EPILOGO

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En los meses siguientes, las reuniones familiares cada vez eran más frecuentes, casi siempre en casa de Richard. El amaba tener a sus hijos reunidos. La relación con Grace era cordial, sin ningún interés romántico, en algún momento ella pensó que tal vez Richard aún sentía amor por ella, sin embargo, ,esa idea desapareció cuando él llegó a casa de Emily acompañado de una mujer hermosa y 15 años menor que él, se habían conocido en el hospital, ella era enfermera y lo que empezó con una amistad se convirtió en admiración y luego en amor. Jane Wilson era viuda y con un hijo de tan solo 7 años, su marido había sido víctima de la delincuencia tres años atrás.

Grace sintió celos cuando se dio cuenta que la esperanza albergada por ella se esfumaba, Richard se desvivía por atender a la mujer y el pequeño niño, sin embargo, Emma logro contenerla, explicándole que su tiempo ya había pasado y que lo mejor era que cada quien estuviera por su lado.

Richard por su parte estaba feliz, Jane era una mujer muy linda, no solo físicamente sino también en su forma de ser, su manera de ver la vida lo contagiaba, y aunque le había sido difícil acercarse al pequeño Tim, había logrado que lo viera como un amigo.

Emma por su parte, había iniciado a estudiar la carrera de psicología, cuando le informo a la familia se sorprendieron, pero la felicitaron, entendieron que su motivación habían sido las experiencias en su vida, Grace había sido la única que se mostró en desacuerdo con su elección, pues en cierto punto creía que Emma la culpaba de no ser feliz y por eso se refugiaba en su carrera. Richard hablo duramente con ella, le pidió dejar de ser egoísta y por primera vez pensar en su hija y no en ella.

Steve apoyaba en todo momento a Emma, su relación era cada vez más estable, claro qué con sus discusiones, pues ella aún luchaba con su lado dominante, sin embargo, él había aprendido a lidiar con ellos así encontrar el equilibrio en la relación.

Alex continuaba al frente de la empresa de la familia, su trabajo era admirable, claro con la ayuda de la señorita Woods, aunque la relación entre ellos había mejorado, aún existían discusiones.

Luciano había comenzado su proyecto de expandir su cadena de hoteles en Estados Unidos, su vida había cambiando mucho desde que acepto estar enamorado de Emily, quien estaba ya por cumplir los nueve meses de embarazo. Cada día se desvivía por consentir a su mujer, habían logrado un buen equilibrio en su relación, y ayudaba mucho que la pasión entre ellos era más fuerte.

-Parezco globo y todo es tu culpa Luciano, tu y tu calentura mira cómo me dejaron – Señalo Emily su vientre.

-Pues no pusiste objeciones cuando te hacía mía. – Contesto él sonriendo y recostado en el marco de la puerta del vestidor.

-Ash me chocas, ahora ven y ayúdame que no puedo abrochar las correas de mis sandalias – Luciano se acerco y abrocho las sandalias, pero no perdió tiempo y comenzó a acariciar sus piernas hasta llegar a su entre pierna.

-Te amo, amo tu cuerpo – toco su vientre – amo el milagro de vida que llevas en tu vientre.

-Eres un tonto, sabes que estoy llena de hormonas y me dices esas cosas – Comenzó a llorar, mientras Luciano la abrazaba y repartía besos por su rostro.

-Amo tus hormonas – Dijo él subiendo y bajando las cejas en un gesto pícaro.

-Te amo Luciano.

Comenzaron un beso lento pero muy sensual, él coló su lengua en la boca de Emily, mientras ella le correspondía. La mano de Luciano comenzó a masajear su pecho. Caminaron lentamente hasta que él la acostó en la cama. Su mano llego hasta sus húmedos pliegues y comenzó a masajearlos, provocando que ella emitiera gemidos. Luciano dejo su boca para continuar besando su cuello, luego su clavícula y después descubrir sus pechos al sacarlos del vestido de tirantes, Chupo con ansias, amaba la forma y tamaño que habían tomado con el embarazo, parecía niño pequeño disfrutando de su comida, mientras sus dedos penetraban lentamente su interior.

Amor DivididoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora