CAPITULO 15. QUE COMIENCE EL SHOW

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Astrid no podía controlar la ira que sentía, pero era solo eso coraje por haber sido reemplazada. Cuando estaba con Luciano, ella le había ayudado a planear todo lo relacionado con la gala de inauguración e incluso sugirió el espectáculo que sería mejor para la apertura del club y el casino. Todo había sido idea de ella, incluso ya estaba montando la coreografía con sus compañeras y la ayuda de Nico.

Entendía que le había fallado a Luciano pero él le prometió no incluir a ninguna otra mujer que no fuera ella. Creyó que después de todo si había logrado enamorarlo y que a pesar de no haber sido honesta con él podría perdonarla.

-Hija debes pensar muy bien las cosas, si regresas, los hombres que nos buscan podrán encontrarnos, y tú estando allá, no podremos protegerte, si te pierdo no lo soportaría - Dijo su madre con lágrimas en los ojos.

-Se que arriesgo mucho madre, pero entiende, mi sueño, uno de mis más grandes sueños está siendo robado por otra tipa, yo trabajé muy duro, tú sabes cómo me he esforzado siempre por obtener las cosas, nada se le ha regalado y ahora los estoy perdiendo. -Hizo una pausa para tomar las manos de su madre - Ya no quiero vivir escondida, quiero ser libre, Luciano puede ayudarme, solo debo explicarle lo que sucede, él lo entenderá, se que se enamoró de mí, solo debo recordárselo y para ello tengo que regresar. - Siempre se había aprovechado de su belleza para conseguir lo que quería.

- No hija, encontraremos otras opciones, además tú padre no lo aceptará. - Dijo más decidida su madre.

Astrid siguió guardando sus cosas en una pequeña maleta, estaba decida. Su padre llegó casi de inmediato después de que Anja le llamara poniéndolo al tanto. Ambos padres sabían que si se reencontraba con Luciano, podría descubriste la verdad, ellos habían visto a Emily fuera del hotel que abandonaron con ese hombre.

-Astrid tu madre ya me contó lo qu piensas hacer, se que no podemos detenerte, eres mayor de edad y ya te hemos quitado mucho en ti vida como para pedirte que no luches por tus sueños. -Dijo su padre tratando de sonar como una víctima. - Solo quiero pedirte que me des unos días más, ya que para irte deberás llevar dinero y nos queda poco, a mi aún no me pagan en el trabajo que conseguí y no deseo que tu madre pase carencias - estaba tratando que ella desistiera al sentir que abandonaba y dejaba desamparada a su madre.

Astrid suspiró y se detuvo un momento a pensar, efectivamente si se iba en ese momento, dejaría a sus padres casi sin nada de dinero, y debían pagar la renta del lugar donde se estaban quedando. Apretó los puños y se giró a ver si sus padres.

-Esta bien, no me iré hoy pero en unos días más haré el viaje y no habrá nada que me detenga - Dijo muy decidida.

-Gracias hija, debo volver al trabajo, regreso por la noche. - Se despidió y salió de la casa.

-Gracias hija, entiendo lo difícil que es para ti tener que cargar con nosotros, tú eres joven y necesitas volar por ti misma. -Termino de hablar su madre y salió de la habitación.

Si querían hacerla sentir mal, no lo habían logrado, Astrid pensó que el no tener dinero era culpa de su padre, aún estaba segura que él había tomado la parte que faltaba. Ella pensaba que podría ser feliz y vivir sin esconderse, después de todo Astrid no tenía nada que ver con los hombres que buscaban a sus padres, ni siquiera la conocían, ella no iba a pagar por los errores de sus padres, por qué eso pensaba, que había sido un error que sus padres no hubiesen buscado ayuda para acabar con los hombres que los perseguían. En cambio ella sí usaría a sus conocidos para buscar protección.

Conrad tomo su celular y marcó el número de aquel hombre que le prometió ayudarle.

-Soy yo Conrad - Dijo él cuando el hombre de la cicatriz contestó - Necesito que hagas ya el trabajo que te encargue, no puedo esperar más tiempo.

Amor DivididoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora