Remus Lupin ha regresado a trabajar a Hogwarts y desde entonces nada es lo mismo en el mundo de Hermione. Harry y Ron no sospechan nada pero Draco Malfoy sí, y no permitirá que un hombre lobo se interponga entre él y el objeto de su deseo. ¿Quién ga...
Tres horas después, Hermione caminaba rápidamente por los pasillos, tenía sujetado con fuerza su maletín y miraba al frente distraída... su próxima clase, defensa...
Suspiró con pesadez, no tenía muchas ganas de ver a Remus. No desde su discusión del día anterior. Cierto que hacía un rato él había intentado disculparse pero Hermione aun estaba resentida.
Pronto estuvo frente a la puerta de madera que la separaba de la clase de defensa... Harry que venía justo tras ella la empujó, obligándola a entrar...
Los tres se sentaron en medio del aula y sacaron todo preparándose para la clase.
- Hola chicos- saludó Remus con su habitual sonrisa.
- Hola profesor- dijo Harry acomodándose en su lugar- ¿ya tiene listos los ensayos?
- Precisamente los terminé hace rato- contestó Remus desviando ligeramente la mirada hacia Hermione.
- ¿Qué tal estuvieron?- preguntó Ron con algo de impaciencia.
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Remus fijó su mirada en él, ampliando su sonrisa y se dio la vuelta para sentarse en su escritorio, dejando en el aire la pregunta del pelirrojo.
Hermione sólo se sentó en su lugar y frente a ella acomodó una pila de libros para tratar de estar fuera de la vista de su profesor, pero él se dio cuenta y hábilmente dijo en un tono un poco serio:
- Señorita Granger, no necesitaremos todos esos libros para la clase de hoy. ¿Por qué no los guarda nuevamente?
Se escucharon algunas risas en el aula (el resto de los Gryffindors estaba llegando) y Hermione enrojeció hasta el tope, sintiendo una especie de vacío en el estómago.
Lanzó una dura mirada al licántropo e hizo a un lado todo.
- ¿Así le gusta?- preguntó de mala gana, sin poder evitarlo. Todos los ahí presentes se sorprendieron por la forma en que ambos se estaban tratando en ese momento. Remus soltó un bufido y fingiendo haber ignorado a su alumna comenzó a hablar sobre los resultados de los ensayos.
- ... - pero no se confíen porque la próxima vez ya no será tan sencillo- concluyó- ahora verán sus resultados.
Antes de levantarse a repartirlos, rápidamente cambió con su varita mágica la nota que había puesto en uno de ellos.
- Veamos... Parvati Patil...- se acercó al lugar de la chica y se lo entregó- Neville Longbottom... bien, lo hiciste muy bien... Ron Weasley, felicidades, Harry Potter... aquí tienes, Seamus Finnigan... Dean Thomas solamente échale un vistazo las anotaciones que marqué con rojo... señorita Brown... buen trabajo... y... señorita Granger...- el licántropo se acercó a ella y dejó el pergamino en el escritorio sin decir nada.
Si ella lo estaba tratando con indiferencia y arrogancia, ¿por qué tenía él que soportarlo?, pensó.
Hermione le devolvió la mirada desafiantemente y vio la nota de su trabajo: en el pergamino estaba con tinta roja marcado un "suficiente". El enojo comenzó a apoderarse de ella, ¿cómo era posible eso?