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07

Advertencia: Este capítulo tiene un poco de contenido sexual explícito, lean bajo su propia responsabilidad.

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Desde que a Hoseok le asignaron tener que hacer su práctica en una prestigiosa clínica que él no faltaba como tal, llevaba aproximadamente dos meses yendo y su asistencia era intachable, incluso si debía de trabajar en su tesis y un par de evaluaciones, sin embargo, notó que luego de darse tantas regalías a sí mismo las últimas semanas aquello le jugó una mala pasada, y allí se encontraba faltando porque debía estudiar para una evaluación. No sabía si afectaría a su rendimiento académico con exactitud, pero realmente estaba con el tiempo tan ajustado y con tantas cosas que memorizar aún, que no podía simplemente ir a la clínica.

Estaba en una especie de colapso mental. Mientras escribía rápidamente sobre su escritorio en su habitación, sus cabellos se mantuvieron despeinados y su pijama desprolijo, ni siquiera había podido ir a bañarse, sólo se preocupó de estudiar incluso si su estómago rugía por comida y sus ojos por tener siquiera un poco de sueño. La mesita color blanco que iba a juego con su habitación fue la única testigo de su estrés. HyeSook había abandonado la casa junto a su hermana hace bastante por tener que ir a su trabajo y el jardín de niños. Al menos la soledad le permitió pegar un grito sobre su almohada para desahogarse.

Lo que más le sacó de sus casillas fue sentir que alguien golpeaba la puerta de su casa a las ocho de la mañana. Gruñó y mordió su labio inferior mientras lanzaba con fuerza su almohada a la cama, ¿acaso a HyeSook se le había quedado algo o alguien quería molestarle en su estado de estrés puro? Sacó una nota con lo que debía aprender de su escritorio y de allí se encaminó a la puerta lentamente, memorizando lo que debía, dando todo el tiempo para que aquel individuo pudiera irse y dejarle en paz.

Al abrir la puerta, un ramo de flores chocó con su nariz y se sintió desfallecer.

¿Taehyung le había llevado flores?

Ah, no, levantó la vista y fue capaz de notar quién era, cierta desilusión y dolor en el pecho le llegó, aunque no tardó en arreglar su cabello desmesuradamente con los ojos abiertos como plato.

— No quiero preguntar cómo conseguiste la dirección de mi casa. —Soltó ahora, jugando con la manilla de la puerta. —Pero dudo que un ramo de rosas haga que lo que hiciste no me haya dolido, Jungkook. —El chico que estaba enfrente tenía una expresión de culpabilidad gigante y fruncía sus labios levemente.

— Hobi...

— Qué. —No se dio siquiera el esfuerzo de implementar un tono de pregunta, sólo lo dijo y las palabras volaron en el aire.

— Dios, Hoseok. Sé que hice mal, muy mal, ¿pero te has puesto en mi lugar? Me dolió mucho verte con... Con Taehyung, y fue tan extraño para mí que automáticamente pensé cosas que no son. —Jung relamió sus labios en un suspiro, mirando los ojos ajenos, inexpresivo. —Hoseok, me gustas. —Los ojos del aludido se abrieron con sorpresa una vez más. —Y no sé si tengas algo con el chico de la fiesta o haya sido para darme mi merecido, pero me gustas mucho y quiero conocerte. Eres un chico tan lindo, desde el primer día que te vi quedé flechado y si tengo que luchar por t-

— ¿Estás molestándolo? —Hoseok, quien se encontraba con las mejillas rojas debido a la confesión ajena notó a Taehyung de la nada, guardando las llaves de su auto en su bolsillo y acomodando levemente su traje, ¿cuándo había llegado? —¿No entiendes lo que significa dañar a alguien y que no quiera volver a verte? —Notó el rumbo de las cosas porque precisamente el mayor de todos no tenía una expresión neutral y porque Jeon se veía un poco a la defensiva, se apresuró a colocarse en medio.