Capitulo 77

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Rose tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido. 

-Haré que te olvides de todo ésta noche -dijo Liam y besuqueó su estómago-

Me quedé allí, inmóvil y con el corazón roto.

-No me jodas, mamá -balbuceó ella y abrí los ojos entrando en alerta. Estaba ebria-

Tomé a Liam por los hombros y lo estampé contra la pared cercana. Este se levantó con una erección y cara de confundido.

-¿Estás demente?- preguntó enojado y tomó sus bóxers, enfundando aquella patética cosa rápidamente-

-¡¿Pensabas tirártela mientras está ebria?! -grité furioso y me acerqué hundiendo mi puño en su mandíbula-

El jadeó pero rápidamente se levantó y me aventó un golpe el cual esquivé por pocos centímetros.

-Ella ya es bastante grande para decidir sola. No es mi culpa que esté ebria -dijo él lascivo observando el cuerpo de Rose en la cama-

La ira se apoderó de mí, y literalmente lo molí a golpes, pensando en qué podría haber sucedido si llegaba unos minutos más tarde.

Descargué todo mi enojo a golpes, desfigurando su rostro de niño bonito, y probablemente aflojándole unos cuantos dientes.

Cuando me aseguré de que tuviera bastante en claro el propósito de mi paliza, lo dejé a un lado de la cama, gimiendo de dolor en el piso. Rose entreabrió los ojos, confundida. 

-¡Déjame! -rezongó y se dio media vuelta. Llevaba un sexy sostén con encaje negro– ¡Vete con Becca, déjame!- balbuceó frunciendo el ceño con los ojos cerrados y algo ida-

Tomó una almohada y me la aventó. Evité una risita. Quizá si podríamos solucionar esto después de todo.

Tomé sus jeans del suelo e intenté ponérselos.

-Tú estás... - comenzó ella y la vi parpadear varias veces intentando enfocar la vista. Soltó una risita divertida- ¿qué? 

Fruncí el ceño e ignoré sus movimientos de negación mientras me ocupaba de ponerle la ropa. 
No me dejó ponerle los zapatos, pero no me importó, la tomé en brazos y salí de allí. Ella se removía inquieta y molesta, murmurando cosas sin sentido.

-¡Déjame! - dijo más decidida cuando la senté sobre la barra. 

-Dame un vaso de agua por favor- le pedí a Fred que observaba la escena divertido. Rose arregló su escote y luego apoyó la cabeza contra la barra.

-Te odio. Aléjate de mí.

Sus palabras me dolieron pero me obligué a aceptar que ella estaba ebria y no sabía lo que decía.

Fred me pasó un vaso con agua y se lo entregué. Ella se negó. 

-Vamos, Rose, por favor- le pedí tendiéndole el vaso-

Ella lo tomó en su mano.

-¡Te dije que no!- exclamó arrojando el vaso al suelo, que golpeó estallando en fragmentos de cristal.
Rose echó a correr evitando torpemente no pisar los cristales con sus pies descalzos.

Le ofrecí una mirada de disculpa al tipo de la barra y corrí detrás de ella.

-¡Ven aquí!- le grité enojado pero ella solo aceleró su paso llevándose por delante a unas cuantas personas.

Finalmente llegó a la salida y corrió por el asfalto. La seguí lo más rápido que pude, y noté que ella comenzaba a ralentizarse. El estado de ebriedad no le permitiría ir muy lejos.

La tomé en brazos nuevamente y ella chilló todo el camino hasta el auto. Una vez que le abroché el cinturón de seguridad, puse el seguro para que no pudiera escaparse. 

Ella comenzó a gritarme desde el asiento copiloto mientras yo daba la media vuelta para ir a mi asiento.

-¡Te detesto! -me gritó fulminándome con la mirada en tanto entré– ¡¿Por qué no te vas con la estúpida de tu esposa y sigues con tu estúpido e infeliz matrimonio?!

Al parecer ya estaba un poco más consciente porque pudo decirlo casi sin tartamudear o detenerse a pensar.

-Cálmate. Estabas a punto de acostarte con un cualquiera y yo sólo te he dado una mano- dije fríamente y algo molesto, nuevamente. Puse el motor en marcha y por primera vez me salteé los semáforos en rojo-

Ella me miró atónita y desabrochó el cinturón.

Me golpeó el hombro y comenzó a gritarme cualquier cantidad de insultos, uno tras otro.

-¡Estoy harta de ti! ¡Me trataste como una mierda todo el día! ¿Y ahora vienes a hacerte el que 'me das una mano'?- chilló enojada. – ¡Eres una mierda, te juro que apenas detengas el auto romperé el parabrisas con tu cráneo y me iré muy lejos de ti!

-¡Estás demente!- espeté furioso. – ¡Yo debería alejarme de ti! ¡Hoy casi la matas a golpes! ¡Y no me digas que la defiendo específicamente a ella, porque cualquiera diría lo mismo que yo!

-Estás enamorado. Eres un maldito idiota, aún no has superado que la muy zorra no siente nada por ti. Acéptalo, ¡sólo eres un perdedor! 

-¡Pues éste perdedor te ama! ¡Y tú sólo quieres que me aleje de ti por un maldito error! 

Ella no dijo nada y finalmente sentí mi corazón destrozarse lenta y letalmente. Mis ojos se cristalizaron y sentí que nada valió la pena para ella. Estaba echando todo por la borda como siempre.

-Harry- dijo ella alarmada pero no la observé. –¡¡¡Harry, detente!!!

Su expresión asustada fue lo último que vi antes de que una luz blanca consumiera nuestra visión.




ZAYN


Mi madre sonrió cuando volví a casa luego de dejar a Gretchen en la suya.

Gretchen era aquella recepcionista de la Academia Raymond que había visto por primera vez cuando habíamos ido junto con Harry a fotografiar la exposición.

Ella me había cautivado desde un principio, por lo que en tanto volví a verla no me resistí a pedirle su número. Al principio era algo vagamente casual, pero admito que ahora podría incluso decir que me estaba empezando a enamorar. Y eso que todavía no me había acostado con ella.

Aquella noche se la había presentado a mis padres, y por las expresiones en sus rostros, supe que estaban tan fascinados por ella como yo.

-Es encantadora -halagó mi madre– La cena ha ido espectacular, me alegra que no hayas traído a cualquier joven promiscua con las que solías andar  -me dijo mirándome severamente-

Solté una risita tonta. Me despedí de ella y mi padre, y subí a arropar a mis hermanas menores. 

Finalmente cuando partí rumbo a casa, con el tráfico notoriamente lento para estar a esa altura de la noche, mi celular comenzó a sonar. Sonreí como un tonto pensando que era Gretchen. Me llevé el teléfono al oído.

-Zayn Malik -dije fingiendo seriedad, pero la voz del otro lado de la línea no era nada parecida a la de mi novia.

-¿Usted es pariente cercano o amigo del señor Harry Styles?- preguntó un tipo, y yo alejé el celular de mi oído para ver la pantalla. En efecto, estaba llamándome desde el teléfono de Harry.

-Sí, es mi mejor amigo. ¿Qué sucede? -dije deteniendo el auto sobre la acera-

Se hizo un silencio incómodo en el que pude escuchar sirenas de policía a través del móvil. Mi corazón se detuvo.

-Él y una chica con la que iban... han sufrido un accidente...


One And Only || Harry Styles ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora