CAPÍTULO 7

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Mi tío había cumplido y ahora estábamos en una nevaría, tce nevle, a pesar de que el nombre casi nadie lo podía pronunciar, muchas personas la frecuentaban; sus nieves eran deliciosas. 

Me encontraba en pleno noviembre comiendo nieve, usando un short customizado de mezclilla, blusa beige, botines cafe claro, gorro de lana beige, bufanda de igual tono que el gorro y un suéter holgado color verde esmeralda oscuro y sentada al lado de mi tío en una nevaría muy concurrida. 

-¿Y qué crees que sucederá cuando ya no pueda más y tenga que incrustarme el cristal? -le pregunté con un hilo de voz, le había dado muchas vueltas al asunto y creí que aquí, donde a nadie le importa los problemas de las demás personas, podríamos plantear mejor el tema que ronda por mi cabeza desde hace un mes.

-¿Te refieres a cuando cumplas los 17 y tres meses? -dijo haciendo una pausa para colocarse en su pose de pensador - No lo sé, supongo que tendrás que usar pantalón más seguido -concluyó mirando a mis piernas cruzadas y encogiéndose de hombros. No es que me sintiera una niña que odia a las que usan pantalón y les llama lesbianas por el simple hecho de usarlo, es más que el pantalón no va conmigo, siento que me hace ver muy diminuta. No me gusta.

-Hablo enserio, la tía Fani me dijo que a ella su cristal le dio simplemente 19 con cinco meses, ¡es horrible! -dije frustrada, estaba bastante cansada de pensar en todo lo que me dijo mi tía; la piedra le había dado 19 años con cinco meses de vida, se enteró a los 19 con cuatro y, al llegar el tiempo, murió, la logia se mudó a su ciudad dejando Diamant atrás, custodian actualmente su cristal, hay una tercer persona sin cristal, tengo que encontrarla, tengo 17 con tres de vida, ahora mismo tengo 16 con 11 meses y hay posibilidad de que sobreviva si encuentro cómo usar el cristal sin incrustarlo a mi piel. Sencillo. 

-¿Te lo dijo en sueños o en visiones? ¿qué más te dijo? -preguntó mi tío estupefacto, le había contado que me encontraba con la tía Fani en mis sueños pero nunca le había dicho de qué hablábamos en ellos.

Le miré apenada y le dije:

-Ya ves que la encuentro últimamente en mis sueños, ¿no? -hice una pausa hasta que asintió - Ella me dijo, antes de que me despertaras y mucho antes de que nos interrumpiera tu aventura, que las piedras tienen tipo fecha de caducidad, y como tal, llega el momento de morir... -hice una pausa con un nudo en la garganta - ella murió por falta de la piedra.  

-Dios... -susurró mi tío, estaba desmoronándose. -¿Qué más te dijo? -se le quebró la voz.

-Hay... -deje la frase al aire y propuse puse mirar a una fuente que estaba al final de la nevería.

-¿Qué más hay, Helena? -dijo mi tío con voz firme, a veces le llegaba a temer a mi tío.

Tomé aire.

-Una posibilidad de vivir sin el cristal pero dice que no sabe cuál es, ya que ella no tuvo demasiado tiempo para buscarla y además hay una persona mas sin piedra alguna y necesito encontrarla para salvarla de su destino, pero aún no sé cómo le haré porque no sé nada de ella y me podría tomar toda la vida, que solo son cuatro meses, porque la persona no aparecerá jamás en alguna de mis visiones porque no tiene el maldito cristal incrustado -dije tan rápido que cuando terminé tuve que inhalar mucho oxigeno para compensar a mis pulmones. -No tiene el cristal, no aparece. Fin. -dije entre jadeos.

-Wow -dijo extendiendo la expresión con los ojos muy abiertos al igual que su mandíbula.

-¿Solo dirás eso, cuaco deforme? -le dije con la ceja arqueada.

Mi tío se paró de su silla ignorando mi insulto y se acerco a mí.

-¿Crees que me pueda meter a tu cabeza esta noche y ver si sueñas sexy? -dijo tomando mi cabeza de perfil e inspeccionando, según él, mi oído.

Pedazo de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora