Mafismo

|capitulo 7|

El olor a alcohol inunda mis fosas nasales provocando que me remueva de donde quiera que este.

—Está despertando-susurran, escucho pasos y luego una puerta cerrarse.

Abro los ojos de golpe al sentir a alguien detrás de mi rodeando mi cintura con uno de sus brazos, giro desorientada y es nada más y nada menos que el señor Jamdriw. Lleva el brazo libre vendado trayendo Los recuerdos a mi mente como un balde de agua fría.

—oh, mi Dios te encuentras bien—bajo de la cama para evaluar su brazo.

—si no te preocupes solo fue un pequeño roce.

Se forma un silencio incómodo entre los dos y es momento de hacer preguntas y dar explicaciones.

—jamdriw no crees que me debes algunas explicaciones de lo que acaba de pasar— digo despacio y me acomodo frente a él bajo su atenta mirada.

—solo fueron unos asaltantes tratando de robarnos, pero fue algo que pudimos solucionar y la bala solo me rozó el brazo así que no hay nada de qué preocuparse—mira a todos lados menos a mis ojos.

—Estaba super asustada y si nos mataban?

—shhhh no digas tonterías nadie te va a matar yo siempre te protegeré—me mira a los ojos y toma mis manos y las besa.

No me conformo con eso y como el premio para la más atrevida del mundo es para mí, lo halo y estampo sus labios con los míos. El beso es lento, es de esos besos que en vez de morbo lo que derrochan es dulzura y tranquilidad. Creo que es raro decirlo tan pronto, pero con el me siento protegida y en paz.

Nos separamos por falta de aire y jamdriw toma la sabana y nos cubre a los dos.

—te quedaras a dormir?

-si no es molestia—dice y me mira esperando mi aprobación.

Me recuesto en su pecho y lo abrazo con cuidado de no lastimar su brazo y esa es respuesta suficiente para que entienda que quiero que se quede.

Despierto con una paz increíble y más que satisfecha de tener a jamdriw pegado de mi como una lapa, como si en su mente el tuviera que en cualquier descuido me van a alejar de él. Nunca había pasado por esto, pero se siente increíblemente bien teniendo en cuenta que esto solo lo estamos dejando fluir.

Tengo unas inmensas ganas de orinar, pero me es imposible zafarme de su agarre.

—jamdriw— lo llamo, pero ni se mueve.

—jamdriw—repito y como no responde tendré que recorrer a mi segunda opción. Me dirijo a su abdomen porque no quiero que se lastime donde le rozó la bala, pero cuando miro su abdomen me entran deseos de lamerlo sin parar, solo me detengo porque me estoy por hacer pis encima así que le doy una mordida que lo hace saltar de la cama y casi cae al suelo.

—auh porqué me muerdes?— pasa su mano en el lado que acabo de morder de su estómago.

—pues hay alguien aquí que no me deja salir de la cama y me estoy haciendo pis—lo miro inocentemente.

—por qué no me llamaste? —dice y besa mi hombro.

—te llamé, pero estabas muy ocupado en mantenerme pegada a ti que ni me escuchaste.

—ven—toma mi mano y me lleva hasta el baño.

Empieza a desvestirme y sus suave dedos rozan mi piel a medida que me va desvistiendo.

Termina conmigo y empieza a hacer lo mismo, con excepción de que yo traía un pantalón de chándal y un sostén deportivo y el simplemente un pantalón de chándal.