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Camila: 

Veía como Sofia caminaba de un lado a otro en la sala hablando sobre lo increíble que era Lauren por todas las cosas que trajo en los últimos días y lo que me decía. Lo cual no era nada comprometedor, más bien eran palabras de aliento sobre mi inteligencia y mis gustos.

Me irritaba mucho saber que todo lo que Lauren me había regalado, lo había disfrutado Sofía. Había perdido un concierto de Ed Sheeran con la persona que me gustaba. Quería morir.

Claro, no literalmente.

Mis padres le prestaban atención a cada palabra de Sofía con sus ojos puestos en mí. Sabía que se divertían de la situación y era algo que me frustraba.

¿No podían parar el entusiasmo de Sofía?

—Entonces Lauren comenzó a bailar como loca. — Mi hermana pequeña rió, sonreí imaginándola en pleno estadio bailando. — Y una chica se le acercó, no recuerdo muy bien su nombre. — Sentí mi cuerpo hervir de repente. Mis padres me miraron, prestando atención a mis gestos. — Igual eso no importa, Lauren la alejó y siguió bailando. Luego de eso hubo una pausa y fuimos a comprar burritos.

Respiré aliviada. Lauren había hecho algo bueno.

—No digas esas cosas delante de Camilita porque ni dos kilos de bananas la van a calmar. — Mi madre rió del chiste de mi papá. Rodé los ojos. — Hey, compórtate conmigo, señorita. — Rieron los dos, esta vez más fuerte.

Verlos así me daba ganas inmensas de encontrar a esa persona para mí. Alguien que esté en las buenas y en las malas, que me haga reír y que seamos cómplices juntos, que nada ni nadie pueda romper nuestro fuerte.

—Mija, este sobre tiene tu nombre. — Me asusté al ver a mi madre parada frente a mí estirándome aquel papel. ¿En qué momento pasó de un lugar a otro?

Tomé el sobre con cuidado. Mi madre se sentó a mi lado, puso la palma de su mano en mi espalda y comenzó a acariciar ésta.

—E-es la letra de Lauren.

—Lo sé, ella la trajo.

—¿Por qué no entró?

—Estaba más nerviosa que tú, cariño.

—La leo después. — Coloqué el sobre en mi muslo derecho y miré al frente, dónde estaban Sofi y mi papá viéndome a la expectativa.

—Puedes leerla ya mismo.

—Solo lo dices porque quieres saber que tiene el sobre.

—Claro que sí, es hermoso ver las cosas que Lauren hace por mi hija. — Rodé los ojos.

—Vamos, Mila. Ábrelo. — Sofía aplaudió.

—Sí, mija. Así sé si protegerte de Lauren cuándo venga o no.

—¿Cómo sabes que Lauren vendrá más veces?

—Presentimiento de padre experimentado.

Los miré a todos. Tenían razón, muero por abrir ese sobre. Todas las cosas que Lauren hizo por mi entre la semana fueron fantásticas pero siento que nada se compararía con este momento.

Abrí el sobre con desesperación. Sofi dio un gruñido diciendo que pensó que sería algo genial y hermoso, no una carta. Así que fue a su habitación a jugar.

—Quedan ustedes...

—Quedamos nosotros... — Dijeron al mismo tiempo. Sonreí.

—Eso significa que me voy a mi habitación a leerla.

Operación CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora