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A las cinco y media, Harry se dio una ducha y bajó con el papel de ____ en el bolsillo de la camisa. Tenika le había planchado una camisa con estampado local, roja con una flor de hibisco blanca y la había colocado sobre su cama con un hibisco blanco recién cortado. Harry sabía que la mujer esperaba verlo con las dos cosas puestas.

Tenika estaba en la cocina lavando las verduras que él la había visto recoger del huerto poco antes, desde su ventana.

-¿Cómo te ha ido el día? -le preguntó Harry mientras tomaba un plátano.

La mujer se dio la vuelta del fregadero y sonrió.

-Bula, Harry. ¿Quieres ya kakana? Hoy hay verduras del huerto con pescado fresco.

-Vinaka, pero no cocines nada para mí esta noche.

-Ah, tienes una guapa marama esperándote -comentó la mujer mientras lo miraba de arriba abajo y asentía con aprobación-. Totoka. Muy guapo. Esa mujer tiene suerte. Malakai me ha contado que se aloja en el resort -añadió, muy emocionada.

-Malakai se está precipitando en sus conclusiones.

Tenika sacudió la cabeza, colocó las hojas en un enorme colador y abrió el grifo.

-Malakai nunca se precipita... es demasiado viejo. Me dijo que esa guapa marama y tú estabais hablando ayer en el coche. Muy juntos.

-____ estaba en el mismo vuelo. Tengo algo que debo devolverle.

Tenika realizó un sonido de incredulidad y siguió lavando la verdura en el fregadero.

-Te gusta... esa ____. ¿Quieres que Malakai traiga el coche?

-No vamos a salir del hotel. Solo vamos a ir a ver el Meke y luego a lo mejor a cenar.

-Tráela aquí mañana para que yo pueda conocerla y ver por mí misma si es lo suficientemente buena para ti. Puedo cocinar buena kakana para ti y para ella.

-No creo.

-Nunca traes maramas guapas aquí -comentó ella mientras sacaba las hojas y las echaba en un bol-. A tu casa. Tal vez esta te gusta más que las otras. Tráela.

-Tenika...

-Tal vez te cases con ella. Tengas bebés. A los isleños nos gustan los bebés. Yo puedo ayudar.

-Eso ya lo sé -dijo él suavemente. Se quitó el hibisco de detrás de la oreja y se lo colocó a Tenika detrás de la suya-. Hasta mañana.

Salió por la puerta de atrás. La noche era perfecta, cálida y tranquila, con un cielo estrellado y el aroma a carbón de la parrilla.

Harry tenía acceso a todas las zonas del complejo, por lo que le había resultado muy fácil enterarse de que ella se alojaba en uno de los bungalows más exclusivos.

Llamó a la puerta y, un instante más tarde, ella la abrió.

-Buenas noches.

-Me había imaginado que ibas a presentarte -dijo ____. Llevaba un pareo negro con flores en blanco y azul celeste. E iba sin sujetador. Tenía el brillante cabello recogido en lo alto de la cabeza.

-Solo era cuestión de tiempo -replicó él con una sonrisa.

-Supongo que es mejor que entres -comentó ella mientras se hacía a un lado para que él entrara-. ¿Utilizaste también tus encantos con las chicas de Recepción?

Harry entró en la suite y cerró la puerta.

-No ha sido necesario. Soy socio de este resort. Encontrar en los libros a una tal ____ Dumont ha estado chupado.

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