Un héroe inesperado

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- "Seguramente McGonagall me pondrá en detención"- pensó Hermione mientras caminaba hacia el despacho de la profesora.

Siguió caminando por el pasillo hasta que finalmente se halló frente al despacho de la jefa de Gryffindor.

- "Prepárate para la ira del dragón"- se dijo a sí misma al tocar la puerta la puerta.

- Adelante- dijo con irritación la voz de la profesora desde el interior.

Hermione entró y con voz temblorosa dijo:

- Disculpe profesora...

- Ah, señorita Granger, justo a usted la quería ver. Siéntese.

- "Oh, no"

Hermione obedeció tratando de no mirar a la profesora. Después de un corto silencio, ella dijo mirándola severamente:

- Y bien... explíqueme por qué no se presentó a las clases de transformaciones, encantamientos y herbología y llegó tarde a defensa.

 explíqueme por qué no se presentó a las clases de transformaciones, encantamientos y herbología y llegó tarde a defensa

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Hermione pasó saliva con nerviosismo.

- Pues verá... llegué tarde a defensa porque me sentía mal y fui... fui a...- ahora la chica se encontraba en un dilema: si decía que estaba en la enfermería, la profesora podría ir ahí y preguntarle a Madame Pomfrey si aquello era cierto... y si no lo hacía, también estaría en problemas porque esa fue la excusa que dio a Filch y Lupin- fui a buscar algo para el dolor de cabeza... Y después de la clase de defensa fui a la biblioteca y me quedé dormida... lo siento mucho profesora, sé que esa fue una gran falta de mi parte y si usted me pone en detención lo entenderé porque...

La profesora hizo una seña indicándole que no hablara más.

- Lo entiendo- dijo en un tono más calmado- no la pondré en detención por esta ocasión, comprendo que usted por ser prefecta tiene más obligaciones que el resto de sus compañeros pero espero que esto no se vuelva a repetir. Tómese el día y mañana ya la quiero ver en clases.

- ¿En... en verdad?- titubeó Hermione sin poder creerlo.

- Sólo por esta ocasión- respondió la profesora- me encargaré de que Weasley y los otros prefectos la suplan en sus rondas de hoy.

- Muchísimas gracias.

Hermione sonrió y tras despedirse se dio la vuelta para marcharse, pero la profesora dijo:

- Espere un momento. Me enteré de que hace rato tuvo un inconveniente con el señor Malfoy...

Hermione paró en seco. ¿Cómo lo sabía?

- Ah... sí pero... no fue nada importante. Ya está arreglado- mintió Hermione. No tenía ganas de comentar con nadie lo que pasó con él antes.

- ¿Está segura?- insitió McGonagall.

- Sí profesora. No hay problema.

- Está bien. Puede retirarse.

Al salir del aula, Hermione suspiró con alivio.

Amores Extraños- Entre la Serpiente y el LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora