•Witch•

04 • Tu futuro marido

Charlie dormía plácidamente en su cama, aunque ya haya amanecido, ella seguía con los ojos cerrados. Se acomodó para estar más cómoda, hasta que su madre entró y directamente, sin preguntar, abrió las cortinas, dejando que la luz del sol le de en la cara a Charlotte, a lo que ella frunció el ceño y se volteó tapándose hasta la cabeza con las cobijas.

- Charlotte, hora de levantarse. ¡Hoy es el día! - Charlie se quejó sin destaparse

- ¿Qué día?

- En el que conocerás a tu futuro marido

Ese día. Charlie abrió los ojos y se quitó las cobijas. Se sentó en la cama y se estiró mientras bostezaba. Frotó sus ojos con sus manos y miró a su madre.

- Tómate una ducha, Jessica y yo te arreglaremos - Charlotte se paró y se dirigió al baño, sabía la prisa y la emoción de sus padres,por lo que sólo tardó 10 minutos en darse la ducha. Al salir ya con el cuerpo seco, vió que su madre y Jessica sostenían un lindo y elegante vestido blanco, junto a dos objetos que odiaba profundamente: la crinolina y el corsét. Miró con desprecio las dos cosas, pero no tenía opción.

[...]

- ¡No puedo respirar!

- Charlie, no exageres, ya casi está - las tiras del corsét fueron amarradas por Lilith - ¿Lo ves? No fué difícil. Jessica, pásame la crinolina

Jessica obedeció y le entregó a Lilith el objeto solicitado. Charlie se paró y alzó los brazos, la crinolina pasó por su cuerpo hasta llegar a su delgada cintura, hicieron un nudo para evitar que se cayera para después ponerle el voluminoso vestido blanco, que como siempre, la hacían parecer una bola gigante de nieve que puede caminar.

Para finalizar, le hicieron un peinado elegante y la maquillaron de manera natural, sin exagerar.

- Cariño, déjame verte - Lilith tomó las manos de su hija, viendo su lindo rostro. Con una mano alzó el brazo de Charlie para hacerla girar en su eje. Sonrió muy feliz al verla. - Estás hermosa

- No respiro

- Jessica, ¿Verdad que se ve divina? - preguntó Lilith a la mujer mayor, ignorando la queja de la menor de las tres

- Todos los días se ve linda - dijo Jessica igualmente viendo a Charlie

- Le vas a encantar, se cautivará al verte y se enamorará de tí, te lo aseguro, él igual te va a gustar

Charlie no se sentía bien, no quería casarse por compromiso, no estaba segura si el matrimonio iba a salir bien, o si por lo menos le gustaba al que sería su marido. Pero hay algo que su padre siempre le decía, a mal tiempo buena cara. Le vió lo positivo a todo ésto, aprendió nuevas cosas, iba a tener a alguien nuevo con quién compartir su día a día, tal vez no se quieran como novios al principio, pero tal vez si como amigos. Sonrió al igual que las dos mujeres.

- Yo... Pienso que sí - Lilith extendió su sonrisa, feliz de que su hija lo esté tomando bien. Se acercó a ella, sabiendo que ya casi el hombre que su hija esperaba ya casi llegaba, la volvió a tomar de las manos y la miró a los ojos.

- Cariño, éste día iniciará una nueva etapa en tu vida, no pensé que iba a llegar pronto, créeme, tu padre tampoco quería entregarte a un hombre, pero lo hace por el bien de nuestra economía, por tu bieny por tu futuro

- Lo sé mamá - Lilith abrazó a su única hija, conciente de que ella logrará lo que se proponga, mientras Jessica miraba con ternura la escena.

Bajemos, tu padre nos ha de estar esperando, no lo desesperemos, ya sabes cómo se pone.

Las tres mujeres salieron de la habitación para bajar las escaleras y llegar al living, donde Lucifer Magne se encontraba con un traje Negro elegante, como siempre al igual que su esposa. Vió a su hija y sonrió.