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Ian estaba en el estacionamiento del instituto apoyado en un auto plateado y con gafas de sol. En cuento me vio me saludo con su mano y yo me acerque siendo consciente de que todos nos estaban mirando.

– Hola Hannah – me saludo con un beso en la mejilla y yo me sentía tan cohibida por su atención.

– Hola Ian – respondo de manera tímida, pero viéndolo a los ojos – Tengo tu campera en mi taquilla si quieres voy por ella – señalo detrás de mí, pero el me detiene.

– Mañana vendré por ella, hoy vine por ti – me habla y siento que la cara me estallara del calor – ¿Quieres ir por un helado conmigo? – su sonrisa amable fue la que me termino de convencer. Algo tenía ese chico que me ponía nerviosa.

No soy ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora