|capitulo 12|

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Llevo horas sentado en el balcón de mi habitación analizando lo que ha pasado en mi vida estos últimos meses. Desde que  Jadhara no está mis días han vuelto a ser grises, y mi vida volvió a la misma monotonía de siempre. Aunque fue poco el tiempo que estuvo aquí puedo decir que me acostumbré a que sea ella la primera persona que vea al despertar.

Esa chica llegó a mi vida a ponerla de cabezas. Un día pienso que estoy solo en el mundo y al otro resulta que pronto tendré un bebe que será mi alegría y el motivo de mis risas.

Se que no lo tomé de la mejor manera, pero lo solucionaré.

—Morozóv es hora de irnos— interrumpe Ares mis pensamientos al instante que se adentra a mi habitación sin tomarse la molestia de tocar.

—se pide permiso para la próxima.

—a la mierda el permiso— me observa desafiándome, pero parece que se le olvidó que lo que más cabrea a Jamdriw Morozóv es que lo desafíen.

Se gira en un descuido y aprovecho para tomarlo del cuello de su camisa y estamparlo en la pared.

—Dame una maldita razón para no matarte ahora mismo.

—Lo primero es que sé que no lo harás y lo segundo es que soy tu mejor amigo.

No sé qué clase de furia se apoderó de mí, pero tomé el alma que se encontraba en mi cintura y disparé...

El silencio se apoderó de la habitación en el momento que sangre empezó a correr por su estómago, Mi corazón empezó a latir sin control y al momento de ver la primera gota de sangre manchar el limpio y reluciente piso arcadas se apoderaron de mí. Inmediatamente corrí al baño expulsando todo lo que había comido en el almuerzo.

—Hermano estas bien?— entra Ares con la mano en su estómago.

—tu estas bien?— observo con asco la cantidad de sangre que sale de su herida.

—solo fue un roce, por poco y me matas.

—Te lo merecías por cabrón, Tómalo como un entrenamiento de supervivencia y ve para que te curen eso- trato de mirar lo menos posible la sangre.

—Te da asco la sangre?— hay desconcierto en su voz.

—Acaso no lo ves?

—¿Es extraño, como es posible que siendo quién eres ahora te de asco la sangre?— pregunta, pero parece que la respuesta le llegó a la mente por si sola porque su cara solo demuestra burla hacia mí.

—se puede saber que es tan gracioso? —juro que ya me estoy volviendo a enojar y no me molestaría pegarle otro tiro y que esta vez traspase su sien.

—pues te cuento amigo de mi corazón, que creo que tienes el síndrome de la covada.

—De la que?

—Eso que acabas de escuchar, el síndrome de la covada.

—y que mierda es eso?

—El síndrome de la covada, también conocido como síndrome de Couvade, es un fenómeno psicológico que se da en personas muy cercanas a la mujer embarazada, especialmente el padre del bebé. En concreto, está compuesto por síntomas típicos en mujeres embarazadas, aunque normalmente con menor intensidad, así que querido Jamdriw prácticamente estas embarazado, pero sin bebé —señala mi estómago —aquí solo hay mierda, pero él bebe se encuentra en el vientre de Jadhara.

—Esto cada día es más extraño— susurro en estado de shock.

  —extraño será cuando este lugar este invadido por dos minis nosotros— dice saliendo de la habitación presionando su herida, no es la primera vez que esto pasa así que no me preocupo.

MafismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora