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Ya estando en el piso me trate de zafar de sus brazos, y el me sujetaba fuerte. No debí de hacer carreras con el, como retar sus habilidades físicas, era obvio que me ganaría.

Ahí estábamos los dos tumbados en el piso riendo y peleando -Te voy a castigar Doblas- me dijo mientras me agarraba de las muñecas poniéndolas a ambos lados de mi cabeza -No sabia que eras de esos De Luque- sonreí maliciosamente, inmediatamente me empezó a hacer cosquillas en todo mi cuerpo, yo no paraba de reír -Basta por favor, basta Samu- reíamos a carcajadas los dos, no nos dimos cuenta que alguien había entrado a la casa, esa posición comprometedora, y mis jadeos repetitivos nos podían dejar mal a la vista de cualquiera que nos viera en esa situación.

-¿Vegetta estas aquí?- dijo una voz familiar para nosotros, nos paralizamos en esa posición, hasta que lo vimos asomarse por las escaleras a donde estábamos -Vaya, no esperaba ver esto- dijo Luzu al ver a Vegetta sobre mi aprisionandome con sus piernas, nos paramos inmediatamente mientras recuperábamos el aliento, los dos con una sonrisa boba en nuestros rostros.

-¿Como entraste a mi casa?- el silencio reino en la sala unos segundos, hasta que Luzu bufo -Tengo mis métodos- menciono sonriente -¿Que haces aquí?- pregunto Samuel, creo que lo olvidamos.

-Bueno... cuando vine Rabis me dijo que estabas descansando, y también me dijo que podía venir mas tarde a revisar como estabas- dijo aun con una sonrisa  en su rostro -Oh- atino a decir Vegetta con sus mejillas un poco sonrojadas por el calor del momento.

-Bueno ¿Os moveréis o se quedaran en esa posición todo el día?- dijo haciendo un ademan con sus manos -Perdona compañero- dijo Vegetta poniéndose de pie, y ayudándome a levantarme.

-Chicos os dejo, debo ir a ver a mis animales. Cuídense- dije despidiéndome de ambos y cogiendo mi sudadera que me había quitado horas antes.

N.O. :

Ruben al salir de la isla se encamino a su casa, estaba algo preocupado por Vegetta, quien estaba un poco deprimido por la reciente ruptura con su ahora ex pareja. Por otro lado estaban Samuel y Borja, este ultimo había, ido por segunda vez en el día, a la isla de su amigo. Cuando había llegado burlando la seguridad de sus torretas, llamo a la puerta golpeándola suavemente, al ver que nadie respondía se decidió por entrar al hogar del pelinegro, topándose así con usa escena un tanto comprometedora entre el híbrido y su amigo. Después de que Ruben se marchara Luzu tomo a Samuel del antebrazo jalándolo hacia aquella sala que no se encontraba tan lejos de ellos -Samu... puede que no sea muy de fiar pero como tu amigo solo te diré que últimamente he estado preocupado por ti, ya no sales, ni hablas conmigo, y yo te tengo un gigante aprecio, pero...¿Ruben, Ruben Doblas? creí que teníamos mas confianza. No es que este celoso ni nada de eso, es que de algún modo me hiere que hayas confiado mas en el que en mi, sabes que puedes decirme cualquier cosa y no te juzgare ¿verdad?- dijo Borja mirando a Samuel a los ojos, el solo lo miro, fijo una sonrisa sincera en su rostro y le respondió -Estoy bien, creí que no lo estaría, creí que estaría algunas semanas, incluso meses, sin moverme de mi hogar, o de mi cama, pero estoy bien- Luzu, al escuchar las palabras de su amigo, se sintió por parte bien y por otra mal, ya que le gustaba el hecho de que su amigo estuviera contento, pero no le gustaba no ser el causante de su alegría.

Al fin y al cabo su amigo era feliz, y eso es lo único que cuenta. ¿verdad?

No Todos Son Héroes [rubegetta] Cancelada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora