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En casa de mis tíos llore.

Llore amargamente como una tonta por pensar que cabría la mínima posibilidad de que entre tú y yo pudiera haber algo. Simplemente era ridículo que alguien como tú se fijara en una chica como yo. Escuálida, de cabellos castaños rojizos, ojos verdes apagados y complexión pequeña.

No estaba a tu altura y quizá a la altura de nadie, por eso mis padres me enviaron lejos. Yo no soy ni bonita, divertida o tengo algo especial solo soy Hannah la campesina de Texas.

- ¿Hann cómo te fue en tu primer día... - mi tía se calló al verme llorar. Se me acerco y me abrazo preguntando qué había pasado. Mentí diciendo que extrañaba a mis amigos y en parte era verdad, pero solo no quería decir que el chico que me gusta tiene novia.

No soy ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora