CAPITULO 36. CERRANDO CICLOS

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-¡Wow! Pero que hermosas flores- Exclamo Emily al entrar a su oficina.

-Me alegra que te hayan gustado – Dijo una voz detrás de ella.

-Son hermosas Brad, muchas gracias – Emily le sonrio al médico que trabajaba con ella en los centros. – Perdón que lo pregunte pero ¿Por qué haces esto?

-¿No es obvio? Me gustas mucho Emily, no había tenido el valor de acercarme a ti, pero en el tiempo que estuviste fuera me di cuenta de lo mucho que significas para mí. -Brad de acerco a ella y la mono de las manos – Tal vez tu solo me veas como un amigo pero me gustaría mucho que me dieras la oportunidad de mostrarte quien soy, todas mis facetas y que me dejes conocerte también a ti. – Emily no sabía que decir, la confesión la había tomado por sorpresa, aunque estaba enamorada de Luciano pero estaba decidida a olvidarlo.

-Brad realmente no se que decirte, yo no estoy lista para una relación, pero si me gustaría conocerte un poco más, dejemos que esto fluya si es que esta destinado a ser.

-Me parece bien – Le dio un beso en la mejilla – Me voy a trabajar, tal vez podamos almorzar juntos, claro si es que nuestros tiempos coinciden.

-Esta bien, más tarde vemos si coincidimos.

Brad salió de la oficina y Emily se quedo pensando en todo lo que estaba pasando en su vida, los cambios, las nuevas emociones y sentimientos. Definitivamente ya no era la misma de antes. Comenzó a analizar la posibilidad de darse una oportunidad con Brad, después de todo ella era libre y con Luciano ya no existía posibilidad y menos después de enterarse que había vuelto a enredarse con Astrid. Con esos pensamientos cerro su introspección y comenzó a trabajar.

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-¿Cómo es posible que ahora creas que nosotros somos los que hemos arruinado la vida? Eres una mala agradecida – Conrad estaba furioso, Astrid había citado a sus padres en su apartamento para informales que Richard deseaba verlos.

-Hija, no creo que sea buena idea que Richard venga, el podría querer hacernos daño – Grace temía las represalias sobre ellos.

-El quiere cerrar ese capitulo en su vida, me ha dicho que no hará nada en contra de ustedes, ahora solo le interesa conocerme – Astrid trataba de calmar a su madre que cada vez estaba más ansiosa.

-No confió en ese maldito, intento matarme dos veces ¿lo olvidas? – Conrad escupía con odio.

-El acepto su error al mandar a esos hombres y hacernos daño, pero estaba desesperado y no estamos seguros que haya sido el que provoco que estuvieras en coma.

-Te ha lavado el cerebro, te ha envuelto en sus mentiras. Yo soy tu padre, es en mi en quien debes creer.

-El no me ha envuelto en nada, solo lo he estado conociendo y no me parece una mala persona, además te recuerdo que mi padre biológico es él y dudo que desee hacerme daño, sabe qué si los lastima, me lastimaría a mi también, así que relájense.

El timbre sonó y ella se dirigió a la puerta, Richard aparecía acompañado de Steve.

-Buenas tardes hija – Saludaba Richard. James y Grace se pusieron de pie inmediatamente, no esperaban encontrarse en ese momento.

-Richard – saludo Astrid con un beso en la mejilla del hombre, era algo que al inicio le incomodo pero con el pasar de los encuentros comenzó a sentir normal. – Steve, pasen por favor.

Ambos hombres siguieron a Astrid a la pequeña sala del departamento. La tensión que se formo era palpable. Richard se detuvo y a la primera persona que vio fue a Grace, su rostro mostraba cansancio, un aspecto sencillo, su cabello mostraba el pasar de los años, atrás había quedado aquella mujer hermosa que gustaba de arreglar su cabello, uñas y vestir ropa fina; frente a él estaba una mujer casi irreconocible.

Amor DivididoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora