Cuando el coche que la transportaba se detuvo en Montefiore Hill, ____ dedujo que el deportivo rojo que estaba aparcado al lado debía de ser el coche de Harry. Inmediatamente, vio que él bajaba del coche con un paraguas y que abría su puerta.
No perdió tiempo con saludos innecesarios. La metió en el interior de su coche y lo rodeó. Cuando se metió en su interior, el coche en el que ella había llegado hasta allí se marchó.
Jersey negro, pantalones negros, ojos negros. Un formidable contraste con el amante que ella había tenido en Fiji. A pesar de eso, el corazón comenzó a latirle con aprensión... y con deseo.
-Harry...
-No estoy muy contento contigo, ____.
-He metido la pata hasta el fondo, ¿verdad? Espero que confíes en mí lo suficiente como para saber que yo jamás haría nada que pudiera perjudicarte. Comprendo que no confías en la gente después de lo que me contaste, pero...
-He decidido que me estabas diciendo la verdad.
-¡No sabes qué alivio supone para mí oírte decir eso! -exclamó ella respirando por fin.
-Ahora, tendremos que enfrentarnos a ello. Juntos.
-Yo creía que no querías volver a tener nada que ver conmigo.
-Lo he pensado bien en las últimas veinticuatro horas. Todos cometemos errores.
-Eso es muy generoso por tu parte, pero no me lo merezco. Por mí, has perdido tu anonimato...
-Te aseguro que no es lo peor que me ha ocurrido en toda mi vida. Tal vez ya iba siendo hora... -susurró él mientras acariciaba las puntas del cabello de ____ con los dedos-. De hecho, a mí me preocupas más tú. Sé lo mucho que odias la publicidad.
-Podré superarlo. Cada vez se me da mejor -susurró ella, inclinándose hacia Harry cuando él comenzó a acariciarle la mejilla con los nudillos-. No tenías que venir hasta aquí para acariciarme el rostro...
-Es cierto, pero tal vez no me conforme solo con el rostro - sugirió con voz profunda.
De repente, el respaldo del asiento de ___ se reclinó suavemente. Él comenzó a besarla apasionadamente y, segundos más tarde, le metió una mano por debajo del jersey y por debajo del sujetador para acariciarle un pecho.
-Harry, espera... Estamos en un lugar público.
-Relájate. No hay nadie... ¿No has estado en un lugar así antes?
-No.
Harry se desabrochó los pantalones y le deslizó la mano a ella por el vientre y por debajo de las braguitas.
-Pues ya iba siendo hora...
La urgencia se apoderó de él cuando ella se arqueó contra él, gimiendo de placer. Harry introdujo los dedos un poco más y, tras unos frenéticos segundos, consiguió bajarle los vaqueros hasta las rodillas y comenzó a cabalgar encima de ella desesperadamente. Sin paciencia. Sin control. Sin delicadeza. Pasión ciega y abrasadora que los condujo juntos hasta la cima del placer.
Se colocaron la ropa en silencio. Harry se había engañado al pensar que lo suyo con ____ había terminado. Quería más, tal vez tan solo unos días o un par de semanas más. Así, lograría cansarse de ella y podría centrarse de nuevo en el trabajo.
-Vente a mi apartamento. Te llevaré a tu casa mañana -le dijo-. Quiero volver a hacerte el amor. Toda la noche.
-Yo también...
Instantes más tarde, Harry salió del aparcamiento y se dirigió a Glenelg a toda velocidad.
-Supongo que no vas a tardar en regresar a Fiji, en especial con el frío que está haciendo -comentó ella.