♾CAPITULO XLIV♾

2.2K 248 15
                                    

Hace un mes...

Diferentes sucesos habían suspendido ese día, uno más desastroso que el anterior haciendo el peor día para ambos.

Jungkook se había levantado agitado, asustado y con los ojos llenos de lágrimas pues en su mente, en aquella pesadilla tan horrible su padre había muerto haciéndolo hundirse en miseria por lo que sin importarle nada había corrido hacía el despacho del rey sabiendo que este se encontraría ahí.

Hizo caso omiso a los guardias que intentaron detenerlo, paso de largo y por primera vez utilizo sus poderes para manejar a los demás y que lo dejarán pasar, algo estaba cambiando en él. Ni siquiera sabía dónde estaba o donde estaba el despacho de rey pero su instinto lo guiaba y le gritaba a qué dirección ir, algo sorprendente.

Después de algunos minutos una puerta se poso ante el, alta y hecha de roble, pero que en ese momento fue lo menos que importó, sin tocar entro abriendo de par en par las puerta paranoico y asustado por su pesadilla.

- Estaba esperándote - fue lo primero que escucho decir - siéntate -

Su ave se removió inquieta pues no había esperado aquello pero eso lo dejo para después en ese momento lo único que importaba era su padre, nada más.

- Necesito irme - sabía que estaba siendo descortés, el rey lo había atendido por todos esos días.

El rostro de Seung seguía imperturbable - Claro - fue su única respuesta, esperaba más pero después de unos segundos supo que eso era todo.

- ¿Y-ya estoy bien? - preguntarlo era tonto - ¿Me dejara ir así como así? - eso era desconcertante, había pensado que lo retendría y que usaría sus poderes para manejarlo.

Una ceja surco el rostro de Seung antes de que volviera a hablar - He visto lo que le has hecho a mis guardias, no tendría oportunidad si quiero detenerte - al escuchar aquello un tono carmín adorno las mejillas de Jungkook - además ¿Porque debería?, Eres libre -

Eso sí que no se lo esperaba pero estaba satisfecho con su respuesta, avergonzado, pero aliviado de que no tendría que usar sus poderes - Gracias mi Rey - hizo una reverencia de noventa grados antes de empezar a caminar hacia atrás.

- Espera - sabía que era demasiado bueno para ser verdad - ¿Eres el alma gemela de mi hijo, no? -

Si sus mejillas estaban rojas ahora parecían tomates con la pregunta del rey - E-eso creo - Susurro, era cierto, si, pero después de todo lo que habían pasado no estarían juntos.

- ¿Que harán? - cada pregunta se estaba haciendo más rara que la anterior.

- Nada, el no quiere estar conmigo y y-yo no quiero estar con el - su voz temblo en lo último que dijo pero al parecer el rey no lo noto.

- perfecto - murmuró Seung haciendo todo lo posible para que Jungkook no lo escuchara.

- ¿Cómo? - no había logrado escuchar lo último.

- Nada, nada. Puedes irte - dijo haciendo un ademán para que se retirará - solo te advierto, antes de que te vayas, no tengas hijos -

Jungkook no dijo nada más, no quería seguir sintiéndose incómodo con las preguntas o la forma rara en que el rey actuaba. Regreso por dónde había venido, caminando en silencio para no llamar la atención de nadie pero era obvio que al final no podría.

- ¡Jungkook! - aquel grito lo había sacado de todo su sigilo pues todos los que estaban en el salón voltearon a verle.

Con un ligero sonrojo se recostó en una pared para ser menos visible y esperar a Mark.

Garden of Paradise  [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora