¿Rivales? Kageyama Tobio y tú

33. Breaking down

Sakari despertó al sentir que caía al vacío en su sueño, levantó la cabeza dándose cuenta de que estaba sobre su escritorio, miró por la ventana y ya era de mañana. Se refregó el rostro tratando de volver a la realidad, en su escritorio estaba todo desparramado y parecía haber babeado su tarea.

-No... no... maldita sea...-Atrajo su bolso y metió todo ahí para arreglar un poco el desastre. Finalmente se levantó de la silla con un horrible dolor en todo el cuerpo. Se estiró logrando que sus extremidades se relajaran un poco; dio un gran bostezo y se tiró a la cama intentando dormir un poco.

Su alarma sonó al instante haciendo que se quejara, no había dormido nada... no recordaba haber descansado. Levantó el teléfono poniéndolo enfrente suyo y automáticamente sus dedos se dirigieron al chat con Tobio. Suspiró pesado tirando el teléfono, el chico no le respondía... nuevamente. Desde ayer que no respondía ni sus llamadas ni mensajes. Se levantó para alistarse; el clima parecía haber mejorado pero estando en temporadas de lluvia no tenias idea de como sería. Así que se puso algo veraniego como hasta ahora estaba el clima. Ingresó al baño intentando arreglarse; estaba bastante pálida y parecía a punto de enfermarse por las ojeras profundas. Para mantener la mente ocupada había tomado varías clases extras de la universidad para acortar el tiempo, aunque... eso la había consumido. Y estando sin el apoyo de Tobio se volvía aún peor.

Se arregló y tomó su bolso saliendo de la habitación apresurada; se le haría tarde de nuevo. Estando en la gradas se topó con su madre.

-Cariño, ¿estas bien?-Dijo preocupada viendo a la menor, tomando su temperatura, ella se libró caminando hacia la puerta.

-Si... lo estoy... se me hará tarde me voy.

-Pero Mai no está a fuera.

-Le dije que no viniera por mi hoy, no quiero cargarla tanto como mi niñera.-Tomó sus zapatos y se los puso.

-Bueno... tu hermano vuelve hoy, se ofreció a recogerte a la vuelta.

-Hmm de acuerdo. Hablaré con el. Adiós...-Salió de la casa y su madre la miró con preocupación.

Camino hasta la parada del bus sentándose ahí a descansar un momento. Revisó nuevamente el teléfono reparando únicamente en su foto de fondo con el muchacho; lo extrañaba mucho. Lo necesitaba... necesitaba verlo y no a través de una jodida pantalla.
Abrió nuevamente el chat intentando ver si había respuesta. Nada, aunque afortunadamente vio que el chico salía en línea en el chat y estaba escribiendo por lo que El corazón le dio un vuelco pero Justo en ese momento nuevamente salió como que se había desconectado. La chica suspiró pesado; parecía seguir ocupado.
De estar tan metida en el teléfono no noto que el bus paso en frente suyo y ya estaba lejos como para alcanzarlo.

-¡Agh, Maldición!-Gritó molesta, dio una zancada y comenzó a caminar en dirección a la universidad-Mierda...

El dolor de su cuerpo no colaboró con caminar rápido para intentar llegar a tiempo, pero al menos estuvo concentrada y tratando de no darle muchas vueltas a las cosas. Teniendo la universidad en frente solo le quedó aceptar su derrota, aunque el mundo le sonreía hoy aparentemente, su clase era dentro de 15 minutos lo que la alivió un poco, se había confundido de horario... llegó a la entrada y antes de si quiera poder dar dos pasos dentro el edificio Mai se lanzó de este a ella abrazándola.

-¡Sakari-Chan! ¿Por que no dijiste que te atrasarías? ¿Que pasó? Casi pierdes la clase...

-¿Te sabes mi horario?-Preguntó confundida.

-A lo que voy es que pudiste haberme pedido que vaya por ti...

-No era necesario. Además fue mi culpa, perdí el bus y... estaba distraída y...