Richard acaba de llegar a Florencia en compañía de su doctor particular, su mejor amigo y médico de cabecera le había autorizado viajar siempre y cuando llevara a su hijo quien también doctor. Estaba muy nervioso pues se enfrentaría a su pasado y no estaba seguro de cómo reaccionaría al tener enfrente de nuevo a la mujer que amo años atrás. Su motivación más grande era su hija Emma, que ahora sabía se llamaba Astrid, tenía tantas ganas de conocerla y ser el padre que no había podido ser.
-Richard ¿Estás seguro que tu hijo sabía la hora de nuestra llegada? – Pregunto Steve Brown, el médico que lo acompañaba para estar pendiente de su salud.
-Si, le dije a Alex la hora de llegada de nuestro vuelo, no entiendo porque no ha llegado. – Ya habían pasado cerca de media hora y Alex no aparecía.
-Entonces, te propongo que nos vayamos nosotros al Hotel, ya Alex te había dicho en donde se hospedaban, tal vez tuvo un contratiempo.
-Ese hijo mío, conozco perfectamente los contratiempos que suele tener. – Dijo Richard con una sonrisa, sabía que Alex era un conquistador de primera.
-Bien entonces vamos, necesitas descansar.
Tomaron sus maletas y se dirigieron rumbo al hotel de Luciano. Unos minutos más tarde daban sus datos a recepción, donde ya sabían que él serían traslado al penthouse del dueño y el médico a una habitación cercana. Al entrar no encontraron ni a Alex ni Emily, Richard estuvo tentado a llamarles pero se contuvo, prefería darle la sorpresa a Emily y un escarmiento a Alex.
-Richard voy a instalarme en la habitación y llamar a mi padre, enseguida vendré a revisarte. – Dijo Steve y salió del lugar.
Richard en ese momento se recostó en el sofá, tenía una sensación extraña en el pecho, como si presintiera que algo sucedería.
En ese momento llegaba Astrid al hotel, estaba dispuesta a dejar las cosas claras con su hermana, le haría saber que pelearía por Luciano y su lugar en el show del Club que cada vez era más famoso.
Conocía el penthouse y la clave para entrar ya que cuando estuvo con Luciano varias veces se habían quedado en el lugar.
Al entrar observo todo, le pareció que nada había cambiado y creyó que no había nadie, camino hacia la sala y observo a un hombre recostado en uno de los sofás, lo miro por unos instantes, su cara tenía algo conocido pero no sabía que era.
Richard sintió que alguien lo observaba por lo que abrió los ojos y se encontró con su hija Emily, o eso creía él.
-Hija, llegaste, lo siento me quede dormido, creo que el viaje me agoto de más. – Dijo Richard incorporándose y caminando hacía ella.
Astrid retrocedió y lo miro como si estuviera loco. Ella no lo conocía ¿Por qué le hablaba de esa manera? De pronto y como si se tratara de un flashazo, supo que se trataba de Richard Taylor, el hombre de quien habían estado huyendo por tantos años.
-Yo no soy su hija. No se acerque – Dijo ella retrocediendo unos pasos. En ese momento no supo como sentirse.
-Emily hija, ¿pero qué dices? – Richard la mira desconcertado.
-Mi nombre es Astrid, no Emily. Y usted es la razón por la que mi vida ha sido miserable. Usted es Richard Taylor el hombre que le hizo daño a mis padres. – Dijo ella con tanto odio que Richard tuvo que sentarse en uno de los muebles para no caerse. Su hija lo despreciaba, lo odiaba.
-¡No! Hija Emma, tu eres mi Emma, hija por favor yo... - Sus palabras murieron en su boca, ya que Astrid lo interrumpió.
-Jamás en su miserable vida me llame hija, yo tengo un padre y ese no es usted – Cada palabra pronunciada por Astrid era dicha con odio.
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Amor Dividido
ChickLitSeparadas cuando tenían 3 meses de nacidas. Sin saber una de la otra recorrieron caminos diferentes hasta que se cruzaron en un punto sin retorno. Ese punto con nombre y apellido, Luciano De Luca. ¿Podrán verse como hermanas cuando se enteren que am...