Especial III.

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Yeoho/JongSang

Kang Yeosang tenía un control para todo aquello que tuviera que ver con su vida, él sabía que cosas hacer y que cosas no, sabía en qué momento detenerse y en qué momentos arriesgarse, no era alguien que confiara rápido en las personas y el espacio personal era algo muy importante para él, pues si no respetaban este dudaba que esa persona tan siquiera supiera lo que es el respeto. Nunca había hecho cosas sin antes analizarlas, él solía llevar un control de las cosas y no hacía ninguna acción sin antes tan siquiera analizarla, buscaba los pros y contras de algo para saber si ese algo valía la pena, confiaba en sus instintos demasiado y aunque para los demás fuera un problema, él admitirá en voz alta que solamente se había enamorado una vez en su vida, y esa había sido de alguien famoso con quien sabía no tenía oportunidad, pero... ¿Qué podía hacer? Emma Watson era su tipo ideal.

Le habían gustado personas anteriormente, pero jamás llegó a formalizar algo con ellos, ni siquiera intentó hacer algo ahora que lo pensaba, simplemente dejaba que eso quedara como una atracción, y si veía que la otra persona quería avanzar más allá de lo que él permitía, tomaba la decisión de alejarse. WooYoung había sido obviamente la clara excepción ante ello, pues hubo un momento donde ambos confundieron sus sentimientos y quisieron nombrar su algo como gusto, cuando realmente sólo era admiración y demasiado cariño pues se conocían desde que ambos tenían memoria, por ello la decisión de alejarse no era algo que ambos quisieran y decidieron seguir siendo los buenos amigos que habían sido siempre, jamás sintió la necesidad de tener a alguien en el ámbito romántico a su lado, y aunque sus padres les decían que querían conocer a alguna pareja de su parte, simplemente reía y les miraba como que sí estaban locos por pedir eso, en cierta manera siempre admiro a Hongjoong por ello, ya que cuando lo conoció este se miraba tan serio y feliz sin tener a alguien a su lado, sonreía y era amable con todo el mundo atrayendo muchas miradas y más de alguna persona trato de acercarse a él y coquetear, pero siempre eran detenido por un amable -no estoy interesado, pero gracias por fijarte en mí- que lo hizo meditar, supo en ese entonces que no necesitaba a nadie más que no fueran sus amigos y familia para sentirse pleno y feliz, estaba conforme consigo mismo y no necesitaba a alguien que estuviera diciéndole palabras cursis de las cuales sólo se acostumbraba (de un 100% podría decir que sólo un 3%) a que WooYoung se las dijera desde siempre, Hongjoong muchas veces las decía pero era mucho más pasable que su griton amigo, por ello paso sus primeros 3 años en la Universidad fijándose en sus estudios, queriendo salir adelante y continuar con su rutina, él era feliz así y confiaba en que podría lograr mucho si continuaba de esa manera. Como dije anteriormente, confiaba mucho en sus instintos.

Pero justo en esos momentos estaba dudando muy grandemente de su sentido de racionalidad, sabía que ya se había alejado lo suficiente de su amigo y el chico que acababa de conocer como San, quienes creyeron que era buen momento besarse con todos ellos en la mesa, aunque al parecer fue al único que le extraño, sabía que ya estaban lo suficientemente alejados, pero no comprendía porque seguía sosteniendo la mano de ese chico de cabello castaño que tenía una complexión más gruesa que la suya y no dejaba de soltarle amenazas diciéndole que si quería seguir viviendo, lo soltara. Su instinto de supervivencia le rogaba de rodillas que lo soltara, no queriendo tantear su suerte y la vericidad de las palabras de este, pero su no se qué no dejaba que escuchara eso y por ello continuaba tomándolo de la mano hasta que finalmente lo sacó de la cafetería y fueron a la zona exterior de esta, donde se detuvo frente a un gran árbol que tenía la función de dar sombra y aire a aquellos estudiantes que querían comer fuera de la cafetería.

-¿Por qué me traes hasta acá?- bien, esa era una excelente pregunta de la cual ansiaba tener una respuesta, porque obviamente no la tenía en esos momentos, vio a su menor cruzar sus brazos sobre su pecho esperando una respuesta, Yeosang jamás se sintió intimidado por personas mayores o que tuvieron más complexión muscular que la suya, pero en ese momento sintió un poco de temor por el menor que esperaba una respuesta que no tenía.

𝓔𝓼𝓽𝓾𝓭𝓲𝓪𝓷𝓽𝓮 𝓭𝓮 𝓜𝓮𝓭𝓲𝓬𝓲𝓷𝓪.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora