Prologo

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¿Me acompañan en esta nueva aventura?

Bienvenidos a esta nueva historia, donde como pueden ver será basada en Santana Lopez y Brittany S. Pearce; como lo dije antes de publicar en un anuncio en la historia de (Emily y Alison) también tendrá Emison, Brittana y Emison son los ships que lideran mi vida para que mentir (JAJA) espero les guste y gracias desde ya por todo el apoyo que quieran brindarle a esta historia, como siempre espero leer sus opiniones y reacciones a medida del capitulo y claro está una estrellita si les gusta.

(esto es un adelantito, aun me queda mucho por adelantar de los capítulos aunque ya tengo varios capítulos pero quería que tuvieran una idea o conocimiento de esta historia)

Los dejo leer ahora si. <3

-Kell. 


Prologo

Se había jurado quedarse en New York por muchos años, los años en aquella ciudad habían sido una completa aventura y después de algunos meses de no saber qué hacer con su vida en base a lo que estudiaría; había entrado de lleno a clases de baile y canto en NYADA donde de vez en cuando podía ver a Rachel siendo una total y completa diva en aquellos pasillos ¿Quién iba a imaginar aquello? No lo había logrado en la secundaria, pero aquí podía ser quien ella quisiera, nadie la conocía y podía ser lo que siempre intentó en sus días de secundaria, Santana la miraba sin creer aquello, pero en el fondo se entusiasmaba por la pequeña judía, con Kurt quien se había esforzado por encajar y mucho no le había costado.

Había entrado a la universidad y estudió finanzas y administración, pero su amor por la música jamás la había abandonado, se había metido completamente en sus estudios y ni ella misma lo creía aunque su madre quería que ella se inclinara por el lado de la medicina como su padre a Santana nunca le agrado la idea y como siempre ella fue la dueña de elegir lo que haría con su vida, sus clases de baile y canto le hacían sentir en las nubes era lo que amaba hacer, pero su carrera también le gustaba aunque nunca imaginó que después de tantos años de estudio y quemarse las pestañas por cada parcial y trabajos largos en sus semestres universitarios dejaría todo por irse a un pequeño pueblo en Pensilvania para enseñar.

Si, enseñar.

Quien iba a decir que Santana López la chica con menos paciencia para la gente terminaría rodeada de adolescentes con problemas estúpidos de amor e inseguridades intentando darles un cambio por medio de lo que la había ayudado a ella en sus años de adolescencia; la música y el baile.

Viernes

14:00 hs.

Intentaba descansar después de todas las cajas que debía descargar de su camión de mudanza, era un asco hacerlo sola, jamás pensó que tendría tantas cosas, cajas de cosas que estaba segura no usaba, se había pasado a un pequeño departamento, no era grande no necesitaba mucho espacio después de todo.

Miraba la sala y veía donde podía colocar las cosas de decoración y las fotos; contaba con suerte que su tía le había dado aquel sofá que pensaba reemplazar después de un tiempo y no encontró mejor oportunidad que esta para poder convencer a su esposo de hacerlo, entraba perfectamente en la pequeña sala de estar que tenía el lugar.

Miró la cocina, era perfecta el espacio que se necesitaba, una estufa, un horno microondas y una nevera de un tamaño perfecto para su espacio, el pasillo del lugar les daba a tres puertas, dos habitaciones y el baño.

Se sentía bien, todo estaba marchando de acuerdo a su plan, el lugar le parecía bueno y la gente hasta ahora estaba siendo muy amable, dio un paseo por el lugar y vio que había un parque cerca eso sería perfecto para cualquier tarde que quisiera salir a caminar o correr un poco o domingo para un picnic se quejaba de su pensamiento porque lo último mencionado era culpa de la enana de Berry había tenido la idea de cada domingo hacer un picnic en Central Park y aunque al inicio Santana se quejaba de la idea le había terminado gustando; y también pudo ver que había una cafetería a dos calles de allí donde podía tomarse sus momentos libres para leer algo o simplemente tomar algo.

Se sentó en el piso abriendo una caja para sacar las cosas de cristal que irían en el pequeño buró que tenía la sala y poner algunos adornos que su mamá le había regalado y que para ella tenían demasiado valor.

Tendría el fin de semana completo para acomodar todo, aunque no quería pasarse esos días ordenando así que entre más temprano iniciara; más tiempo libre tendría, buscó entre las maletas una de sus pijamas cortas y cómodas para estar mejor mientras sacaba cosas y acomodaba todo. Su tarde se había convertido en nada más que ordenar; tomó un poco del refresco que había venido en compañía de la pizza que había pedido y se comía su segunda rebanada de esa tarde, la sala estaba completa y limpia, respiraba profundamente y sonreia ante el resultado del trabajo que le había tomado un par de horas.

-Mamá estaría orgullosa de mi. –rio un poco al recordar todas las veces que su mamá le regañaba por dejar todo tirado.

Suspiró y se tiro en el gran sofá que tenia en la sala y pensaba que podría dormir ahí cómodamente "para que cama si tengo el sofá" pensaba; miro el techo y pensó en todo y en nada a la ves, en como todo había cambiado, tenia 4 años de haber dejado Lima en Ohio y había pasado por Louisville y New York... pasó de un lugar sin emoción a otro incluso peor, quien podía encontrar diversión en Kentucky por Dios... pero esa beca le había servido mucho para comenzar con su carrera un tiempo después, aunque a la que le agradecía aquello era a la rubia.

Brittany...

La había superado, ya la había superado, se convencía a ella misma, después que habían terminado la relación y que las dos quedaran en buenos términos le dolía aún recordarla... había decidido terminar la relación porque no quería ver a la rubia sufrir, la relación se estaba desgastando y no porque la bailarina lo quisiera, es porque ella misma santana; así había dejado que sucediera "Así me sentí yo cuando me dejaste sola" no podía quitar esas palabras de su mente, por más que pasaran los años aún sentía el dolor en cada palabra que había salido de los labios de la rubia que tanto había amado en sus años de secundaria, se sentía estúpida al decirle que podía salir con otras personas, pero a quien quería engañar acaso, la dejaba porque eso era lo que había hecho la latina dejar a su rubia de ojos azules a su unicornio mágico "esto es como un rompimiento" "nunca te engañaría" "yo también te amo" no se había dado cuenta de las lágrimas que caían y mojaban sus mejillas, la melodía que sonaba en el piso del lado le habían traído demasiados recuerdos <<You said i'll never leave you alone>> sonaba fuerte y claro, el destino quería que recordara el peor de sus recuerdos con ella; el día que pudo ver como rompía en pedazos el corazón de su dulce e inocente Britt-Britt.

Tenía más de un año sin hablar con ella, no sabía cómo había seguido todo después que la aceptaran en el MIT y se había convertido en la mente maestras de las matemáticas... Santana siempre supo que la chica de ojos azules siempre fue un genio, pero lo sabía disimular muy bien, con sus comentarios raros y locos pero que aun así podía ser la persona más inocente y centrada, más tierna y completamente sexy del jodido planeta...

No sabía si aún estaba con el estúpido de Sam o si había conocido alguien más, es que le dolía, no lo negaba le dolía que alguien más probara esos labios tan tiernos y delicados, esa piel tan suave y mirara esos ojos y lo que más le dolía era que Brittany mirase a alguien más de la manera como lo hacía cuando la miraba a ella, no quería compartirla, no quería que saliera con alguien más, no quería que las cosas no funcionaran... no quería muchas cosas pero la vida nunca es como uno quiere, tuvo que dejar ir a la mujer que amaba porque no quería verla sufrir, aunque al final había sufrido ella misma y por partida doble; ver que alguien más la hacía feliz le hacía doler el corazón y el alma, ella quería siempre ser el motivo de las sonrisas de Brittany, quería tomar su mano y sonreír como una estúpida todo el tiempo, quería tantas cosas y al final no tenía nada.

Se sentía incompleta; lo tenía todo... Trabajo, casa propia, su carrera y un trabajo que por más pegas que colocara le gustaba y disfrutaba, pero le faltaba algo, su pecho lo sentía y su corazón se lo gritaba, pero ella se lo negaba siempre, se repetía día a día que ya no sentía nada más que cariño por Brittany se lo repetía una y otra vez porque a quien quería convencer era a ella misma.

Mañana podía seguir, suspiró una vez más... por hoy era suficiente, además que al llegar su prima ella podía ayudarla también, aunque la pregunta era cuando llegaría la chica, aun no le decía si viajaba ese fin de semana o en la mitad de la semana, había tenido algunos percances en California para transferirse de una escuela a otra; no podía negar que la ponía contenta no estar sola en el lugar.

El lunes sería un nuevo comienzo. 

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