El sol de miami nos da la bienvenida después de dos horas y cuanta y un minuto de vuelo. Las horas de vuelo me están pasando factura así que inmediatamente llegamos al hotel a lo primero que le puse atención fue a la cama matrimonial con suaves sabanas de algodón que esperaba por mí. Quedé con las chicas de vernos a las cinco de la tarde en el restaurante del hotel así que dormiré hasta que llegue la hora acordada.
-Si así chocolate- dice aquel hombre de ojos grises mientras succiona mis senos y luego me da vueltas haciendo que coloque mis piernas alrededor de sus caderas hundiéndose en mi sin previo aviso. Una, dos, tres, cuatro estocadas que me obligan a acostumbrarme a su gran tamaño. Al principio es doloroso, pero termina en un rico y placentero orgasmo...
¡¡Maldita sea de nuevo soñando con eso!!
Después de ser follada por un super adonis en que tiempo se olvida?
Desde aquella noche que tremendo Dios del olimpo me dio la mejor follada de mi vida, no hay un día en que no sueñe o piense en ese hermoso hombre de ojos grises que me hizo gemir de placer. Creo que si sigo así tendré que ir pronto al psicólogo.
No vuelvo a conciliar el sueño así que me levanto a abrir las cortinas del balcón dándole paso a la hermosa vista frente a mis ojos. Tener a la vista la playa junto al atardecer son cosas simples pero que deleitan.
Notar el sol ocultándose me recuerda que quede de reunirme con las chicas y como siempre voy retrasada. Me doy un baño rápido y me termino enfundando un vestido negro, por último, me maquillo un poco y me calzo unas preciosas sandalias.
Ya lista me dirijo hacia el ascensor que se encuentra completamente solitario, pero no por mucho porque en el antepenúltimo piso entra un señor maduro de unos cincuenta años, se nota que es mayor por las canas que adornan su pelo rojo, pero tiene un cuerpo que parece esculpido por los dioses. Es alto de tez blanca, nariz perfilada y ojos azules.
Me aparto hacia una esquina de ascensor manteniendo mi debida distancia mientras vamos descendiendo en completo silencio.
- Nunca había visto uno chica con tu color de piel tan hermosa- dice el hombre a mis espaldas.
- Disculpe? – pregunto encontrándome con su mirada lujuriosa sobre mí.
- Qué eres muy hermosa.
- Oh gracias- respondo sintiendo las mejillas calientes.
- Soy jacinto novikov y tú? – se presenta extendiendo sus manos.
- Jadhara Rosario- junto nuestras manos en un saludo que se hace corto ya que su tacto me parece escalofriante.
- Un gusto preciosa rosa negra- dice tomando mi mano y sin previo aviso se la lleva a boca, dándome un beso corto.
- rosa negra? – pregunto alejando mi mano de las suyas.
-si, impresionante y única- dice al momento que se abren las puertas de el ascensor mostrando la recepción del hotel. Es mi momento de huir así que me despido y salgo con pasos apresurados sin darle chance a decir palabra alguna.
-Pensé que la habitación te había tragado- dice Mackenzie cuando llego al restaurante y me siento a su lado.
-Simplemente el sueño se apoderó de mi- encojo los hombros restándole importancia.
-Esperemos que no se vuelva a apoderar de ti, ya que mañana es la conferencia- habla jasmin tomando de la copa de vino que hasta ahora noto.
-saben que cuando son cosas serias me esfuerzo así que no se preocupen.
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Mafismo
CasualeQué pasa cuando el Romance, la Mafia y el racismo se mezclan??? Descúbrelo... Historia completamente mía, no se aceptan copias ni adaptaciones. +18