4.- (Im)perfecto

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Cuando una canción es capaz de tocar tu alma, nunca la olvidas. Sin importar el paso del tiempo, aparecerá en tu memoria de vez en cuando para recordarte que existe. Podrás no recordar toda su letra o la mayoría de sus acordes, pero no olvidas lo que sentiste cuando la escuchaste por primera vez. Sabes que te has enamorado de ella, porque no te cansas de oírla. Puedes reproducirla una y otra vez... y, aun así, en cada oportunidad descubrir algo nuevo, algo que la vuelve más especial, hasta que finalmente se transforma en parte de ti...

—No te entiendo —dijo Mateo molesto—. Lo digo en serio, no comprendo por qué no quieres grabar la canción si fuiste tú quién la compuso.

—No está lista —respondió Alex.

—¡Pero si suena increíble! ¿Qué más quieres?

—Que sea perfecta...

—¡Pero si ya lo es! —exclamó alterado.

—Sí, pero no de la forma correcta —respondió mientras miraba fijamente las teclas del piano.

Santino y Puko contemplaban la discusión desde un sillón blanco ubicado en el extremo de la sala, no estaban seguros si debían intervenir, por lo que intentaban mantenerse al margen. Sabían de sobra que sus compañeros eran de carácter fuerte y llevados a sus ideas. Además, estaban confundidos, ya que si lo pensaban bien, en cierta forma los dos tenían razón. Puko sentía, al igual que Mateo, que la canción ya estaba perfecta y sería un éxito; pero Santino creía que Alex, como el compositor, tenía derecho a decidir sobre su edición y arreglos.

—¡¿Escuchaste, Robert?! —agregó Mateo—. De nuevo no quiere grabarla, ya deberíamos tener estas canciones listas, pero él insiste en atrasarnos. Eres nuestro mánager, hazle entender por favor. A mí esto me supera...

—Son una banda chicos, por favor no se peleen, seamos salomónicos —dijo Robert—. ¿Qué piensas Puko?

—Pero ¿Por qué me preguntan a mí? —respondió nervioso—. ¡Pregúntale a Santi!

Santino miró fijamente a Puko y entre dientes murmuro "traidor".

Robert inhaló y exhaló profundamente, cerró sus ojos por un par de segundos y masajeó sus sienes.

—Imagino que tú tampoco vas a opinar ­—dirigiéndose a Santi.

—¡Esta vez lo haré! —aquella respuesta sorprendió a Robert y sobre todo a Mateo—. Si la canción es de Alex, es justo que él decida cuando esté lista. Si fuera mi canción no me gustaría que me obligaran a grabarla antes...

—¡Una semana! —interrumpió Alex—. prometo terminarla en una semana.

Un incómodo silencio se produjo durante un par de segundos en la habitación. Todos miraban a Robert expectantes de lo que fuera a responder.

—Ok, una semana Alex, pero quiero que recuerdes tus palabras. Hablaré con el productor —dijo tomando su celular.

—¡No!, quiero terminarla solo...

—¿Estás seguro? —preguntó extrañado.

—¡Sí!

—Bien, no discutiré eso. Entonces este tema está cerrado hasta una semana más. Ahora necesito que todos se acerquen tenemos que conversar de otro asunto.

Mateo guardó silencio, pero lucía visiblemente molesto.

—La próxima semana nos reuniremos con Gino y algunos productores para decidir algunos aspectos de la primera historia.

—Ah ¿Ya está lista? —interrumpió Santi ansioso.

—La maqueta sí. En la reunión tendremos la oportunidad de revisar el guion y hacer los cambios que creamos convenientes. Por eso es importante que lo lean, anoten las dudas y todo lo que deseen agregar.

Tal vez yo, tal vez tú©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora