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– ¿Sparta? – Raptor juraba que lo había visto en ese lugar.

No entendía nada, pateó un tarro de basura con enojo.

– ¿¡Me lo imaginé o qué?!

Se puso a gritar el nombre de Sparta de nuevo.

– No puede ser... ¿De verdad fue una ilusión?

Era de noche, y se sentía el frío, vio un campamento a lo lejos.

– Quizá encuentre a Sparta por allá.

Inició su caminata yéndose del lugar.

1 hora más tarde (con Sparta)

– Au... – se llevó la mano a su cabeza y vio que estaba con sangre.

Se levantó afirmándose de un tubo de metal que sobresalía de la pared para no caerse.

– ¿¡Hola?! ¡¿Alguien me escucha?! – gritó hacia arriba.

– ¡Hola! ¿¡Cómo te caíste ahí?! Buscaré algo para ayudarte a salir.

– Gracias.

El tipo sacó una cadena que estaba enrollada en un árbol, parecía una cadena para amarrar a los perros.
Efectivamente lo era.

– Que asco... – dijo sacándole el collar al pobre perro muerto.

– ¿Va todo bien?

– Si, ¡Agárrala! – el tipo le tiró la cadena y se quedó afirmando el extremo que tenía el collar, se lo enrolló al brazo para no soltarlo por accidente.

– ¿Soportarás bien mi peso?

– Si, no debes ser tan pesado, solo sube.

– Ok

Sparta tomó la cadena y empezó a trepar apoyando sus pies en la pared imperfecta.

– No te caigas.

– Hago lo que puedo.

Consiguió llegar a la superficie con dificultad.

– Soy Muzi. – lo saludó estrechando su mano.

– Andrés, dime Sparta.

– Como gustes.

– Hay un campamento cerca de aquí, tu cabeza está sangrando y la pueden atender ahí.

– Llévame por favor.

– Bien, vamos.

Cerca de 30 minutos más tarde

– Descansamos aquí por mientras.

Sparta miró a su alrededor y vio a alguien acostado dándole la espalda, estaba envuelto en una manta mirando una fogata, se quedó observando su figura unos minutos, le llamaba la atención.

– ¿Qué miras tanto?

– Nada, no es importante. – dejó de mirar.

N/A: es obvio quién era el que descansaba ¿no? :[

– Muéstrame tu cabeza. – una joven se acercó con un botiquín.

Sparta le mostró.

– No es tan serio como parece, tu frente tiene un corte, y tu cabeza una pequeña herida, la sangre se extiende rápido por el pelo.

– Ya veo...

La joven limpió la herida y le puso un parche en la frente.

– Ya está.

– Gracias, que descanses.

– Igualmente.

Sparta caminó unos metros, se metió detrás de unos arbustos y se sentó mirando hacia la costa, observando el desastre que había dejado el tsunami.

POV Raptor

Cuando llegué al campamento busqué a Spartita, pero no lo encontré, me dí por vencido y me enrollé en una manta junto al fuego, ví a Pinky, alguien que había conocido hace unos minutos pasar al lado mío y botar unos papeles con sangre a la fogata.

– ¿De quién es eso? – le preguntó.

– Uno que se hizo una herida en la cabeza, nada serio.

– Ok...

– Debes dormir, así lo buscas mañana.

– Saldré temprano, así que te digo adiós ahora antes de que despiertes y no me veas.

– Pues adiós. – dijo mientras se iba.

Raptor se quedó pensando en Timba y Víctor, probablemente Timba le llamaría inútil por no haber encontrado a su hijo todavía.
Víctor no se tomaría el tiempo de decirle inútil, lo mataría y ya.

Se levantó y fue con el grupo de gente, miró a los lados sin saber que buscaba y sacudió la cabeza pensando que estaba loco.

– ¿Alguien me presta un teléfono?

– Amigo, ¿Me vez con cara de querer gastar mi batería en tí?

– Es urgente, debo hablar con la familia de mi novio, está perdido...

– Hay mucha gente perdida.

Uno de los hombres lo agarró del brazo y lo llevó unos metros más atrás.

– Yo puedo prestarte mi celu, ya encontré a las personas que buscaba y ya me comuniqué lo que necesitaba, pero aún así, no estés una hora hablando.

– Claro que no, agradezco el gesto.

– Vamos, llama. – le extendió el teléfono.

Raptor lo tomó y marcó el número de Víctor, este último le contestó enseguida.

¿¿¡¡Quién habla??!!

Víctor, soy yo... –

– ¡¡¡Conejo!!! ¡¡¡Me da gusto que estés...!!! Olvídalo, ¿¿¡¡Mi hermano?!!?

No lo encuentro, Víctor, no lo encuentro. –

– ¿Cómo que no lo encuentras? Escúchame, encuentra a mi hermano, voy a ir a Tailandia y más te vale que lo tengas a tu lado cuando llegue.

¿¿¡¡Venir a Tailandia??!! –

– Si, mi padre ni siquiera a dormido, no para de ver la televisión, te lo voy a pasar.

Ok... –

– ¿¡Raptor?!

Si, perdón... No lo encuentro... –

– Escúchame, encuentra a mi hijo, nos vamos para allá, pero me lo encuentras, no importa como, lo encuentras.

Eso intento, te lo juro... –

– Tú lo llevaste a Tailandia... – dijo Víctor.

– Hijo no seas cruel. – se escuchó de parte de Timba.

Voy a cortar.

– Nos vemos en probablemente un día.

Raptor colgó.

"tú lo llevaste a Tailandia" no era mentira, pensaba el novio de Sparta.

– Gracias

Le devolvió el teléfono y se fue a seguir buscando a su novio.

Lo Imposible - °|Spartor|°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora