Jimin y Jungkook fueron novios en la preparatoria, pero su relación no resultó ser tan sincera como se creía, por lo que decidieron terminar. Años después, se reencontraran en la misma empresa como jefe y subordinado. Jungkook no reconoce al nuevo J...
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"Aquello a lo que te resistes, persiste".
—Leyes de atracción.
Nam tomó los informes que Sooyoung había redactado bajo la orden de Jenna y los llevó hasta la oficina de Jimin. No hacía falta que él tocase la puerta, ambos se conocían desde hace mucho y su confianza era la suficiente. Jimin sonrió aliviado en cuanto lo vio entrar con los papeles que faltaban para organizar las entrevistas que harían los primeros tres días de la semana.
Sería bastante agotador.
—Por fin siento que hay menos trabajo sobre nuestros hombros.
—Es porque así es —sonrió Nam—. Te ves incluso más feliz hoy ¿Descansaste bien en tu día libre?
—Solo diré que la pase de maravilla —mordió su labio inferior recordándolo.
— ¿Tuviste sexo? —cuestionó sin vergüenza.
— ¡Namjoon! —advirtió llevando un dedo a sus labios para hacerle saber que debía callarse.
—Ya tengo mi respuesta —ambos rieron.
—Que no —su voz fue suave—. En fin ¿Cómo te preparas para estos días de viaje? ¿El interno a tu cargo sabe lo que debe hacer? —preguntó Jimin mientras ojeaba los papeles que Nam le había entregado.
—Sobre eso... —el pelinegro levantó la mirada rápidamente— Mañana el hermano de Jin no podrá acompañarlo al hospital para su tratamiento y me preguntaba si alguien más podía ir a Pohang en mi lugar. Sabes lo difícil que son las horas de diálisis para mi esposo y no me gustaría dejarle solo.
Jimin se quedó completamente en blanco, olvidando por completo los papeles que yacían en sus manos. Las entrevistas a los escritores y estrellas que participarían en la edición de primavera eran realmente importantes, pero sabía también lo importante que era Seokjin para Nam y para muchos en la revista.
Todos ahí sabían sobre el problema en los riñones que tenía Jin e intentaban ser solidarios por ello. Jimin no podía negarle a Nam estar con su esposo mientras pasaba por aquel horrible tratamiento, así que se puso de pie con una sonrisa cálida que le transmitió tranquilidad al jefe de edición principal.
—Lo solucionaremos, no tienes que preocuparte —le dijo caminando hacia la puerta de la oficina, siendo seguido por su colega.
En cuanto estuvo parado afuera con las manos en los bolsillos de sus pantalones de vestir beiges, los miembros del departamento editorial voltearon a mirarle con mucha atención dejando de lado las cosas que estaban haciendo. Jimin respiró profundamente y los miro a cada uno de ellos antes de comenzar a hablar.
—Nuestro editor principal, no podrá viajar a Pohang por asuntos personales —informó—. Sabemos que Jenna irá con Nayeon a Gyeongju, pero necesitamos que alguien más pueda ir a Pohang con el interno Jeon.
