Detrás de la armadura||stony

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Su dedo se cernió sobre el dispositivo, vacilante. Había dejado todo y a todos atrás, convencido de que era lo mejor. Y Tony podría ser descarado, arrogante y ruidoso, pero no intentaría comunicarse con él a través de un teléfono imposible de rastrear que se había proporcionado para emergencias si no fuera realmente urgente.

Presionó el icono del buzón de voz, escuchando la voz temblorosa de su amigo.

"Oye, Brucie-Bear. Espero que estés bien, donde sea que estés ahora. Te preguntaría cómo está el clima, pero ambos sabemos que no solo llamo para saber de ti o presionarte para que regrese. La cosa es que realmente te necesito aquí, amigo. Algo pasó y yo... necesito un médico en el que pueda confiar. Estoy bien... sobre todo... supongo. Pero es un caso verdaderamente único y no hay nadie más en quien pueda confiar..."

La voz de Tony se quebró un poco y respiró hondo.

"Mira. No sé si lo escuchaste, pero ya no hay Vengadores, ya no. Esta no es una trampa para recuperarte. Te necesito, Bruce. Es personal."

El pitido cuando el mensaje terminó resonó en el lugar vacío.