Detrás de la armadura||stony

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Las cosas volvieron a la normalidad o tan normales como se puso para Tony Stark. Pasaba sus días en el taller, revisando a Rhodey o asistiendo a reuniones de las que solo se le informaba a través de correos electrónicos, ya que Pepper obviamente no podía soportar siquiera escuchar su voz. Vivía de café y pizza que le entregaban directamente en la tienda. El sueño era algo que sucedía de vez en cuando, cuando se apagaba rápidamente y se desmayaba por los planos.

Una vez en luna azul, se aventuró de nuevo a la zona común. Lo evitó, ya que su vacío dolía más de lo que quería admitir.

Uno de esos días se dio cuenta de que Rhodey no era el único que vivía allí con él.

Casi se arrastró hacia el estudio, en línea recta hacia la máquina de café (la de abajo se había quedado sin café) cuando una voz familiar dijo:

—Buenos días.

—Buenos días, J —dijo automáticamente, solo entonces se dio cuenta de que no podía ser JARVIS.

No exactamente. Ya no.

Se dio la vuelta y abrió la boca para explicar, tal vez incluso murmurar una débil disculpa. Vision ni siquiera se inmutó. Tony se armó con un poco de café antes de volver a hablar.

—No sabía que estabas aquí.

—¿No quería que estuviera aquí, Sr. Stark? —Vision frunció el ceño ligeramente.

—¡No! Todo lo contrario... —Tony suspiró, apartando la mirada y alborotando su ya desordenado cabello aún más. —Mira, sé que no eres exactamente él. Pero hay al menos una parte de él que es parte de ti y...él y Rhodey son mis amigos más antiguos, así que...me preguntaba si tal vez...te quedarías. Quiero decir, sé que probablemente no querrías hacerlo, considerando a Wanda y cómo eso haría las cosas entre ustedes aún más complicadas...

—Señor. Stark —Vision lo interrumpió, mirándolo pensativamente. —¿Es realmente tan difícil de creer que alguien elegiría a usted?

Tony volvió a apartar la mirada. —¿Ahora mismo? Sí lo es.

—Bueno... Yo lo hago.

—Es decir...¿te quedarás?

—Me quedaré —Vision asintió.

Tony sonrió, con el fantasma de sus sonrisas anteriores, y se puso de pie.

—Bien, eso es...bueno. Yo, eh...gracias. Y llámame Tony —agregó rápidamente cuando estaba a punto de salir de la habitación.

—¿Tony? —Llamó Vision.

—¿Hmm? —El genio miró hacia atrás.

—La parte de mí que es él quiere que sepas que tú también eras su mejor amigo. También me gustaría considerarte así, algún día.

Tony miró hacia otro lado rápidamente, asintiendo con brusquedad antes de irse.