Lo Imposible - °|Spartor|°

#1

POV Sparta

Llevo 3 meses viviendo con Raptor, llevamos mucho tiempo de novios y sinceramente han sido los mejores meses de mi vida.

Me sorprende que Timba, mi papá, haya permitido esto, pero bueno, en el fondo sé que el confía en Raptor.
Por otro lado a mi hermano Víctor no le gusta para nada la idea de que yo viva con él, sin embargo terminó aceptándolo y no reclamó más, aunque tiene a mi pobre Raptorcito bastante amenazado.

– ¿Amor?

– ¿Si? – le contestó Sparta.

– Tengo una idea, falta poco para navidad, vámonos de viaje.

– Ok, me gusta esa idea, ¿a dónde podemos ir?

El reptil tomó un globo terráqueo que tenían sobre una repisa.

– Juguemos a algo, giraré el globo y lo detendré en algún punto, después lo harás tú, y luego decidiremos a cuál de los dos lugares ir.

– ¿Y si cae en el mar? – preguntó Sparta entusiasmado por el juego.

– ¡Pues nos subimos a un crucero y nos vamos, amor!

– ¡Ok, ok! yo primero. – dijo haciendo girar el globo.

Lo detuvo con un dedo y cayó en...

– Londres, gran Bretaña, ¡yo quiero ir ahí! – le comentó Sparta.

– Ya veremos, quizás a mí me toque algo mejor. – hizo girar el globo.

– ¿Tailandia?

– A mí me gusta más esta. – le dijo Raptor.

– Yo quiero ir a Londres.

– Pero amor, Tailandia es más bonito.

– Nada que ver, Londres es más divertido, en ese lugar pasan todas las películas.

– Vamos a Tailandia, y para año nuevo a Londres, ¿ok?

– Me parece justo, ¿Pero qué irá a decir papá? y peor aún, mi hermano...

– No te preocupes por ellos, ya verás que te dejan ir conmigo para allá.

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– ¡No! No es discutible, te puede pasar algo allá en Tailandia.

– ¡Pero Víctor! Porfiiis. – le pedía Sparta a su hermano. – ¿Papá tú qué dices?

– Por favor suegro, no sea malo, lo cuidaré mucho.

– Cállate reptil inútil, tú no sabes cuidar ni a un perezoso.

– Claro que no sé, nunca he visto uno en la vida real.

– No cambies de tema.

Raptor solo bufó y se cruzó de brazos.

– Vamos papá, no me pasará nada, Raptor nunca deja que corra riesgos.

– Entiende hermanito, puede ser peligroso.

– No lo es y no lo será.

– Te dejo ir, no puedo interferir con tus planes para siempre. – se decidió Timba.

– ¡PERO PAPÁ!

– Pero nada Víctor, tú también deberías aceptar que Spartita ya está grande.

– Para mí siempre será del tamaño de un duende.

– No me gusta esa comparación. – le reclamó Sparta.