•Witch•

02 • ¿Como ser una buena esposa?

Charlie ya estaba vestida, era muy temprano, no sabía la hora que era, sentía estar asfixiandose con el corset que la hacía "verse más delgada, con menos cintura y elegante", consideraba que estaba hasta los huesos, ¿Por qué tenía que verse más delgada?. Esperaba a su madre en la sala de estar, dónde el día de ayer habían hablado sobre su compromiso. Sólo fueron aproximadamente unos cinco minutos y su madre llegó, siempre con sus elegantes y costosos vestidos que resaltaban su gran belleza, pues Lilith era considerada una de las más bellas de Londres. Lilith siempre tenía una mirada en alto, con una gran autoestima, sus brazos frente apoyados en su cuerpo, con una mano encima de la otra, una mirada que transmitía superioridad a los demás para que supieran que ella va enserio con lo que se proponga y la tomen enserio a ella, claro a excepción de su esposo y su querida hija, a quiénes le dedicaba miradas más lindas, demostrando que ellos son lo más importante de su vida y que los ama. Charlie siempre admiró a su madre, desde que era pequeña, anhelaba llegar a ser como ella cuando creciera.

Lilith se posó frente a su joven hija, y le dio una sonrisa, la menor la devolvió, a comparación de Lilith que da sonrisas más livianas, Charlie extiende siempre la suya, mostrando su estado de ánimo alegre.

— Buenos días, Charlotte

— Buenos días, mamá ¿Cómo amaneciste?

—Yo me encuentro bien, ¿Qué hay de ti?

— Estoy bien, eso creo — miró a otro lado para evitar la mirada de su madre, quién sólo se rió levemente.

— Empecemos con esto, ¿Sí? Las cosas que "aprenderás" — hizo una expresión con sus manos señalando las comillas — ya las sabes, sólo tienes que reforzarlas. Son la educación, tú vocabulario, presentación, vestuario, modales, reglas de etiqueta y aunque tendrás cocineras y encargadas del aseo, necesitas saber eso. Tienes que causarle una buena impresión a tu prometido, y no creas que él no aprenderá nada, los hombres también empiezan a prepararse para impresionar a la familia de la prometida, una tradición de hace muchos años — A Charlie le empezaba a aburrir la apenas corta plática que empezó hace pocos minutos, además de que no había dormido bien la noche anterior y estaba muriendo de sueño, debido a esto, bostezó, y Lilith lo escuchó y vió. Le tapó la boca con su mano en plena acción, Charlie cerró la boca al instante — y otra cosa, no tienes que bostezar cuando alguien está hablando lo sabes muy bien

— Lo siento — contestó la menor apenas al ver a su madre quitando su mano de la boca.

— Como te decía, el fin de estas prácticas es que una familia quedé satisfecha con la otra y se esté asegurado de que el matrimonio será un éxito--

— ¿A pesar de que no haya amor entre los prometidos? — interrumpió Charlotte sintiéndose mal, aún le impactaba la noticia de que se tenía que casar, y aún no le gustaba la idea. Lilith suspiró y se acercó a su hija, posó sus brazos en los hombros de su hija y la miró a los ojos.

— Cariño, sé que no te gusta la idea, sí por mí fuera, dejaría que te cases con quién tú amas, cuando desees, como desees. Pero entiende que ésto es necesario para tu futuro y el de la familia, hazlo por nosotros, ¿Sí?

Charlie asintió con la cabeza lentamente sin despegar su mirada de la de su madre, ella sonrió y volvió a su postura.

— Ahora, sólo prosigamos, hay que apresurarnos para que ésto no sea difícil y cansado para ti

[...]

— Siempre derecha, Charlotte Magne, mantén el equilibrio

Charlie tenía tres libros sobre su cabeza, debía caminar sin tirar los libros ni moverse para tratar de que no se caigan, aunque trataba de no tirarlos, por segunda vez se le cayeron.

— Jessica, otro libro

La mayor de edad recogió los libros, con Charlotte agachada, se los puso en la cabeza, agregando otro libro encima de los tres que ya estaban. La rubia se enderezó con extremo cuidado y con algo de dificultad, cada vez tenía mejor equilibrio y se movía de más pocas veces, su madre sabía que su hija aprendía rápido, sonrió enorgullecida, y la sonrisa no se borró aunque a Charlotte se le hayan caído los libros de nuevo aguantando casi diez minutos dando de vueltas en el largo pasillo.

— Jessica, otro libro, Charlotte está mejorando

[...]

— Esto lo sabes desde pequeña, la hora de té en un matrimonio es un pasatiempo de suma importancia, dedicada para que los novios socialicen entre ellos y se conozcan mejor, y es más importante cuando el matrimonio es planeado, así arreglarás diferencias con tu pareja y llevarán una mejor relación — unas tasas de té, una bandeja con galletas de vainilla, un azucarero, unas pequeñas cucharas y una tetera que contenía el té estaban en una mesa redonda.

— Cuando están hablando de algo importante, no tienes que apartar la vista de él, sólo para agarrar azúcar o agarrar la taza o la tetera. Tus movimientos deben ser suaves, nada de brusquedad. Sé que en ésta actividad te gusta hacer varias cosas, pero algunas no son de buena impresión, así que te prohibiré algunas. Sé que te gusta lo dulce, pero no le pongas cinco cucharadas de azúcar al té, puedes ponerle de dos a tres; no te atragantes con las galletas, no bebas el té desesperadamente, tómalo con calma; a la hora de la conversación, no alces la voz y no te rías a carcajadas. Oh, y lo más importante — Lilith se inclinó hacia Charlie en su asiento y la miró seriamente — No eructos

Charlie rió en lo bajo al recordar que algunas veces al tomar el té rápido, eeuctaba, al igual que su padre, eso le causaba risa a los dos, pero a su madre se le hacía un acto desagradable y de mala educación.

[...]

— El maquillaje es algo que a los hombres les gusta, pero unas mujeres exageran en ese aspecto y créeme, se ven horribles. Tú te arreglarás sola ignorando esos extraños cánones de belleza de hoy. Mientras otras mujeres se hechan demasiado maquillaje en la cara para verse blancas y hermosas, tú no tendrás que preocuparte, tienes una belleza natural envidiable, igual que yo. Sólo resaltarás tus labios y tus mejillas con tonos claros. Es algo muy simple y natural, una esposa con rasgos lindos hace que el matrimonio funcione mejor, y claro, si la esposa sabe hacer bien su trabajo, el matrimonio será para toda la vida

Charlie no estaba segura si estaba escuchando todo lo que su madre le enseñaba, con tantas palabras y lecciones, está revolviendo la información. ¿Para mantener el equilibrio y caminar derecha hay que levantar el meñique y usar labial? Se estaba aburriendo, eso de aprender a ser buena esposa no era lo suyo, para nada, no sentía que iba a estar preparada para dentro de dos días, creía que decepcionará a sus padres y la mandarán a la calle, ¿Y si el matrimonio no resulta? ¿Si su prometido la detestaba? Sería la decepción de familia.