Capítulo 6

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Capítulo 6

Santana había estado apurando a Emily desde hace más de una hora aquella mañana, se había quedado hasta tarde jugando en la computadora y hoy las sabanas se le habían pegado, después de tener todas sus cosas listas, aún estaba esperando por la pequeña de la casa que no sabía ni siquiera que colocarse y tenía más de 20 minutos en el baño.

-Emily vas a llegar tarde. –dijo Santana en la puerta del baño. –no llegaré tarde por tu culpa.

-Estoy lista ya puedes ir bajando, además no es como que debemos caminar ayer llegó tu auto.

-Literalmente acabo de escuchar como apenas cerraste la llave de la ducha. –decía junto a la puerta del baño. –te dejé café en la encimera de la cocina, iré bajando y te espero ahí, como demores más de 5 minutos en bajar, tendrás que tomar autobús o de paso irte caminando.

- ¡Santana! ¡No puedes ser así!

-Mírame nena, soy capaz de eso y más ¡Apúrate!

Santana agradecía tener auto, en serio no soportaría una ida a la escuela más en el auto de Brittany por más que ella se negara a eso, Emily terminaba convenciéndola de hacerlo y Brittany le decía que no era un peso para ella hacerlo al fin y al cabo todas iban para el mismo lado.

Apoyó su cuerpo a la parte delantera de su auto aparcado fuera del edificio y cruzo sus brazos mientras colocaba sus lentes de sol por encima de su cabeza llevándose un poco de su pelo atrás, tomaba del café que preparó antes de salir y veía a Emily correr con su maleta metiendo las cosas rápidamente.

-Sigues aquí. –respiraba rápido. –Alguien ocupo el ascensor y me toco bajar por las escaleras.

- sigo aquí porque te faltaban –miró su reloj -30 segundos para dejarte.

-Eres muy cruel Santana. –Seguía luchando con su mochila.

- ¿Por qué eres tan desordenada? –preguntaba Santana regañándola un poco. –sube ya. –dijo abriendo la puerta para la morena.

Dio la vuelta hacia la puerta del conductor y cuando subió pudo mirar a la rubia de ojos azules saliendo del edificio con una paciencia como si fuera temprano.

Brittany aquella mañana lucia tan fresca y relajada, y santana la miraba con adoración, por más que se sintiera triste por la situación de ellas dos en esos momentos no podía negar jamás que Britt siempre sabia como deslumbrar a cualquier hora, y el vestido color azul pastel con pequeñas flores blancas que llevaba ese día le hacía mirar como un ángel, tenía zapatillas blancas y unas lentes oscuras encima de su cabeza, sus ojos se miraban de tal forma que podías confundirlos con el cielo pero para Santana los ojos de la rubia eran incluso más impresionantes que el mismo cielo.

-Cierra la boca que se te sale la baba. –dijo Emily al darse cuenta. –te traigo una cubeta ¿quieres?

-Cállate.

Había pasado ya varias horas desde que las clases habían comenzado y en la mañana las primeras horas fueron de entrenamiento con las chicas que al final habían sido seleccionadas para hacer parte de las porristas.

Lo que le parecía extraño a Santana era que Brittany no había llegado aún a la escuela y esta mañana había visto que salía a la hora que ella salió para ir a trabajar.

Estaba completamente preocupada.

-Señorita López. –saludaba Hanna con una sonrisa cuando entraba al salón de coros nunca entendía que hacia allí con Alison si la pobre chica no cantaba ni por equivocación, aunque Santana no podía negar que la chica sabia bailar muy bien así que eso sería bueno si algún día quería unirse al club, supuso que la presencia de Hanna era para darle compañía a la otra rubia. –Alison se atrasó un poco porque su uniforme quedo arruinado después del entrenamiento y ha tenido que esperar por su ropa, la madre vino para dársela.

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