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La pareja regresó con los demás justo cuando estaban llamándolos a la tarima para inagurar la nueva piscina del pueblo –¿Rabis, estás mejor?– le preguntó luzu al rubio que estaba con una sonrisa –Mejor que nunca– dijo apretando las mano del mayor sonriéndole para darle un corto beso en sus labios –Vale, debemos subir– comentó, en ese momento se encontraron con los demás –¿Que te hiciste en el cabello?– el primero en preguntar fue Fargan –Queti– dijo para sacarle la lengua –¿Quería?– le preguntó el otro híbrido –Quetimporta– se aferró al brazo de Vegetta ocultándose detrás de él, quién solo lo miraba enternecido por la acción –Fargan me va a matar– se quejó al ver como se acercaba, el pelinegro solo río y trató de ocultarlo en su blazer que llevaba puesto –Rubius– llamó el otro –No estoy respondió desde dentro, Fargan río y se fue dejándolos en ese espacio –Oye ¿Qué haces?– le preguntó el moreno al sentir que alzanban su playera –Me escondo mejor– respondió metiéndose dentro –Me vas a ensanchar la ropa– se quejó –¿Ya se fue?– asomó su cabeza por donde salía la del mayor –Hace un rato, si– respondió mirándolo atento a sus movimientos –Mi héroe– dijo el opuesto para besar su pecho desnudo, lo cual hizo erizar al moreno –Doblas– uso su voz regañando –Aqui hay muchas personas, no hagas eso– al escuchar eso salió de dentro de su playera –Chicos...– mencionó una persona por detrás de ellos –Ustedes son muy raros– volvió a decir la voz –Luzu hombre, ¿Que te trae por aquí?– evadió el tema acomodándose la ropa –Eh, la inauguración de la piscina, todos estamos aquí por eso– era obvio, pero como quería evitar el tema.

Pasada el evento, se encontraron en una especie de recepción que hubo en una cabaña en el bosque, donde no todos fueron, por lo que Merlon les pidió que la próxima vez que los cite deben ir todos, ya que ese día quería decirles algo importante que no llegó a comentar, para la tarde cada uno se fue a sus respectivas casas, a excepción de Samuel y Rubén, quienes fueron a cazar su comida, la noche cayó con ambos fuera, ellos se dirigieron a la casa del mayor, ya que era la que estaba más cerca al bosque donde se encontraban, al llegar habían decidido ver una película después de cenar, ambos estaban cansados así que terminando de comer se ducharon, omitiendo el filme se echaron a la cama del moreno, cayendo prácticamente rendidos por el cansancio.

A la mañana siguiente el primero en despertar fue Rubén, que no quiso moverse al ver que su pareja lo estaba abrazando y aún dormía, se estiró sobre el pecho de Samuel, aferrándose a él –¿Rub? ¿Ya despertaste?– se escuchó su voz somnolienta mientras se estiraba en su mismo lugar –Si, pero no quiero moverme– se pegó más a él, se sentó sobre el moreno y lo empezó a llenar de beso por toda su cara –Mmm... Estas romántico esta mañana– sonrió por los besos –Es que te quiero mucho– beso sus labios, el pelinegro levantó la playera tocando un poco de la lechosa piel del castaño –Mngh~ jadeo al tacto frío su mano –Me encantas Doblis– murmuró a sus labios –Y tu a mi Samu– sonrió volviendo al beso; un rato después se levantaron de la cama para poder ir a tomar un desayuno, y empezar el día de buena manera.

Yacía Rubén sentando en la encimera de la cocina esperando a ver cómo su novio hacia los hot-cakes –Vegettita– llamó balanceando sus pies en el aire, que chocaba con la larga camisa que llevaba, la cual no le pertenecía –¿Que pasa Doblas?– preguntó girando la tortita en la sartén –Te quiero mucho– sonrió comiendo una fresa que habían sido separadas para complementar el desayuno –Y yo a ti Chiqui– se acercó dejando un beso en su nariz que se intensificó siendo el castaño el que enrollo sus piernas son el torso del moreno que se dedicó a dejar algunas marcas por la extensión de su cuello –Sam...– jadeó jugando con el elástico de su pantalón para dormir –Sam...– volvió a decir, pero el pelinegro estaba centrado en hacer otro tipo de cosas –¡Sam!– exclamó por última vez –¡Se está quemando la tortita!– señaló a la creciente llama –Ostras– habló por lo bajo lanzando una toalla de cocina a las llamas del sartén; terminaron comiendo en una cafetería cercana en el pueblo, donde pidieron una ensalada de frutas para compartir entre ellos.



pERDÓN-

Me dio un bloqueo muy fuerte, pero como prometí aquí un capítulo, espero que les guste.

No Todos Son Héroes [rubegetta] Cancelada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora