Charlie leía un libro viejo que encontró en la biblioteca, uno llamado "Romeo y Julieta", de William Shakespeare, le gustaban las historias de amor, por lo que decidió leerla, además de que su madre se lo había recomendado. La mañana había empezado increíble, tomó una ducha rápida y desayunó algo delicioso, además, habían llegado los obreros y arquitectos, habló con ellos para contarles de la cabaña, al final ellos irían en una semana para hablar del lugar en el que se construirá. No tenía pendientes ese día, por lo que se lo tomó con calma. Estaba en su habitación disfrutando la cálida sensación de su cama, matando el aburrimiento con su libro.
Aunque, tenía ganas de ver a alguien, y ese alguien era una bruja oculta en el bosque, pero tomando en cuenta como actuó el día anterior al mencionar a sus padres, supuso que no la quería ver, al menos hasta cuándo debía ir. Después de unos minutos leyendo su libro, decidió ir a hacer otra cosa, así que lo cerró no sin antes apartar la página en la que quedó con un listón, se paró de su cama y seguido de eso se estiró. Antes de que pudiera planear hacer algo, unos golpes llamaron a su puerta.
— ¿Charlie, estás ahí? — identificó rápidamente la voz, Alastor fué el que había llamado. Tuvo una hipótesis, más bien, sabía que preguntaría algo del matrimonio atrasado, aunque quería evitar el tema, no podía seguir huyendo.
— Sí estoy aquí — se dirigió a la puerta para poder abrirla, ahí estaba Alastor, consu porte elegante y su tan características sonrisa, la cual siempre veía, y ella siendo sincera, a veces le era muy raro — ¿Necesitas algo?
— Charlie, te he notado distante, ayer te desapareciste por un buen rato, y estaba preocupado, ¿Dónde estabas? — la rubia se puso nerviosa, ¿Qué le contestaría? No era muy buena en las excusas, mentir no era su fuerte — ¿Charlie?
Volvió a hablar Alastor al notar que la chica no emitía alguna palabra, arqueó una ceja extrañado. Charlotte reaccionó y le devolvió una sonrisa.
— Salí, a la ciudad. Quería despejarme un poco, no iba allá desde hace tiempo. No te preocupes — Alastor no sabía si creerle o no, pero no era ese tema del que quería hablar, realmente le daba igual si estaba en la casa, en la ciudad o en el bosque, sabía que no era una niña y que no necesitaba cuidarla, al menos no en ese momento.
— Sobre lo que dijeron tus padres Charlotte, quiero hablar de eso contigo — Charlie asintió aún con su sonrisa, aunque en el fondo quería cerrarle la puerta en la cara y no hablar, aún así aceptó.
— Está bien, ¿Dónde quieres hablar?
— En el patio, antes de que se ponga el sol
Después de unos minutos, la pareja (si se le puede llamar así) caminaba a paso lento en el laberinto de la mansión, iban directo al área en el que días antes, habían almorzado. Los dos iban en silencio, cada uno en sus pensamientos. Charlie estaba buscando alguna explicación, una que no sonara estúpida, una creíble, sabía que el decirle el "no estoy preparada" era algo tonto, pero era la verdad, a medias, pero lo era, y probablemente sus padres se lo contarían después, cuando retornen. Después de pensarlo, decidió por decirle la verdad, claro que, omitiría la parte de la poción y de Vaggie. Alastor por su parte, ya sabía lo que le diría y lo que le preguntaría, su verdadero conflicto era el qué le dirá. Perdió la noción del tiempo, y se dió cuenta de que ya estaban en el lugar, allí mismo estaba la mesa y las sillas en las que una vez se habían sentado a comer y a convivir. El castaño se acercó a una de las sillas y la atrajo hacia él, para después indicarle a la rubia que se sentara a lo que ella obedeció y agradeció con una sonrisa. Acto seguido, Alastor tomó lugar frente a ella y la miró. Notó un collar que no había visto en ella antes, era un collar de oro blanco con un diamante morado incrustado. Por lo que el sabía, los diamantes morados son muy poco comunes y difíciles de encontrar, además de que de esos casi no hay.
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•Witch•
FanfictionEn los siglos XV a XVII, la caza de brujas, vampiros, hombres lobos y otras criaturas estaba en su máximo punto. Los cazadores se hacían más hábiles e iban exterminando a todo ser no humano que se cruzara, adquirían armas, formas y estrategias para...