Capítulo 1

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Capítulo 1

Podía jurar que apenas había llegado ayer a aquel lugar, había estado desempacando las cosas y organizando el lugar donde estaba actualmente viviendo, había comido pizza todo el fin de semana porque no había ido a hacer una compra de comida para ella comida de verdad como le decía su madre cada que la había llamado los últimos 3 días, después de tanto le había prometido que después de trabajo iría por comida de verdad por más que pasaran los años y le dijera a su madre que no tenia que llamarla cada 5 minutos para saber si había comido o se había bañado ¡sí! Le preguntaba incluso aquello como si Santana aun fuese una niña de 5 años.

Pospuso su alarma 5 minutos más, y si no era por la llamada de Rachel hubiese llegado tarde en su primer día de trabajo; maldijo una y otra vez por despertar tan temprano pero hoy tenía una reunión antes de comenzar con el director de la escuela.

-Sabía que ibas a despertar tarde. –decía Rachel con la voz más molesta del mundo, podía ser muy irritante a veces –Así que tuve que llamarte.

-Te odio, pero te agradezco. –Santana decía mientras tomaba la toalla para entrar al baño. –iré a alistarme, te hablare cuando tenga tiempo. –escuchó como Rachel movía cosas como loca en la cocina, lo supo cuando escuchaba que revolvía las cucharas. –Rachel, lo que buscas está en el otro cajón.

-Como sabe... -se preguntaba la castaña... -vale, eres Satán todo lo sabes. –bromeó.

-Cállate enana. –rodó sus ojos. –te dejare o llegaré tarde de todos modos.

Agua caliente, el clima estaba fresco y al parecer iba a llover notó algunas luces cuando salió del baño y se asomaba por la ventana de la habitación; miró su reloj y aún tenía tiempo para un café de camino a la escuela, podía caminar no estaba lejos y su auto aún no había llegado.

-Buenos días. –dijo cuándo el director salió de su oficina y le sonrió. –Soy Santana López.

-Lo sé. –dijo amablemente. –pude ver su foto en su hoja de presentación; estamos contentos de tenerla aquí; debo decir que nos han dado muy buenas referencias sobre usted.

-Vale, me alegra oír eso, aunque mi madre siempre me va a describir perfectamente. –bromeaba un poco.

-Si. –la invitó a pasar a su oficina y le ofreció un café; dos no serán mucho pensaba –Pude escuchar cosas buenas de usted; y que tiene una voz impecable, eso es lo que necesitamos.

Algunas cosas más que hablaban sobre el alumnado que tendría a cargo y del grupo de chicas del equipo de porristas, escuchó algunos nombres pero al minuto los había olvidado al final de la semana estaba segura que tendría todo en su mente y no los olvidaría, la secretaria del director se encargó de mostrar las instalaciones y las aulas que tendría a cargo, el salón de música con los instrumentos y un salón común y corriente donde podría reunirse con los chicos cuando de notas se tratase; por ultimo conoció el campo donde las chicas entrenaban.

No estaba sola, era del comité de artes y música para los chicos, pero había otra maestra por lo que había escuchado de la secretaria que estaba un poco abrumada y olvidó decirle el nombre cuando corría de vuelta a la oficina porque Hacket la necesitaba; recorrió un poco más el lugar y conoció algunos profesores Ciencias de la vida, Biología y química aburrido se decía a ella misma, conoció a la maestra de español y supo conectar con ella, tenía un aire a su antigua y loca maestra Holly y que al contrario del profesor Shue esta si sabía de la materia y del idioma, supo cómo congeniar con ella cuando supo que vivió varios años en España y que por eso dominaba tan bien el idioma.

Como odiaba las clases de español con el profesor Shue, era patético, siempre lo pensó; al día de hoy no sabía cómo la señorita Emma podía estar con el...

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