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En la noche tu volviste a mi casa y esta vez si abrí mi ventana para hablar contigo. Llevaba semanas evitándote y ahora que las cosas iban tan bien con Ian me di cuenta que en verdad no quería seguir siendo tu juguete.

– Hannah tenemos que hablar, sal – te giraste, pero yo no me moví de mi lugar – ¿Hannah no vas a salir? – preguntaste cuando notaste que yo no me había movido de mi lugar.

– Spencer ya me cansé de ser tu juguete, ya no quiero ser tu sucio secreto, la otra a la que buscas cuando Mindy te traiciona – cerrando mi ventana y las cortinas me metí en mi cama y comencé a llorar. No porque te haya dejado sino porque me sentía feliz porque ya no me importabas tu.

No soy ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora