CIUDAD KARNEOL noviembre 2016
Noté un casteñeo en mis dientes, hacía mucho frío. Esta navidad esperaba que cayera nieve.
Era noviembre, igual que todos los demás años, hacía frío y yo estaba en cama acobijada con lana de borrego de mis pies hasta mi cabeza. Lo siento, amiguito.
-Cariño, necesitas levantarte -dijo una dulce voz que hablaba a la cama de mi derecha.
-Mamá, necesito que no hables tan fuerte -le contestó una voz gruesa que provenía de la cama.
-No digas eso -dijo cansada-, y levanta a tu hermano y a Waas antes de que salgas.
A continuación se escuchó el cerrar de la puerta y unos gemidos de la cama de mi derecha.
-Waas, sé que estás despierta, levanta a Daniel -dijo con voz rasposa y cansada.
¿Debía salir?
Comencé a quitarme la cobija tan suave como algodón con mucho cuidado, como si me estuvieran apuntando a la cara con una pistola.
-Di... disculpa -dije alargando la palabra, aunque sonaba mucho mas como pregunta.
-¿Qué sucede, Waas? -preguntaron unos ojos azules que me veían con curiosidad, era un lindo muchacho que estaba en la cama derecha. Hombros fuertes y desnudos, cabello castaño y despeinado con posición de chica que busca un pendiente debajo del mueble pero que tiene a un chico muy atractivo frente a ella y no quiere quedar como boba con él.
Me levanté lentamente viendo si estaba vestida. Por suerte así era, traía una pijama de pantalón largo rosa con una blusa lisa de mangas diminutas color lila, creo que era de seda.
-¿Po... por qué no lo despiertas tú? -dije alargando la pregunta porque no sabía su nombre pero no quería que lo notara.
-¿Quieres que yo, Andrés Flores, despierte al hombre koala que babea a tu izquierda? -preguntó ofendido señalando teatralmente a la cama que estaba a mi izquierda. Había un bulto enorme allí.
-¿Eso es Daniel? -pregunté parándome de la cama y acercándome a la del elegido.
-Algo así -dijo su hermano encogiéndose de hombros y saliendo de su cama con unos boxers rojos. Únicamente con unos boxers rojos.
Comenzó a caminar a su cama y levantó la cobija.
-Hey, ¿qué piensas hacer? -pregunté, estaba algo confundida.
-Es mi hermano, sé qué hacer -dijo con tono aburrido pasándose la palma por la frente.
-Entonces...
-Entonces haré esto -dijo subiendo sus mangas imaginaria para parecer mas rudo.
Los pies de Daniel estaban a la vista.
Andrés se inclinó cerca de sus pies y tomó sus tobillos.
-Muy bien, hermanito, aquí voy -susurró decidido.
Después de eso no supe cómo paso en realidad, Daniel estaba de cabeza y su hermano lo cargaba como a un costal de harina golpeándole el trasero con un mata moscas de plástico verde.
Daniel gritaba moviendo las manos algo raro.
-¡Bajame, And! -gritó una voz muy parecida a la de Andrés. Idéntica.
-Dan, no seas nena -dijo su hermano entre risas lanzando a Daniel a la cama.
-¡Waas, dile algo! -gritó Andrés con unos boxers azules mirándome suplicante.
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Pedazo de Cristal
FantasyLa carta. Siete letras que puedo decir. Siete letras que me dan horror. Siete letras que tengo que descifrar en muchas mas. Un pedazo de papel que sostengo entre mis dedos temblorosos, con el esmalte para uñas color rosa mexicano destruido a c...