpa se había ido, desde el primer momento que se vieron y le hablo ya estaba todo perdido, desde el primer momento su destino se había acabado.

Su puerta volvió a ser tocada con insistencia pero no le tomo importancia, seguiría pensando en lo que pudo ser, en que pronto estaría en otro lugar, en aquel paraje que estaba destinado a los muertos, tal vez conseguiría la felicidad que no había tenido en la tierra. Pero aquellos golpes no cesaron, es más, fueron más fuertes y eso atormentaba sus sensibles oídos pero su voz ya no salía para decirle a aquel cambiaforma que se encontraba detrás de la puerta que se fuera, que no quería nada. Lo único que pudo hacer fue reunir algo de fuerza y mover sus brazos para tapar sus oídos pero tan solo ese movimiento causo un dolor que se extendió desde su brazo hasta su cabeza, era lo que pasaba cuando después de un mes no comías, no dormías, no bebias nada, cuando solo necesitabas morir.

Después de ya no escuchar nada creyó que del otro lado se habían ido, equivocacion, pues tiempo después escucho un seguro ser quitado lo que lo hizo alterarse pero ninguna emoción se mostró en su demacrado rostro.

Con dificultad volteó su rostro hacia la puerta para saber quién osaba a interrumpir su siesta eterna pero la confusión lo invadió cuando vio a su padre en el marco de la puerta con ambas manos en la boca y sus ojos llenos de lágrimas. Volvió a regresar su cabeza, no quería que su padre lo viera así, sabía el daño que le causaba.

H-hijosusurro Seung al ver a su pequeño tan mal, tan enfermo.

No respondió, no podía así que solo intento que las lágrimas ya no salieran, quería al menos verse fuerte para su padre, después podría llorar de dolor, más tarde.

Seung se acercó a la cama respirando para que su llanto se calmara, para que su corazón de padre dejara de estrujarse y destruirse cada vez que veía el rostro de su hijo. Su pequeño estaba tapado con mantas gruesas y no quiso destaparlo, si se ponía así viendo su rostro no quería saber que pasaría si viera su cuerpo. Se sentó a su lado cuidando no lastimarlo más, sabía que le dolía, plantó una pequeña sonrisa en su rostro queriendo transmitir amor y preocupación pero lo único que salió fue una mueca de dolor.

La mano de su hijo se colocó en su muslo queriendo decirle con ese simple gesto que estaba bien pero nada estaba bien después de ese día nada lo estuvo. Sus ojos fueron al rostro de su hijo viendo como la vida se le escapaba de las manos y el no podía hacer nada para ayudarlo, nadie podría a excepción de él pero en él ya había perdido toda esperanza.

Solo con ver la mano y el rostro de su hijo supo que el final llegaría más pronto de lo esperado, el doctor se lo había advertido, pero el no quiso creerle, hasta hoy.

Jimin no sobreviviría otro día más...

No así...

∆∆∆∆∆∆∆
¡Hola!
¿Cómo están?

Aún no superó la coleta de Jungkook, es hermosa, perfecta.

Pero bueno eso es otro rollo lo que venia a decir era  que el fic está por terminar 😢, por lo que adelantando me un poco espero les haya gustado el trascurso de la historia y lo poco que falta.

Espero se encuentren bien y se estén cuidando. Creo que eso es todo, ojalá nos leamos más pronto de lo esperado, bye✨

Garden of Paradise  [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora